Lujuria y los seis pecados

El aire estaba impregnado de azufre. Pura delicia. Poco a poco, los archi-demonios, barones de los pecados, acudían a su reunión de cada centuria. Todos habían llegado, excepto Pereza, por lo que empezaron sin el.

-¿Algo nuevo que declarar? -Preguntó el enorme representante de la ira, líder de todos ellos desde 1900. Era obvio que el siglo anterior había sido suyo, pero, ahora que ya habían pasado veinticinco años desde el comienzo del nuevo, parecía que Codicia tenia papeletas para arrebatarle el puesto.

Pero en vez de abrir la boca Codicia, fue Lujuria el que se levanto, dejando a todos perplejos.

-Me postulo como líder de los pecados para este nuevo siglo-dijo.

El resto de archi-demonios estallaron en carcajadas, incluso Pereza, que había llegado por fin pero no sabia de que estaban hablando, ni tampoco le importaba.

-Hablo en serio- insistió Lujuria- Pienso demostrar que el siglo XXI estará dominado por el deseo carnal y el sexo. Es mas, os ofrezco un juego para demostrarlo.

-¿Un juego?- mostro interés Gula.

-Una apuesta-respondió el archi-demonio- no quiero pasarme décadas corrompiendo mortales, juguémoslo en un todos contra mi.

-Explícate- demando autoritario Soberbia.

-Dadme el acceso a uno de vuestros pecadores, el que deseeís, y yo, mediante mis artes , conseguiré que alcancen el nivel mas alto de corrupción en vuestro pecado.

-¿Quieres decir que vas a corromper a un humano para que peque de... Codicia, mi área, por ejemplo- pregunto su hermano- pero a través de la lujuria?

-Exacto.

Los Pecados volvieron a reírse, esta vez mas fuerte. Lujuria se alzo sobre la mesa.

-Hablo en serio. Establezcamos los parámetros de la apuesta.

Las carcajadas cesaron. Todos los archi-demonios, excepto Pereza, por supuesto, se levantaron de sus sillas.

-Elegiremos nosotros a los pecadores- Dijo serio Gula- ¿cierto?

-Si, pero serán solo hombres- contesto Lujuria, pues sabia que estos eran mas proclives al pecado.

-Aceptamos, aunque con otra condición. Solo podrán tener sexo con otros hombres- replico con una risita Soberbia.

Lujuria lo medito. tras unos segundos, asintió.

-Acepto, pero ahora viene la mía. Si gano en cualquiera de vuestros pecados, os transformareis en un avatar y me daréis vuestro cuerpo en ofrenda.

Ira alargo el brazo, y en su tez monstruosa, apareció una maligna sonrisa.

-Hecho. Pero si pierdes, no podrás postularte como Líder de los pecados hasta dentro de dos milenios.

-Hecho-replico Lujuria, y ambos se estrecharon la mano.