Robarás el hetero

Un grupo cada vez mas nutrido de creyentes acude todos los jueves a la sabana para su ceremonia semanal. El numero ha aumentado tanto que Pelayo ha decidido expandir su fe a otras ciudades. Inspirado en un sueño (enviado por Lujuria) Sabe que con suficiente fe, puede transferir parte del poder del sexeón en otros ídolos. Con ese método, ha obtenido dos nuevos sexeones, todos leones de juguete, pero esta vez, de peluche. Uno de ellos acompañaría a uno de sus apóstoles a Chicago. El otro, iría para Milán custodiado por su hermano mayor Gonzalo.

-Gracias por confiar en mi Pelayo-le decía su hermano, mientras le daba calientes y húmedos besos-te prometo que llevaré tus enseñanzas a todo hetero que lo necesite, sumo amante.

Pelayo sonrió a su hermano. Ahora, tanto su hermano como su apóstol eran amantes, titulo del líder de la sabana en sus respectivas ciudades. Dado que Pelayo fue el escogido por Dios para trasmitir el mensaje, se decidió que el estaría por encima de ellos, faltaría mas. Así que su titulo seria ese, Sumo amante.

Antes de que acabara el día, el pecador dio la orden para que se grabara en siguiente mandamiento en la pared. Robarás el hetero. No se refería a robar posesiones, si no mas bien a que sus seguidores entendieran algo. Habrá heteros que el universo querrá alejarlos de la verdad. Como si el demonio quisiera esconderlos de su salvación. son a esas personas las que hay que "robar". Las que hay que salvar. Las protegidas por tabús o prejuicios.

Ahora era el momento de los pequeños amuletos. Decenas de creyentes, en círculos concéntricos, Mostraban un pequeño león de metal colgado de una cadena. Mediante rezos, el sexeón original comenzó a brillar y, tras unos segundos, también los colgantes. Imbuidos con el poder del sexeón colgando de sus cuellos, era el momento de "robar al hetero"