Perseguir al ladrón

Empujando a los sorprendidos lugareños, la voluptuosa pelirroja se abre paso a través de ellos hacia el estrecho callejón. Aunque no lleva demasiadas monedas en él, atrapar al ladrón es una cuestión de honor. ¿Cómo se ha atrevido a robarla a ella, la princesa Marianna? ¿La destructora de Drax el despiadado?. Sus enormes senos botan salvajemente en su pecho mientras sus poderosas y estilizadas piernas la impulsan hacia el penumbroso callejón, impresionando aún más a los locales con la estilizada belleza de sus movimientos felinos.

En segundos, Marianna se encuentra en el callejón y, con paso firme, penetra en él mientras sus ojos se acostumbran a la súbita penumbra que ahora la envuelve como un sudario.-"Será mejor para ti que me devuelvas la bolsa. Ahora".-Dice tranquilamente la atlética pelirroja, viendo como el ladronzuelo parece paralizado a seis metros de ella, mirándola con una extraña expresión en su cara...en sus ojos.

Mientras se acerca lentamente al pillo, la voluptuosa princesa de Tanighar comienza a especular con los pensamientos que deben estar pasando por la cabeza del ladronzuelo al ver a aquella escultural amazona de pelo de fuego de metro noventa de estatura y pechos como auténticos melones.-"¿Que hará si me niego a devolverle la bolsa? ¿Me romperá las costillas aplastándomelas con esas increíbles piernas que parecen cinceladas en mármol? ¿Me castrará aplastándome los huevos con los largos dedos de alguna de sus manos? ¿Me asfixiará hundiendo mi cabeza entre sus enormes y redondeados pechos? ¿Me aplastará con su tremendo cuerpo y me violará solo por diversión mientras me estrangula? ¡Quizás merezca la pena no devolverle el dinero a esta zorra pelirroja.....!".-Supone Marianna mientras una confiada sonrisa se dibuja en sus carnosos labios. También sabe que esos pensamientos lujuriosos suelen interrumpirse cuando vislumbran el pomo de su espada larga asomando detrás de su pelirroja melena.-"¡Por los dioses! ¡Esta zorra bollera me partirá por la mitad! ¡Seguro!".-Suelen pensar a continuación mientras sus cuerpos se estremecen de miedo o, incluso, se orinan en sus pantalones, paralizados de terror.

"¿Y bien? ¿Qué decides?".-Dice Marianna sugerentemente al ladronzuelo, el cual, arroja la bolsa al polvoriento suelo mientras comienza a correr alejándose de la pechugona pelirroja que se acerca a él con aviesas intenciones. Sin embargo, la princesa guerrera atisba otra clase de miedo en los ojos del pillo antes de que se esfume en el laberinto de callejuelas de rojo adobe de la ciudad.-¡Era una posibilidad!".-Murmura calmadamente la voluptuosa pelirroja mientras ve aparecer, saliendo de un callejón lateral, a un musculoso y mugriento matón delante de ella...y a sentir los pasos de otro maromo detrás de ella. Casi tan alto como la propia Marianna, pero mucho más corpulento, lleva la cabeza totalmente rapada y extraños tatuajes en su musculoso torso...además de ir enguantado con pesados cestus de batalla.