Noah

Una vez salimos de la mansión, nos dirigimos hacia la primera casa, la más cercana a donde estábamos. Incluso antes de que el Sr. Enzo nos informara de las casas a las que teníamos que ir, yo ya estaba preocupada de que ésta fuera una de ellas.

Tras caminar cinco minutos, llegamos a nuestro primer destino. La casa en cuestión es aún más pequeña que la mía y está mucho más descuidada. La madera parece podrida y tiene las ventanas rotas. Estaba muy lejos de la lujosa mansión que acabábamos de dejar atrás. El único residente de la casa era un hombre de una edad parecida a la del señor Enzo y, si mal no recuerdo, se llamaba Noah. Era conocido por su aspecto descuidado y sus constantes borracheras. A Noah se le suele ver vagando por las calles con aspecto sucio y borracho.

Al acercarnos a la puerta, Amelia llamó con fuerza y gritó su nombre, pero no hubo respuesta.

"¿Crees que no está en casa, Darx?", me preguntó Amelia, con cara de desencanto.

"No estoy seguro..."

La casa es tan pequeña que es imposible no enterarse si hay alguien fuera. Mientras Amelia y yo intercambiamos miradas perplejas, alcancé a ver una pequeña ventana rota. Al asomarme por el cristal, me encontré con una habitación sucia, con botellas rotas por todas partes y Noah tumbado en el suelo, inmóvil. Por mucho que gritara su nombre, no respondía. La pregunta rondaba mi mente: ¿estaba muerto?

"Darx, creo que deberíamos entrar y asegurarnos de que está bien", dijo Amelia, con cara de preocupación.

"De acuerdo"

Al acercarme a la puerta, me di cuenta de que no tenía cerradura. Al entrar, me golpeó un olor punzante que me hizo preguntarme cómo alguien podía tolerar estar en este lugar durante más de unos minutos. El olor era tan penetrante que me distrajo momentáneamente de mi propósito. Sin embargo, recuperé rápidamente la concentración cuando vi a Amelia corriendo en dirección a Noah para comprobar su estado.

"Noah, ¿puedes oírme? Por favor responda", pedía Amelia con semblante acongojado "Darx, creo que tenemos que pedir ayuda. No se mueve".

Mientras Amelia se disponía a conjurar magia curativa, Noah empezó a moverse mientras emitía sonidos que parecían más bien gemidos.

"¿¡AH!? Noah, ¿estás bien? ¿Necesitas que pida ayuda? "pregunta Amelia con cara de angustia.

"¿Eh? ¿Q-Qué...? ¿QUIÉN ERES Y QUÉ HACES EN MI CASA? ¡¡¡LARGO!!!

¿¿¿Ehh???

Con la misma cara de asombro que yo, Amelia fue la primera en responder.

"Sólo entramos para asegurarnos de que estuvieses bien".

"¡¡¡NO NECESITO SU AYUDA!!! ¡¡¡FUERA!!!"

El drástico cambio me dejó aturdido por un momento. El hombre que hace unos segundos creía muerto está ahora enfurecido, gritándonos. Y la situación sólo parece empeorar cuando noto que toma una botella rota y le apunta a Amelia. Instintivamente, agarro a Amelia de la mano y tiro de ella hacia atrás.

" Tranquilo; ya nos vamos. Sólo hemos venido por un recado del señor Enzo". Respondí.

"...E-Enzo. ¿Has dicho... ¡Enzo...!"

Dijo Noah, con expresión de asombro. Tras el arrebato inicial, un tenso silencio flotaba en el aire. El comportamiento del hombre volvió a cambiar una vez más, como si se hubiera activado un interruptor en su interior. Su agarre de la botella rota se aflojó y cayó al suelo. Sus ojos, antes desorbitados por la ira, estaban ahora fijos en la tierra bajo sus pies. Era un cambio sutil, pero en cierto modo aún más inquietante que antes. El aire a su alrededor parecía vibrar con un peligro desconocido, y no pude evitar que una sensación de inquietud se apoderara de mí. ¿En qué estaría pensando? ¿Qué planeaba? No me atreví a hablar, temeroso de lo que pudiera volver a provocarle.

"Destruyó mi vida y me robó a mi esposa... Nunca vuelvas a decir su nombre en mi presencia... ¡Nunca...!" Noah dijo tranquilamente mientras levantaba la cabeza, manteniendo su mirada dirigida hacia mí. Su mirada en ese momento me produjo escalofríos.

"Bueno... Nos marchamos." Le respondo.

Una vez más, tiré de la mano de Amelia, y nos dirigimos hacia la puerta. Noah no dijo nada más, y antes de salir, eché un rápido vistazo a Noah que se quedaba mirando al suelo en la oscura habitación.

Caminamos lejos de allí antes de detenernos y decir algo.

"¿Estás bien, Amelia?" , le pregunté.

"Estoy temblando un poco, pero estoy bien. Me imaginé que tendríamos un pequeño problema con Noah, pero no pensé que sería tan serio".

"Tantos problemas y no conseguimos el dinero...". Dije mientras exhalaba.

"Darx, ¿crees que lo que dijo Noah es cierto? Que el señor Enzo le destrozó la vida y le robó a su mujer", preguntó Amelia con cara de asombro.

"Quién sabe...ni siquiera sabía que Noah estaba casado. Puedo intentar preguntarle a mi madre más tarde".

"Sí, es difícil saber si decía la verdad o mentía. Se está haciendo tarde; vamos a la siguiente casa. No quiero dejar a Oliver esperando", dijo Amelia.

"Vale".

"¿Puedes cargarme?", preguntó Amelia de improviso.

"¡¡¡Qué!!! Ya no eres una niña, Amelia".

"¿Por qué no? Solías hacerlo todo el tiempo". dijo Amelia en tono juguetón con una sonrisota.

"¡Mi respuesta sigue siendo no!"

"¡¡¡Humm...!!! Amelia hizo un puchero. Pero cuando empecé a caminar, ella se puso detrás de mí y saltó sobre mi espalda sin previo aviso.

"¡¡¡Yeyy, paseo a caballo!!!"

"¡¡¡Auchh...!!! N-No es justo".

Lo siguiente es la casa de Emma y Mia, y no creo que sea más sencillo.