Follaras a tu padre y a tu hermano

Pelayo estaba contento con los resultados del sexeonismo. El ultimo mandamiento había vuelto a sus seguidores por el camino correcto, y ya eran mas de 10.000 sexeonistas en todo el globo, con nuevas sabanas en ciudades tan distantes como Montevideo, Taipéi o Melbourne. Aunque había salido a la prensa, más como algo anecdótico que algún tipo de problema social, Pelayo sabia que pronto los poderes facticos irían contra él y sus manadas y debía prepararse. Para ello, ideo el cuarto mandamiento, Follaras a tu padre y a tu hermano, y lo explicó por streaming para todos sus seguidores.

"Queridos seguidores. Os habla vuestro Mesías ( el pecador ya no estaba molesto con ese termino) como podéis leer todos en vuestras pantallas, este es mi cuarto mandamiento. Se que muchos de vosotros ya habéis convertido a vuestras familias. Os he visto follar con vuestros padres y hermanos recuperando el tiempo perdido, sanando vuestras heridas. Ahora me gustaría pediros que hagáis lo mismo con otras familias. Que trasmitamos mi enseñanza a todos esos padres que ya no saben comunicarse con sus hijos. A todos esos hermanos que siempre han reñido entre ellos. El sexeonismo trata sobre amor, y eso es lo que significa la familia."

La cámara paro de grabar, y en todo el mundo, miles de sexeonistas pensaron en que familia de su entorno necesitaría ser convertida al sexeonismo. Pelayo se sentó en su trono mientras a sus pies comenzaba a montarse la orgia de los jueves. Los gobiernos democráticos no podrían ir en contra de las creencias de una familia, el núcleo de las sociedades. Si convertía a suficientes familias, el sexeonismo estaría protegido de posibles leyes futuras.