El nuevo orden de la residencia

Al salir de la habitación, Asier tuvo una revelación. Su problema de timidez y fobia social, y por lo tanto su incapacidad para hablar con las mujeres, no había sido causado por un profundo miedo a las féminas, si no por su relación con los hombres. De pequeño, desde su propia familia hasta sus compañeros de colegio, le habían denigrado y tratado como una mierda. Le habían destruido su autoestima hasta creerse el ser mas repugnante del mundo. Pero ahora era distinto. La poción le permitía manipular a los hombres como ellos habían hecho con él. Todos esos estudiantes que le dejaron de lado en clase. Que se rieron de su tartamudez. Que pensaron que eran mejores que él por tener novias y sexo. Hoy descubrirían quien es mejor que ellos. Hoy se bailarían según las ordenes de Asier.

Sabia el procedimiento. La poción volvería a los hombres a su alrededor desesperados de sexo con Asier, y este se lo negaría a cambio de que ellos hicieran lo que él quisiera. Dado que estarían cachondos, Asier pensó en lo divertido que seria ponerlos a follar entre ellos, así que, armado de confianza, se dirigió hacia la sala común.

Allí encontró a varios estudiantes que estaban de fiesta. La típica fiesta a la que Asier nunca fue invitado. había todo tipo de bebidas. Varios de los estudiantes se besaban con sus novias. Todo eso se detuvo cuando vieron aparecer a Asier. En menos de dos minutos, y mediante ordenes claras y directas, tuvo a todos los chicos de la fiesta follando entre si mientras sus novias les gritaban que parasen, incapaces de detenerlos.

La siguiente parada fueron las duchas comunales. Allí siempre le hicieron sentir inferior por su cuerpo, y envidioso cuando se contaban entre ellos las tías que se follaban. Ahora también follaban, pero entre ellos mismos.

En la biblioteca de la residencia encontró a los estudiantes que sacaban mejor nota que él. Si ni siquiera el chico raro podía ser el mas listo, ¿Qué le quedaba? por ahora, ser el amo de todos esos cabrones. Se centró especialmente en Daniel, un estudiante aplicado que le echo en cara su nota en el último examen del Master. Por empollón, le ordeno que le follaran su virgen culo el resto de estudiantes de la biblioteca. Tras la cuarta corrida dentro de su culo, Asier se canso y se marcho a por mas hombres.

Asier no solo se centró en sus compañeros de estudios. Al girar un pasillo y encontrarse con uno de los de mantenimiento, recordó el día en que, al pedirle que pasara por su cuarto a reparar el aire acondicionado, le indico que no tenia tiempo para escuchar toda su frase completa, riéndose de su tartamudeo. Ahora el tampoco podía hablar, pues tenia una polla de un chaval (uno que pasaba por allí) en la boca. Asier se aseguró de que luego el mismo estudiante desvirgara el culo de ese capullo.

De ese modo, cualquier hombre con el que se cruzó Asier acabo follando con otro. La Residencia se llenó de gemidos de placer y ruegos de pollas. Ese día se desvirgaron decenas de culos y se rompieron otras tantas relaciones. Asier sonreía pletórico. Tener poder sobre los demás era increíble.