No le da importancia y vuelve al salón

Alberto no relaciona su entrante con las extrañas actuaciones que están realizando tus amigos varones, por lo que sigue sirviendo los siguiente platos. Al momento vuelven tanto Ángel como Luis, que siguen actuando de manera misteriosa, como ansioso por algo.

Luis, se muestra distante y no participa en la conversación. A veces incluso cierra hasta lo ojos, mientras parece agitarse. Le puede la curiosidad a Alberto y hecha un vistazo a por encima del mantel y lo que descubre le impacta.

¡Su amigo de la infancia se esta pajeando!

Y lo peor, es que al subir la mirada, Luis se percata de que le ha descubierto, y en vez de avergonzase, lanza una sonrisa picara a Alberto.

Y con un movimiento propio de un actor pésimo, arroja un tenedor al suelo.

-Yo lo cojo- dice- no os preocupéis.

Enseguida nota Alberto el tacto de los dedos caliente de Luis en su entrepierna, queriendo liberar su polla. Distintas emociones surgen en su mente, esta demasiado confuso para decir algo, pero en el momento que su polla entra en la boca de Luis, una plétora de sensaciones brotan de improviso. Su capullo es muy sensible, casi como sus papilas gustativas, y puede notar diferentes notas. Es sin duda, un placer mejor que degustar un plato de estrella Michelin.

Alberto esta tan centrado en la mamada que le esta haciendo Luis que solo despierta cuando escucha

-¡Luis!- grita su novia Lorena- ¿Pero que estas haciendo?