No, ha cumplido la segunda parte.

-Por favor -suplicó Stormusical- No me obligues a volver. He cumplido el pacto que hicimos.

Lujuria se acercó al pecador y, con una mano especialmente sensual y fina, le acarició el rostro.

-Si. Lo has hecho muy bien. Pero te falta algo, ya lo sabes. Ahora te falta devolverme el favor. Tu te quedas para siempre en este cuerpo, en esta vida, y a mi me lo pagas ayudándome en el trabajo.

-¿Que es lo que quieres?-Pregunta, dubitativo, el pecador.

-Nada de lo que ya sabes hacer, solo música. Quiero que compongas canciones, como siempre, pero añadiendo ciertos ritmos específicos.

-No lo entiendo.

-¿sabes quienes son tus principales oyentes? Los jóvenes. Ellos son el futuro. Quiero corromperlos, que se dejen llevar por el deseo y caigan en los brazos de otros hombres. Usa en tus próximas canciones los acordes que yo te diga. Corrompe a una generación. Dame una horda de nuevos pecadores.

Lo que le pedía era demasiado cruel, eso el pecador lo sabia. También sabia que la semana siguiente se iba a Miami, a una fiesta con los cantantes mas famosos del mundo. Una fiesta elitista en la que solo entraba la gente mas VIP. Gonzalo quería ir. Stormusical necesitaba ir. El dj asintió, recibiendo en ese momento en su cerebro los acordes malditos. El musico que había en él tuvo que reconocer que eran pegadizos, así que se puso manos a la obra y se sentó en el ordenador para componer.

Cuando tuvo su primera obra compuesta, la escuchó. La canción le parecía bastante buena. Al menos su fama y prestigio como artista no quedaría afectado. Con temor, envió a su representante su nueva canción para que comenzara a sonar en las plataformas mas usadas.

Lujuria era listo y paciente. La canción no debía corromper al momento de escucharla. Sus notas malditas debían de introducirse en el cerebro de los oyentes poco a poco, preparando a una generación para su nuevo propósito. Al principio solo afectó a algunos jóvenes, los mas fervientes admiradores de la música de Stromusical. Al escuchar la canción, que casi la ponían en bucle, comenzaban a excitarse sin saber bien el motivo. Sus penes se ponían duros en el bus de camino a la universidad o en sus casas, antes de dormir. Entonces se acariciaban el cuerpo, cada vez mas excitados hasta que sin poder evitarlo, se masturbaban escondidos en cualquier lugar.

La excitación era cada vez mayor y con ella los pensamientos impuros. La canción provocaba que los oyentes comenzarán a ver a los otros hombres con otros ojos. Ya no solo se excitaban al escucharla si no que entendían que el motivo de esa excitación era su compañero de piso, que dormía siempre en calzoncillos en la habitación de al lado, ese rubio atractivo que paseaba a su perro y al que acababan de ver mientras hacían footing, su propio hermano mayor que se duchaba en ese momento... Cualquiera de ellos les ponían tan cachondos que debían masturbarse enseguida pensando en su cuerpos. También comenzaron los primeros casos de corrupción múltiple, donde la canción afectaba a mas de un oyente a la vez. En ese caso, detenían lo que estaban haciendo, aunque fuera conducir el coche de camino a la universidad, y se desfogaban para poder continuar, sin poder evitar lanzar miradas de deseo al pene del otro oyente.

Las primeras orgias no tardaron en llegar. La música muchas veces se escuchaba en grupo, en especial en las fiestas. Los oyentes, cada vez mas excitados por cada nueva escucha de la canción detonaron, desesperados por el contacto físico con otro hombre. Por suerte para ellos, los otros también lo buscaban. Las fiestas de fraternidad, los cumpleaños o las quedadas para ver un partido con los colegas se convertían, tras la canción en verdaderas orgias desenfrenadas donde no quedaba culo sin estrenar y las pollas vertían esperma a doquier, entregados a un nuevo deseo irrefrenable.

El siguiente paso para la corrupción era salir del entorno privado para afectar a lo publico. La canción, animada y de ritmos rápidos y pegadizos, Era común escucharla en tiendas de ropa o de deporte, donde los jóvenes descargaban su deseo follando en los probadores. Donde afectó en gran medida fue en los gimnasios. La canción era perfecta para motivar a los gymbros con el levantamiento de pesas. Los musculosos jóvenes apenas podían, tras los primeros acordes, esconder en sus pantalones de deporte sus pollas erectas, para, embriagados por las notas malditas y el olor a sudor del gimnasio, desnudarse para buscar un cuerpo que poseer o ser poseído. Lo mas interesante ere ver como a hombres de cierta edad no les afectaba la canción, creada a posta para afectar a los chicos de entre 18 y 30 años. Esos otros hombres, escandalizados, no entendían que pasaba al ver a los machos del gimnasio dándose por culo.

Entonces llego el éxito. El dj ya era conocido pero la canción creo verdaderos adeptos. Todas las salas querían que Stormusical pinchara esa canción que los jóvenes deseaban escuchar constantemente. El pecador sabia que los acordes malditos también le afectarían a él, pero poco le importaba. Ver a un grupo de jóvenes gritando su nombre mientras el, en la cabina, pinchaba su canción, le recordaba al dj el por que había abandonado su antigua vida. En el momento en que empezaba a sonar la canción, los doscientos o trescientos jóvenes de la sala comenzaban a desnudarse, buscando su pareja o su trio, dejándose llevar por la música y sus deseos. Alguno de ellos siempre subía a la cabina para darle las gracias al dj. De hecho, tras la segunda sesión, Gonzalo se dio cuenta de que era mejor si ya iba preparado para el sexo con los fans, desnudándose antes de pinchar la canción y llevando solo un erótico suspensorio. De esta manera el podía seguir trabajando mientras su polla era comida y su culo penetrado.

Tras menos de un año, Lujuria había conseguido lo que deseaba, decenas de miles de jóvenes habían sucumbido al poder oscuro de la canción, quedando entre ellos para follar como quien queda con amigos para ver una película. Ya no hacia falta escuchar la canción, los propios oyentes la tenían introducida dentro de ellos, y, si reconocían por algún gesto o movimiento a otro de los seguidores de Stromusical, paraban lo que estaban haciendo para follar de inmediato, entre los arbustos del parque, detrás del aparcamiento o en los baños del centro comercial.