La vida puede ser maravillosa

Son más de las once de la mañana, es sábado, llevas una semana currando y anoche echaste un polvo con una cría muy guapa. Solo falta que te traigan el desayuno a la cama y sería perfecto.

Te levantas de un salto, te vas a la ducha y terminas por espabilarte del todo, te vistes y vas a la cocina para prepararte el desayuno.

Cuando te sientas con tu café, tus tostadas y la mermelada, aparece Pedro despeinado, bostezando y con cara de haber bebido mucho anoche. Te mira como quien mira una pared, se rasca los huevos de la forma más desagradable posible, crees que te ha dicho hola y se va al cuarto de baño. Tu terminas de desayunar y recoges todo. Enciendes la tele por si hubiera algo interesante y acabas poniendo un disco de los Led Zeppelin, nada mejor para una buena mañana que buena música, opinas.

Cuando el disco va por la mitad y como tu compi de piso no da señales de vida, golpeas la puerta, 'algo' gruñe dentro del aseo, le avisas de que vas a comprar algo para comer y oyes un 'vale'. Sales del piso.

Cuando pasas por delante de la puerta de las chicas, te quedas con las ganas de llamar, pero no lo haces. No se oye ruido dentro del piso, estarán durmiendo. Te vas a la tienda del barrio y compras un gran lomo de salmón, lo vas a hacer al horno, como la receta de tu madre, que le sale de muerte. También compras cerveza, patatas y más cosas, pero a quien le importa.

Llegas a casa y Pedro tiene cara de moribundo tirado en el sofá y una taza en la mano.

'¿Sobrevivirás?'

'No lo sé...'

'Bebe agua, borracho, es bueno para la resaca. ¿Anoche qué? ¿Qué pasó con Laura?'

'Pasó de mi como de la mierda, me pillé el **** demasiado pronto. Error de novato... Me vuelvo a la cama, toy hecho polvo.'

'¿Te llamo pa comer?'

Dice que no con la cabeza. Y se va.

A ti te da igual, llamas a tu madre para que te explique como hacer bien el salmón y te pones manos a la obra. Cuando vas por la segunda cerveza, has terminado de preparar la ensalada y el lomo está haciéndose en el horno, te decides por ir a la casa de las chicas a invitarlas a comer.

Llamas al 4ºB, varias veces y al final alguien contesta tras la puerta: '¿Quien es?'

'El vecino del 4ºD.'

Abren la puerta y es Anita con cara de llevar poco levantada, está preciosa con esa carita de niña traviesa y despeinada.

'¿Qué pasa?'

'Son las dos y cuarto, estoy haciendo salmón al horno ¡y vengo a invitaros a comer!'

Se le ilumina la cara.

'¿De verdad?'

?¡Claro! ¿Quien se viene?'

Media hora más tarde, llegan a tu piso Anita, su prima Ana y Kikina y las invitas a sentarse. Coméis, bebéis y os reís un montón, de pronto aparece Pedro de la nada con cara de flipao, también se sienta a comer y se une al grupo en las risas y la conversación. Después de los cafés y la sobremesa, alguien propone salir a tomar un gintonic en algún local, todos se apuntan pero a la hora de salir, Anita y tú os quedáis retrasados y cuando los otros tres han salido, cierras la puerta y te quedas a sola con Anita.