El simbionte le muestra su poder y ella decide usarlo para el bien

Gracias al momentáneo contacto con el simbionte en el parque, ella ya poseía parte de él en su interior. Esto permitió a la criatura manipular su mente.

Andrea abrió los ojos para darse cuenta que se encontraba agachada en la equina de una cornisa observando hacia un edificio.

Estaba en un sueño.

En su cerebro tenía el conocimiento de que un grupo de ladrones había entrado a robar el banco que tenía enfrente, pero todo se descontroló y ahora era un robo con toma de rehenes.

"Hora de trabajar." se dijo a si misma para luego tirarse en picado.

Una pequeña parte de ella, la que era consiente de que esto era solo un sueño, no sabía que estaba haciendo, pero el resto de su cuerpo se movía libremente.

Apretó la palma de su mano y, de su muñeca, salió una especie de telaraña que se adhirió a una pared permitiéndole balancearse.

Terminó aterrizando en el techo del lugar para luego colarse por uno de los ductos de ventilación.

Unos minutos después se encontró con la situación. Seis hombres, fuertemente armados. La mitad custodiaba a pequeños grupos de rehenes y la otra deambulaba por el lugar.

Sin pensarlo salió del ducto y comenzó a escalar hasta llegar al techo. Se sorprendió al ver que también era capaz de hacer tal acto. Era como una araña.

De forma sigilosa comenzó a eliminar a los que vigilaban uno por uno, para luego alejar a los rehenes de aquella sala.

Cuando solo quedaban en el salón los tres que deambulaban decidió que quería divertirse un poco.

"Señores, desafortunadamente el banco cerró." se paró en el medio del lugar y habló en voz alta y tono gracioso captando su atención. "Ya no queda nadie a excepción de ustedes tres así que les voy a pedir que se retiren de las instalaciones y vuelvan otro día."

Los ladrones miraron a su alrededor para confirmar que eran los únicos que quedaban.

Sin mediar palabra comenzaron a disparar a la chica. Esta les devolvió el favor golpeándolos a diestra y siniestra esquivando ágilmente todos los disparos que le propinaban acabando con ellos.

Cuando ya estuvieron todos pegados con su telaraña liberó a los rehenes que salieron del lugar para ser recibidos por varias ambulancias.

Andrea salió por la puerta principal y les avisó a todos que la situación estaba bajo control. Esto provocó que el publico comenzara a aplaudía y a vitorear "Spider- Woman".

Ser reconocida como una heroína le provocaba cierto placer.

De repente su mirada dio a parar con un vidrio que reflejaba su imagen. Se acercó a este y se observó, por primera vez en lo que llevaba de sueño, completamente de arriba a abajo. Su cuerpo era extraordinario. Sus pechos habían crecido en tamaño, su cintura era más delgada, su culo era más redondo y firme y tanto piernas como brazos se veían tonificados. En cuanto a vestuario tenía puesto un traje negro, tenía una textura viscosa, casi idéntica al del extraterrestre. Unos ojos y una araña que abrazaba su cuerpo de color blancos terminaban de darle el look super heroico.

Podemos ser esto... dijo una voz en su cabeza. Solo tienes que unirte conmigo.

Se despertó abruptamente. Miró su cuerpo para darse cuenta de que estaba empapada en sudor. Su corazón latía descontroladamente.

Corrió la delgada sabana que la cubría y se sentó en la cama percatándose de una fuerte humedad en su entrepierna. Pasó la mano por su zona intima para encontrarse con un liquido que, obviamente, no era sudor. Había tenido un orgasmo.

Volteó la cabeza para mirar a la criatura confundida.

"Qué me hiciste?" se acercó hasta el tupper y lo tomó. "Que puedes hacerme?"

Movió la cabeza de un lado al otro intentando centrarse. Llego a la conclusión de que, si quería pensar con claridad, necesitaba urgentemente una ducha de agua helada.

Lo apoyó de nuevo en donde se encontraba y salió corriendo al baño.

Cuando el primer chorro de agua fría impactó contra su piel, Andrea casi suelta un grito. Había logrado devolverla a la realidad, pero se había dado cuenta de que no estaba dispuesta a darse una ducha completamente con esa agua.

Se tranquilizó una vez consiguió la mezcla mas optima para que su cuerpo disfrutara.

Mientras se bañaba su mente comenzó a divagar sobre lo que había sucedido. Era una superheroína. Una oscura parte de ella deseaba ser capaz de tener aquél poder para ser amada y respetada. La excitaba la idea de ser superior en cierto sentido a los demás. Acaso unirse con él le iba a hacer aquél sueño realidad?

Miró hacia abajo para darse cuenta que se estaba masturbando. Eso le dejó las cosas en claro. Tenía que unirse con el simbionte.

Salió de la ducha y, sin siquiera secarse o agarrar una toalla, se dirigió al cuarto apresuradamente.

Casi de una patada abrió la puerta de su habitación y se dirigió una vez mas a la criatura.

"No se qué es lo que me hiciste, pero ahora no puedo parar de pensar en ti. Es cierto que puedes hacerme una super heroína?"

El simbionte se removió dentro del tupper. No había palabras, pero ella, de alguna manera, sabía que le estaba diciendo que si.

Andrea tomó el contenedor y lo abrió, dejando salir al extraterrestre que cayó al piso y comenzó a removerse aumentando su masa y transformándola hasta que tomó una apariencia humana.

Sorpresa era lo único que había en el rostro de la chica. Delante de ella se alzaba lo que era el traje que había utilizado en el sueño.

De repente la criatura se puso de espaldas y se apoyó en la cama. Realizando un pequeño ruido un agujero se hizo presente en toda la parte posterior.

"Quieres que entre en ti?"

La cabeza del simbionte asintió.

Se fue acercando tímidamente mientras observaba como pequeños tentáculos salían del traje apuntando en su dirección.

Metió una pierna y una fuerte oleada de placer recorrió su cuerpo. Su corazón comenzó a palpitar fuertemente. Sintió como el traje se cerraba en su pierna y la abrazaba suavemente. Intentando mantenerse centrada prosiguió con el proceso y hundió su otra pierna, que fue recibida de la misma manera. El traje comenzó a sellarse provocando que el simbionte entrara en contacto tanto con vagina Andrea como con su trasero. El placer que sintió cuando el simbionte se pegó a ambas partes y comenzó a entrar por sus orificios era indescriptible. Esto logró que la muchacha no pudiera contenerse más y, tras largar un sonoro grito de placer, cayó, con traje y todo, arrodillada. Estaba agradecida de ser la única que se encontraba en la casa en aquél momento.

"Dios, te necesito, te necesito!" tomó una de los brazos del traje y se lo puso desesperadamente para luego comenzar a masturbarse.

Estaba en éxtasis. Cada colada de dedo provocaba que más masa entrara en ella lo que le brindaba más y más placer.

No sabía que ser un superhéroe podía ser tan erótico.

Metió su otra mano y el simbionte hizo lo suyo cerrando el traje en su espalda. Podía sentir como cada parte de su cuerpo que estaba en contacto con el simbionte se iba transformando y llenando de poder.

"Ahora la mejor parte" tomó la mascara en sus manos y la estrelló contra su rostro.

La criatura comenzó a trepar ingresando por cada agujero que podía. De no ser por el placer exorbitante que sentía Andrea se hubiera asustado ante la asfixiante situación.

Un minuto fue lo que le tomó al simbionte terminar de unirse a su cabeza y luego fueron horas de puro placer en donde el simbionte y Andrea se unieron a niveles más profundos.

Una vez terminado todo, Andrea se levantó del piso y observó su nuevo cuerpo con emoción. De no ser porque se veía completamente negra podría haber jurado que se encontraba desnuda. Era cómo si estuviera llevando una segunda piel. Además de que sentía un poder descomunal, era como una diosa.

De repente su nuevo y mejorado sentido de la audición captó unas sirenas. Algo estaba ocurriendo.

Una sonrisa apareció en sus labios cubiertos por la mascara.

"Es hora de ser héroes."