El día de la epifanía

"Ya ha pasado un año-pensó Pelayo- Y mira lo que he conseguido"

A su alrededor había un enorme ajetreo. Sus seguidores se apresuraban a acabar todos los preparativos para celebra la fiesta mas importante del sexeonismo hasta la fecha, el día de la epifanía, el día en que el mesías de la verdad, recibió la iluminación y el primer sexeón del cielo.

Pelayo, sentado sobre su trono, contemplaba los preparativos. A su espalda, La gran plancha de metal con los mandamientos grabados estaba tapada con una sabana. hoy se revelaría el ultimo de ellos y el mas importante. Alrededor del trono, diversas pantallas de tela blanca estaban asociadas a distintos proyectores, pues Pelayo quería mostrar al mundo los logros que había conseguido el sexeonismo en solo un año.

-¿Esta todo preparado, Sumo amante?-preguntó Pelayo a una figura a sus pies, que, en ese momento introducía su polla en el culo de un joven seguidor.

-Si querido mesías-Le contesto su padre, nuevo Sumo amante, mientras su cuerpo desnudo sudaba del ejercicio. Pelayo había renunciado a su primer titulo por algo mas... importante. Su padre había sido el elegido para llevar el peso administrativo del sexeonismo mientras que uno de sus hermanos seria el encargado de ser el amante de la sabana de su ciudad natal- en diez minutos podemos comenzar.

"Perfecto"-pensó Pelayo-" es el momento de que todos mis seguidores sepan los logros que he conseguido"