Aldana ofrece su cuerpo

"Mira... Venom," Aldana se puso al frente, sus manos adelante en un intento de tranquilizar a la criatura" entiendo tus necesidades, pero no estamos dispuestas a saciarlas. No puedes esperar a que te llevemos con Paloma?"

Venom movió la cabeza de manera negativa.

No podemos, estamos muy hambrientos.

"Qué es exactamente lo que comes?" intervino Lulu con cierta curiosidad.
Es un compuesto específico. Cada criatura con la que me he unido lo secreta de manera diferente, pero en el caso de los humanos... sus cuerpos lo liberan cuando tienen relaciones.
"Genial, es un monstruo pervertido." la asiática se tomó la cabeza un tanto frustrada.

Venom liberó un gruñido de disgusto, cosa que alertó al trío de mujeres.

No nos gusta que nos llamen así! Somos un agente de paz, no un monstruo.

Aldana miró a su compañera. En su rostro se notaba un claro mensaje que su compañera acató al instante.

"Lo siento, lo siento, lo siento, mi culpa." unió sus manos a modo de suplica.

La criatura solo asintió levemente a manera de aceptación retornando a su estado de tranquilidad.

"Y Cole no puede mantenerlos saciados hasta que lleguemos?" intervino Liza.

Cole es un excelente espécimen, mencionó mientras miraba su musculoso cuerpo muchos cuerpos pasaron por él, muchos... a los que deseamos expandirnos, pero actualmente no puede saciarme.

"Yo sabía que su actitud de gigoló nos iba a costar caro." dijo Lulu enojada.

Luego de eso las tres se quedaron en silencio, pensativas. No querían que aquella cosa les hiciera nada, pero tampoco podían permitir que la situación escalara para peor.

"Y que tal si... te unes conmigo?" soltó con cierta resignación Aldana.

Mmmm... Mi actual anfitrión es perfecto para mí. Nuestra unión es única ya que él vio todo lo que está escrito en el plan de los klyntar y lo aceptó sin duda alguna. Ahora... tu qué puedes ofrecernos?

La morena lo miró con seguridad, tenía que ganar esta negociación.

"La suficiente cantidad de combustible para llegar a las instalaciones. O sea, una forma de que puedas continuar con tus planes sin que cometas un error que pueda costarte caro."

Y como es que estás tan segura?

"Voy a necesitar que confíes en mi palabra."

La criatura estaba indecisa, pero había algo en ella que lo tenía intrigado.

Está bien, aceptaré el trato. Despójate de todo tu equipo, nos es más fácil unirnos cuando el anfitrión está desnudo.

Liza se acercó rápidamente a Aldana y, tomándola del brazo, comenzó a susurrarle al odio.

"Estás segura de esto?"

"Claro que no, estamos lidiando con una fuerza extraterrestre, pero es la forma más segura que tenemos para que esto no pase a mayores." le respondió para luego indicarle que se alejara de ella.

Aldana se quitó la ropa sin sacarle la mirada ni por un segundo a los blancos ojos de la criatura. Podía sentir como escaneaba su cuerpo de arriba a abajo.

La criatura se relamió los labios ante la imagen de la chica que tenía en frente. Su piel morena estaba acompañada por una gran cantidad de músculos en piernas, brazos y abdomen. Sus tetas eran pequeñas, pero firmes. Su zona intima estaba depilada al ras.

"Estoy lista. Ven a mi." pronunció parada firmemente mientras el poco viento que había acariciaba su cuerpo.

El simbionte comenzó a abandonar el cuerpo de Cole. Parecía un helado derritiéndose. Cuando el proceso terminó, el joven calló inconsciente.

"Chicas, agarren a Cole y llévenlo a la camioneta."

El par de mujeres pasó a un costado velozmente intentando tener la máxima distancia con el slime negro y tomaron al desnudo joven para sacarlo del lugar dejando a la morena sola con el extraterrestre.

La criatura se arrastraba disfrutando de lo que estaba ocurriendo. Sabía que la chica estaba nerviosa y que cada centímetro en el que recortaba la distancia acrecentaban aquello, pero que nunca lo iba a demostrar.

En menos de un minuto el simbionte estaba delante de ella en forma de un charco negro que reflejaba la luz de la Luna.

"Aquí vamos." Aldana respiró hondo intentando calmarse.

Apenas sus pies tocaron a la criatura un grito de placer salió de sus labios mientras que, involuntariamente, un chorro de eyaculación fue expulsado de su vagina siendo la criatura la que recibió aquél impacto absorbiendo todo el liquido casi instantáneamente quedando complacido con lo que estaba obteniendo.

Ahhhh... eres virgen... si... tu serás una buena anfitriona. le susurró en la mente a la joven.

"Que?... Cómo?" la morena se tomó la cabeza un tanto temerosa.

El simbionte continuó su camino trepando por sus piernas hasta llegar tanto a su vagina como a su ano. En ese momento la morena reaccionó.

"No." pronunció poniendo un alto a las intenciones del ser.

No? el simbionte no entendía el por qué de aquella negativa.

"No voy a ser tu anfitriona. Esta unión es temporal, y ya puedes conseguir lo que necesitas sin la necesidad de... eso. No quiero conectarme contigo, ni ninguna de esas cosas que le hiciste a Cole."

Pero si no lo hago no podré recuperarme por completo. el alien podía sentir las sensaciones negativas en la joven, estaba determinada en su accionar, por lo que adoptó otra actitud No te preocupes, si tan pocas ganas tienes de nuestra unión entonces no me conectaré completamente contigo, pero necesito que me dejes entrar.

Aldana largó una maldición silenciosa.

"Vamos, hazlo, no tenemos tiempo que perder."

La criatura se introdujo abruptamente y comenzó a penetrarla sin piedad, siendo en parte una especie de venganza por tal horrenda actitud. No iba a ser su anfitriona, pero por lo menos iba a tener la oportunidad de experimentar lo que se iba a perder.

Aldana no pudo resistirlo más y calló de rodillas al suelo. Sin darse cuenta sus manos se apoyaron en la masa brindándole un fácil acceso a la parte superior de su cuerpo, cosa que el simbionte no desaprovechó recorriendo rápidamente sus extremidades para llegar a los pechos de la chica que procedió a estimular de manera agresiva.

La morena sabía que estaba siendo violento con ella, pero era mucho mayor el placer que le estaba proporcionando.

Quería ser fuerte, pero el simbionte estaba haciendo estragos en ella. Todos su sentidos estaban por explotar. Aquella cosa la estaba sobre estimulando a niveles extremos. Ahora lo único que podía hacer normalmente era observar cómo su cuerpo se iba transformando. Sus manos se habían transformado en enormes y poderosas garras mientras que sus brazos se habían vuelto mucho más musculosos de lo que ya eran. De una simple humana estaba pasando a ser un ser fuerte, y eso, muy en el fondo, le estaba encantando.

El simbionte terminó de recubrir su cuerpo para luego trepar por su cuello envolviendo primero su nuca y pelo para finalizar con su rostro.

Aldana se levantó lentamente mientras miraba en lo que se había transformado. Podía sentir como una fuerza abrumadora la envolvía. Se sentía capaz de pelear contra millones de personas a puño limpio y sabía que no iba a cansarse nunca.

Ella no se animaba a admitirlo, pero una parte de ella quería, tras estar experimentado todo este poder, unirse con la criatura para saber hasta donde podían llegar.

No no, hasta que no te comprometas de verdad no serás anfitriona de nadie, pero... podemos jugar un rato.

La morena se quedó paralizada al escuchar eso y, de repente, un montón de sensaciones comenzaron a inundarla. Eran como un millón de voces que no lograba descifrar, pero que la hacían sentir bien.

No... para... negó varias veces intentando poner al simbionte a raya.

"Aldana? Estás bien?" pronunció una voz entre los arbustos.

De estos aparecieron ambas chicas preocupadas que se toparon con una escena que las dejó sorprendidas. Delante de ellas se alzaba una criatura parecida a la anterior, pero sumamente diferente. Su apariencia no era monstruosa como antes, parecía como si Aldaba estuviera portando un unitardo que envolvía completamente su cuerpo y le brindaba una mayor cantidad de músculos. Los ojos blancos se habían mantenido, pero no había ninguna boca gigante con dientes afilados.

El dúo no notaba ningún movimiento por parte de su amiga.

"Aldana?" se acercó Liza y, al no recibir respuesta alguna, comenzó a pasar una mano por su rostro.

En el interior de aquella masa la morena seguía peleando por mantener el control. Sabía que la criatura no estaba haciendo nada, y ese era el problema. Si el simbionte no ponía de su parte para no unirse por completo estaba dejando que su naturaleza actuara, lo que provocaba que el peso de mantener todo en orden era únicamente su responsabilidad.

Afortunadamente pudo salir victoriosa de aquella contienda mental recuperando su cuerpo por completo.

Eres muy interesante, serás parte importante de la colmena cuando te unas a nosotros.

Liza pegó un pequeño salto cuando la joven movió la cabeza para observarla.

"Demonios." puso una mano en su pecho intentando calmar sus latidos para luego volver a hablar con su amiga "Estás ahí?"

Si, soy Aldana... bueno, eso creo. Estoy en completo control, pero puedo sentir al simbionte en mi. se miró las manos mientras las abría y cerraba comprobando que lo que había dicho fuese cierto Ahora entiendo parcialmente a lo que se refería Cole cuando decía que si era él, pero a la vez no. Siento las voces en mi cabeza, me hablan, me dicen cosas, pero no las dejo entrar por completo, no como Cole.

"Wow, eso es asombroso." Lulu mencionó en voz alta sin querer.

Aldana levantó la mano llamando la atención de las chicas.

No hay más tiempo que perder, es hora de llevarlo con Paloma.