Al gimnasio

Sabiendo que podía ver cuerpos de hombres desnudos a voluntad, Roberto supo donde se iba a dirigir de inmediato. El tipo de hombre que le excitaba era el hombre deportista, cuyos músculos podían verse perfectamente. El hombre masculino y fibrado. Las estatuas griegas vivientes. Y de esos hombres donde se encontraban en cantidad era en el gimnasio al que iba un par de días a la semana. Decidido, el pecador se subió al metro en dirección al gimnasio, que estaba cerca de donde trabajaba.

En el trayecto, a su lado vio un hombre que cumplía con el ideal soñado de Roberto. Su camiseta apretada hacia que no fuera necesario ni siquiera que le desnudara para poder ver todos sus músculos. De hecho, su "uniforme" le calentaba incluso mas. Solo deseó verle con la polla totalmente dura, y ante sus ojos vio como el paquete del deportista aumentaba de tamaño considerablemente.

Ya en el gimnasio, y tras cambiarse, lo primero que hizo fue dar una vuelta. El local era bastante grande, separado según el tipo de ejercicio que quisieras practicar. Eso si, ,muchos de los hombres que estaban por allí eran verdaderos portentos.

"Jamás se fijarían en ti"-pensó Roberto-"esos heteros son dioses del Olimpo"

E inmediatamente la actitud de los usuarios del gimnasio cambio. Todos desviaban su mirada al paso de Roberto e incluso algunos hacían poses sexualizadas al verlo aparecer. El pecador sabia que era mentira, pero sentirse el foco de atención de esos Hércules le puso aun mas caliente.

El siguiente paso obvio era desnudarlos. Probo primero con un twink muy guapo que no paraba de lanzarle miradas. Roberto reconoció que desnudo, el chaval le imponía, mirándole con intensidad mientras subía y bajaba una mancuerna. El pecador casi estaba tentado de acercarse a hablar con el.

Por suerte, no cometió ese error, y pensó que lo mejor que podía hacer era seguir con su exploración y centrarse en una de las areas del gimnasio para deleitarse con los gymbros que se encuentre. El primer sitio al que fue fue la zona de maquinas, donde varios musculosos hombres hacían ejercicios intentando conquistar al pecador. Ver como sus músculos se contraían con cada movimiento era una verdadera delicia.

La siguiente zona era la de peso libre, donde las paredes estaban repletas de mancuernas y bancos. Aun con la idea de impresionar a Roberto, los musculosos hombres comenzaron a alzar peso con fuertes y sonoros gruñidos. Cuando uno de ellos, un rubio muy atractivo empezó a fijarse en Roberto, este no pudo dejar de pensar en como se vería desnudo ante el. El cambio de vestido a desnudo fue al instante, mostrándose como lo trajo su madre al mundo en el momento en que alzaba las pesas por encima de su cabeza.

Tras el área de peso libre estaba la zona de cardio, donde se entrena para definir musculo y perder grasa con bicis estáticas y cintas para correr. Roberto no perdió el tiempo y desnudo a varios de los corredores, deleitándose con el sudor que les corría entre sus músculos cincelados en mármol.

Por último y no por ello menos importante, siempre podía ir directamente a los vestuarios y montarse sus propias escenas porno entre los vapores de las duchas.