A Mauricio, el broker sin escrúpulos

Pablo vivía una mentira. su vida era estar encima de una bola rodante que cada vez era mas grande. Un ejemplo de ello era el dinero. Siempre debía dinero a alguien. Cuando El primer deudor le exigía que le devolviera lo prestado, el comercial usaba su labia para convencer a uno nuevo y así pagar al antiguo. Un circulo que no se cerraba nunca. Toni no se quedaría en esa vida para ver como colapsa. Saltaría a una nueva con mas nivel adquisitivo. La del amigo del comercial, Mauricio.

_Oye tío, ¿puedes ayudarme con un dinero que quiero invertir?-_escribió en un mensaje al móvil del broker.

_¿Otra vez? No se si tienes suficiente capital para invertir Pablo, ya lo sabes-le contestó a los minutos su amigo- y aun me debes los 8.000 euros que te preste hace un año, ¿recuerdas?_

_Lo se. Por eso te escribo-mintió Toni-Pablo- He conseguido una prima por una venta y quiero invertirla para, entre otras cosas, poder pagarte. Venga, no me dejes tirado._

Tras casi un ahora, el móvil recibe la contestación.

Vale. Vente a mi casa a las 20:00 y vemos que podemos mover.

Cuando el pecador toco al timbre, Mauricio le recibió de traje. El siempre se vanagloriaba que un hombre debe estar bien vestido en todas las ocasiones. Como Toni-Pablo lo sabia, bueno, Pablo específicamente, acudió a casa de su amigo con el mejor de sus trajes.

-Bien, hagámoslo rápido, que tengo una cita con un inversor en una hora-dijo el bróker- ¿De cuanto dinero estamos hablando al final?

Rebuscando en el bolsillo, Toni-Pablo sacó el laser y, sin importar la expresión de desconcierto de Mauricio, disparó su haz sobre la chaqueta negra del traje. Luego, con toda la parsimonia del mundo, volvió a guardarse el puntero y directamente le dio un casto beso en los labios a su amigo.

-¿Pero que haces?-Preguntó Mauricio mientras su propia lengua salía de su boca y recorría sus labios en un intento de atrapar la "esencia" que hubiera podido dejar Toni-Pablo en ese fugaz beso.

El pecador esperó, y no fue demasiado tiempo. A los tres segundos ya tenia sobre él a su amigo, buscando su lengua tras sus labios mientras con sus manos intentaban llegar a la piel de Pablo bajo la camisa.

-Que bien sabes-dijo entre besos el bróker- Tu boca sabe tan bien...

-¿Que es lo que quieres?-preguntó de repente Mauricio-¿cuanto cuestas?

-¿Perdona?-replicó el pecador extrañado.

-¿Cuanto dinero quieres para que me folles?- dijo ansioso mientras sus manos desabrochaban uno a uno los botones de su camisa- Dime tu precio.

Toni-Pablo casi empujó al bróker lejos de si, enfadado. ¿Acaso creía que era una puta o algo? Luego, se puso a pensar. Al final iba a tener que fóllárselo, así que, si se gana dinero y se cambia de cuerpo ¿A quien le importa?

-500 euros-dijo al fin.

-Hecho- contestó estrechándole la mano- ahora cómeme el culo con esa lengua.

Toni-Pablo ya no podía huir. Había cerrado el trato y eso para el pecador era un acto sagrado. Así que, bajándole los pantalones hasta las rodillas a Mauricio, comenzó a darle lengüetazos al agujero de su amigo, que estaba rodeado de castaños y fino vello púbico. Toni no había comido un culo nunca, pero Pablo si que había comido coños, así que aplicó lo que sabia a ese agujero. Puede que no fuera lo mismo, pero según los gemidos del bróker, no lo estaba haciendo del todo mal.

Tras el ano dejarlo bien lubricado, el bróker se lanzó a comerle la polla al pecador. Este reconoció que el madurito se la comía bien. Pero sobre todo lo que le ponía cachondo eran la sucias palabras que decía sobre él, subiéndole la autoestima.

-Que polla mas gorda, me encanta.

-Estas buenísimo, como me estás poniendo.

Y, reclinándose en el sofá mostrándole el culo abierto:

-Ven aquí y fóllame cabrón.

Quitándose totalmente los pantalones, Toni-Pablo acercó su polla a ese agujero que parecía que le estaba llamando. Su pene entró sin problemas y al mismo pecador le pareció una delicia. Los resoplidos de placer y los "joder, joder" que mascullaba el bróker envalentonaba mas al pecador, que agarrándole de la pierna perforaba el ano mas rápido y fuerte.

-Siéntate-exigió Mauricio- Venga, al sofá.

Toni-Pablo obedeció, y sentado sobre el sofá, fue el propio bróker el que se sentó sobre su polla, ensartándose en el rabo de Pablo y gritando "si, si" Todo era tan excitante para el pecador, que con un hilillo de voz dijo:

-Creo que voy a correrme.

-¡No lo hagas!-gritó el bróker, sacando enseguida la polla de su interior- córrete en mi cara.

Los dos resultados serian igual de eficaces para la trasferencia, así que acercando rápidamente su polla a los labios de Mauricio, comenzó a pajearse. En menos de tres segundos, tres sendas descargas de esperma cayeron sobre la boca abierta del bróker, que saboreo como si fuera miel.

-Aquí tienes tus 500 euros- dijo Mauricio con el móvil en la mano, tras limpiarse la cara- he puesto como asunto, "pago carnal", espero que no te importe.

Toni-Pablo se encogió de hombros, indiferente. Había cumplido su objetivo al correrse dentro del cuerpo del bróker. Además, Había ganado un sobresueldo que no le vendría mal a Pablo. Follar por dinero con hombres no era tan mal negocio. Esa afirmación hizo tambalear un poco al pecador, como si hubiera sufrido un ligero mareo. Toni supo al momento que esa realidad ya estaría dentro del propio concepto del comercial. Era seguro que su amigo Mauricio no sería, a partir de ahora, el único hombre al que se follara por dinero.