Nunca me digas así

Esta historia no tiene NTR, pero sí un cambio de personalidad de los personajes inspirados por la lujuria

Es 10 de Junio ​​y el antro esta a reventar, la gente bebe y baila y de entre toda la multitud alguien se destaca, usa solo un pantalón blanco pegado a las piernas como una segunda piel, dejando ver sus gruesos muslos y su redondo trasero, no usa blusa, solo usa la parte superior de un bikini negro, la parte inferior es un escándalo, la parte superior muestra unos senos pequeños, pero unos hombros anchos, es claro que va al gimnasio, su piel es blanca, su maquillaje es prolijo y sin delineados exuberantes, su pelo es negro y lacio.

(Aquí debería haber una imagen de nuestra protagonista, si quieres tener una idea de cómo es revisa nuestro Patreon)

A medida que avanza la noche ella se va a su mesa con sus amigas, de pronto un mesero se acerca con champán y una vela de fuegos pirotécnicos, las amigas gritan y la felicitan, nuestra protagonista está cumpliendo años.

La noche continúa, ella baila con sus amigas y con aquel que se anime a bailar con ella, no le importa que la gente mire y opine mientras ella mueve su trasero de forma rítmica y sensual al compás de la música, de pronto una de sus amigas con lo que queda de la botella de champán se coloca en su espalda y mientras ella baja echa su cabeza hacia atrás, de pronto su amiga vierte el licor en su boca, ella la abre y saca su larga y puntiaguda lengua, su actuar y su imagen. te hipnotizan, pero no puedes hacer nada más que memorizar su rostro, después de todo estás en horario de trabajo atendiendo la barra.

Cuando el local se vacía a las 3:30 de la mañana limpias la barra y cuando te vas a ir miras al rededor, una chaqueta de cuero blanca está abandonada en una mesa, te acercas y revisas los bolsillos, solo encuentras un plástico con un rostro conocido, es la muchacha que te hipnotizo toda la noche, su nombre es Daniela Ramos y esa noche cumplió 22 años.

Por lo general el gerente resguarda las cosas perdidas, para devolverlas si alguien las reclama, pero esta vez no, decides que serás tú el que regrese esta sudadera junto con la identificación.

Pasado un tiempo llegas a tu casa e intentas conciliar el sueño, pero hay una sensual figura que te lo impide.