Naruto y la piedra de deseos

El día para Naruto Uzumako había comenzado perfectamente normal hasta que trajo una piedra rosa brillante de una pequeña tienda que atendía a los turistas. Al menos, eso era lo que había pensado en ese momento. Lo había encontrado en su camino de regreso al hotel después de un pequeño viaje a la tienda de comestibles del pequeño pueblo. Sakura había estado demasiado ocupada con un libro, Sai no tenía ni idea, y el Capitán Yamato y Kakashi estaban, bueno ...

El hombre y su esposa parecían felices de mostrárselo, e incluso lo habían envuelto en una pequeña caja, aunque él no había pedido una. El hombre y su esposa, su novia muy caliente, no muy inteligente que le había parecido estar muy, muy embarazada, le habían dicho que era un amuleto de buena suerte, y un shinobi como él necesitaba toda la suerte que pudiera tener. Naruto no había pensado mucho en eso en ese momento, excepto para pensar que era un poco extraño que le hubieran dado la piedra pequeña gratis.

Ahora, mirando el papelito, no estaba tan seguro.

La escritura fue muy apresurada, y Naruto apenas pudo distinguirla.

"Lo siento", decía, "¡pero tenía que deshacerme de esto! ¡Esta es una piedra de los deseos! ¡Concede todos tus deseos! ¡Cuidado!"

¿Una piedra de los deseos? el pensó. ¿Quién diablos iba a creer eso? ¡Tenía que ser una broma!

Sería divertido probarlo, pensó. ¿Pide un deseo en serio? ¿O un deseo gracioso? ¿Un deseo sexy?

Un deseo sexy obviamente