Número 18

Después de la pelea con cell, dónde Goku se sacrifica para salvar la tierra, la androide número 18, quedó con Gohan y sus amigos. Bulma, le ofrece ir a vivir a su casa y ella, al no tener a dónde ir, acepto la propuesta.

Pocos minutos más tarde, después de saludar a sus amigos, emprendieron viaje.

-vas a ver qué te va a gustar vivir en mi casa. Es amplia y cómoda, te va a encantar convivir con nosotros. -Le dice Bulma, contenta de tenerte invitada a su hogar.

La androide la mira de reojo y le sonríe, no muy convencida. Pero Bulma, a pesar de verla sería, solo sigue manejando su Jett, porque sabe que esa es su forma de ser.

-Bueno, ya llegamos. -Dice Bulma, bostezando un poco, después de un largo viaje.

Número 18, ya a bajo, mira para todos lados, observando el lugar.

-Es más grande de lo que me lo imaginaba. -Dice la androide, contemplando la casa de arriba a bajo.

-Yo te dije que era grande y acogedora. -Le responde Bulma mientras termina de bajar sus cosas del avión.

La androide sigue observando el lugar y en eso ve a Bulma, que cuando se agacha a recoger sus cosas, su vestido rojo se levanta y ve la ropa interior que lleva puesto.

Número 18 se quedó observando, ya que le quedaba muy sexy. Una tanga negra bien metida en la cola, dónde se le marcaba bien los labios de la vagina, hacían de algo digno de ver.

-Hola linda. Yo soy la madre de Bulma, mucho gusto. -Dados presentándose.

La androide empieza a mirar para todos lados, tratando de disimular lo que estaba mirando y enseguida la mira de reojo, no muy contenta.

La madre de Bulma, queda sorprendida por su reacción y no sabía que hacer.

-Tranquila, mamá. Ella es 18, es uno de los androide y ahora es amiga de nosotros. -Dice Bulma tratando de tranquilizar a su madre.

Ella se queda mirando a la androide, después de lo que su hija le había dicho. No podía creer que sea un robot, su cuerpo parecía humano y como decía su nombre, parecía una joven de dieciocho.

-Vamos adentro, mamá. -Dice Bulma, dándole una palmada en la cola a su madre.

-Vamos, ya va a estar la cena. -responde su madre haciendo lo mismo mientras ríen.

Número 18 se queda observando lo que hacen mientras van adentro, tratando de entender lo que paso.

-¿Querés darte un baño antes de cenar, 18? - Le pregunta Bulma.

-No tengo otra ropa, más que la que llevo puesta. -dice la androide.

-No hay problema, te presto. -Le respondió Bulma.

La androide acepta y sigue a Bulma hacía donde está el baño, observando y conociendo más la casa.

Ya adentro del baño, Bulma del otro lado de la puerta, le pide que le pasará su ropa sucia, así se la ponía a lavar.

Número 18 duda pero luego de sacarse todo, se lo pasó y se metió a bañarse.

Bulma observa la ropa sucia y nota que no le pasó ninguna ropa interior, así que le golpea la puerta pidiéndole la misma.

-¿Que sería ropa interior? -Respondió 18.

Bulma se queda sorprendida al darse cuenta que no llevaba ropa interior, así que busco su mejor conjunto y se lo preparo junto con la ropa, que ya estaba lavada y lista para que se pusiera.

Observa el conjunto que le había elegido y comienza a imaginarse a 18 con el puesto. Para cuándo se dió cuenta, ya tenía su mano sobre su vagina y empieza a frotarse con los dedos por ensima de lachita negra.

Se empezó a mojar toda mientras sus dedos iban y venían, poniendo las cosas más caliente.

Con eso de que Vegeta vive entrenando, atiende muy poco a Bulma y al estar algo necesitada, se pone hot enseguida.

-¿Qué estás haciendo? -Le pregunta 18, algo sorprendida.

-No, no, nada. - Responde Bulma, levantándose rápidamente de la cama.

-Aca te deje la ropa limpia y te agregue este conjunto de ropa interior para que uses también. -Le dice Bulma, tratando de disimular lo colorada que estaba.

-Esta ropa es como la llevas puesta, la llegue a ver cuándo te agachabas a recoger tus cosas del avión. Muchas gracias. -responde 18.

Bulma se queda sorprendida con el comentario que le hizo la androide y se pone más colorada, al saber que mostró sin querer, su ropa interior.

Un poco más tarde, ya todos aceados, se encontraban cenando. Todos contaban algo sobre lo que vivieron en el día, sin dejar de lado la gran pelea que dieron los guerreros z.

La madre de Bulma, sin querer voltea un cubierto y al agacharse a buscarlo, observa unas piernas abiertas, dónde ve una bombachita rosa que le llama la atención.

Ella al ver ese color, supuso que era su hija Bulma. Así que se acercó a agachas y le tocó la vagina por arriba de la ropa interior. Tenía ganas de correrla y mandarle lengua pero estaban cenando, así que enseguida se volvió a sentar.

Pero se lleva una sorpresa cuando levanta la vista y nota a la androide con los ojos grandes y toda sonrojada. Enseguida se dió cuenta, que a la que le manoseo la vagina, fue a ella y no a su hija. Sin saber que hacer, se levantó de la mesa y dijo olvidado algo en la cocina.

-¡¡¡Maldita sea!!! Pensé que era Bulma. Espero no se halla dado cuenta número 18 porque no se que voy hacer. -piensa la madre de Bulma.

Iba y venía en la cocina, no sabia si volver a la mesa o que. Pero mientras pensaba, alguien la agarro de los pelos y la hizo arrodillar, dónde fue de su asombro para la madre de Bulma, al notar que era la androide 18.

-No sabes con quién te metiste, perra. -Le dice 18 pecado titubear.

La madre de Bulma no sabía que hacer, miraba desde a bajo a la androide sin saber que hacer.

—Perdón, 18. Vi la bombachita rosa de mi hija y pensé que eras ella. —Le dijo la madura.

—Te equivocaste de persona, ahora te voy a enseñar. —Le respondió 18 muy enojada.

En eso se abre de piernas y con su mano libre, se corre la bombachita y sin decir más nada le pone la cara de ella en su vagina.

—Ya que tanto te gustó tocar, ahora chupa, perra. —Le dijo la androide sonriendo. La madre de Bulma no le quedó otra que empezar a pasarle la lengua para que nada dijera.

—Mmmm ... Pensé que era de plástico o algo así pero no. Sabe bien rico, como una vagina. —Pensaba por dentro mientras empezaba a disfrutar mamarle la vagina.

—Que bien se siente, no se si será así como se debe mamar pero tú lo haces tan bien, que me haces mojar toda. —Decía 18, disfrutando tal sexo oral, que la madura le estaba dando. La madre de Bulma deja de chuparle la vagina y secándose los jugos vaginales le dice: No sabía que te gustaba que te chupen así la vagina, 18.

• Jamás lo hice con una mujer pero verlas como jugaban entre ustedes, me hizo querer experimentar algo así. —Le dice la androide mientras la ponía de vuelta a qué se la siga chupando un rato más.

Después de disfrutar de tal mamada la levantó bruscamente y poniéndola de espalda, le bajó el pantalón para luego correrle la bombachita azul que usó puesta y comenzar a comerle, ella la vagina.

Era la primera vagina que probava y estaba a gusto con eso. Le mandaba lengua hasta el fondo, disfrutando sus jugos vaginales.

—Espérame un ratito que voy a buscar unos juguetes, así nos divertimos mejor. —Le dice la madura mientras gozaba esa lengua que le entraba y salía.

—¿Quien necesita eso? —Dijo 18 sonriéndole.

Ella se paró y corriendose la bombachita dejá salir un pene de su vagina. No lo puedo creer !! Tenés pene también. —Dice la madura algo sorprendida.

—Yo lo puedo hacer a mi imagen. —Le dijo 18, la cual sin dar vueltas, le mando el pene dentro de la vagina.

Oh, oh, uff. Hacía rato no me cogían así. —Decía, mientras la androide le hacía sentir el pedazo que había sacado.

—¿Te gusta, perra? —Le decía al oído mientras la tenía de los pelos.

—Si, mi marido vive en su laboratorio y no me lleva el apunte. —Le decía la madre de Bulma con los ojos cerrados, disfrutando la cogida que le estaba dando. La androide al escuchar eso, empezó a acelerar el movimiento de pelvis, haciéndola acabar toda a la madura. En ese momento la vuelve hacer arrodillar y le tira todo el esperma en la cara.

—Esta vez lo hicimos rápido porque debemos volver pero en otro momento, hasta la cola te voy hacer, perra. Ah y no te asustes que el esperma es ficticio. —Le dice la androide tirándole los últimos fluidos.

—Ooh si. No sabes cómo voy a disfrutar que me lo hagas.

Mmm ficticio o no, sabe bien rico. —Le dice la madura, chupándose los dedos. La androide vuelve su vagina a la normalidad y acomodando su ropa, fue enseguida a seguir disfrutando de la cena.

—¿No sabes dónde fue mi madre, 18? —Le pregunto Bulma apenas la vio entrar.

—Si no escuché mal, me dijo que se iba a pegar un baño y acostarse, porque no se sintió bien. —Respondio la androide.

—Bueno ven a sentarte, que tú cena se enfría. Le pedí que te trajeran más porque lo otro se había enfriado. —Le dijo Bulma, abriendo la silla a su lado.

Número 18 se sentó enseguida para no levantar sospechas de lo que había pasado y en ese momento, Bulma poniéndole la mano en su pierna le dijo: —Espero te sientas cómoda en la casa, 18. Capaz que por ahora no pero en unos días, te vas a sentir más a gusto. La androide la mira de reojo y poniendo también su mano sobre la pierna de Bulma, sonríe y le dice: —Dalo por echo, linda.

Ya habían terminado de cenar y esperaban el postre. Su padre ni siquiera termino la cena y volvió a su laboratorio. Bueno su madre, después de la cogida que le dió la androide, se fue a dormir muy plácidamente.

—Espero te halla gustado la ropa interior que te dí. No es de muy buena calidad pero es linda. —Le dice Bulma volviendo a poner su mano en la pierna de 18.

—Si me gusta, es cómoda. No sé a qué le llamas calidad pero está que me diste, es linda. —Le responde la androide.

—Mira, te explico. Te muestro la calidad de la que te hablo. —Le dice Bulma mientras la toma de la mano. La androide la queda mirando pero ella sin soltarla le lleva la mano hacia su vagina y haciéndole tocar la bombachita roja que llevaba puesta le dice: —Mira, está que tengo puesta ahora es de mejor calidad. Siente su textura, es diferente a la que llevas puesta vos. La androide aprovechando la ocasión, no solo siente la textura de la tela sino que le empieza a frotar la vagina por arriba de su bombachita. Ya había visto esa vagina bien marcada cuando bajaron del avión y no podía dejar pasar esa oportunidad.

—ah, ah ¿Qué haces, 18? —Le dice Bulma algo sorprendida.

—Nada, Bulma. Estoy haciendo lo que me pediste, que sintiera la tela. —Le dice la androide, mordiéndose los labios.

Bulma la miraba fijamente, dónde en segundos sus pómulos se pusieron colorados. Trataba de disimular, que le estaba gustando como 18 le estaba frotando la vagina.

Para cuándo se dió cuenta, la androide le corrió la bombachita y le mando dos dedos dentro de la vagina. Bulma abrió los ojos sorprendida pero no tardó en empezar a besarla mientras 18 la masturbaba.

Después de unos besos de lengua bien humedos, Bulma le dijo: —Espera, puede venir alguien.

—Bueno avísame si viene alguien. —Le dijo 18 mientras se metía de bajo de la mesa.

—Para, 18. ¿Qué vas hacer? —decía Bulma mientras miraba para todos lados si venía alguien.

En eso sintió algo húmedo en su vagina. Mira para a bajo enseguida y ve a la androide chupándole la vagina.

—ooh, ooh, que lengua, 18. —Dice Bulma entregándose por completo.

Ella le acaricia la cabeza mientras disfruta de la lamida que le estaba dando la androide y de ves en cuando vigilaba si alguien venía.

—Aca está el postre, señora. —Le dice la mucama, tomándola por sorpresa.

—Eh eh, si está bien. Ahora la llamo a 18 para que venga a comer. Muchas gracias. —le contestó Bulma, disimulando lo que estaban haciendo. La mucama se retiró y la androide aprovechó para salir de bajo de la mesa mientras se secaba los jugos vaginales que aún tenía.

Se miraban y se reían mientras comían el postre y alguna que otra mano se mandaban disimuladamente.

—¿Dónde podemos seguir, Bulma? —Le pregunto 18 mientras se pasaba la lengua por los dientes.

—No, hoy no va a poder ser. Vegeta me está esperando en el cuarto. Vemos mañana que pasa y dónde se da para seguir con esta delicia. —Le dijo Bulma.

Así que al terminar el postre, Bulma se levantó de la silla e inclinándose, le da un beso de lengua a 18, donde con la mano izquierda, le manosea la vagina por en sima de la bombachita.

—Hasta mañana, muñeca. En cuanto pueda voy a comerte ese chocho suavecito. —Le dijo Bulma y se fue a su cuarto. La androide la siguió por detrás y se fue a su cuarto también, esperando con ansias el día siguiente. Abre la puerta y prendiendo la luz, encuentra a la madre de Bulma semi desnuda en la cama.

—Mi marido va a estar toda la noche en su laboratorio, así que tenemos todo el tiempo del mundo para divertirnos. —Le dijo la madura mientras le mostraba algunos consoladores con los que pensaba jugar.

—No tenés idea de la cogida que te voy a dar, perra. —Le dijo la androide mientras cerraba la puerta.

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