Terminar la carrera universitaria

Lucas no quería ir a la universidad. Primero, tenias que madrugar para coger un transporte publico y llegar a la primera de las clases, ¡a las 8:00! Luego te obligaban a coger apuntes y a prestar atención, y después de todo, te exigían que demostrarás tus conocimientos adquiridos con un examen. ¡Era una locura!

Somnoliento, Lucas anduvo por el pasillo de su facultad cuando una mujer, rondando los 60, con mirada estricta y de malas manera, le detuvo.

-¿Eres Lucas Sánchez Heredia?-Le preguntó

El pecador asintió.

-Tu padre entonces es Fermín Sánchez.

-¿Conoce a mi padre?

Una extraña sonrisa apareció en los labios de la mujer.

-Si. Lo conozco muy bien. Fuimos compañeros de trabajo en su momento. Uso todas sus malas artes para conseguir mi puesto. Pero no le reprocho nada. Gracias a ello volví a estudiar una oposición y ahora soy la rectora de esta universidad.

Lucas trago saliva, asustado.

-He leído tu expediente. Estaba intrigada de por que un alumno aparece en mi facultad a apenas un mes de los exámenes finales y, he de serle sincero, no me ha gustado lo que he leído.

-Bueno, yo...

-En la universidad publica somos mas exigentes-le corto tajante-Estaré muy pendiente de sus progresos.

Y con esa frase, que era claramente una amenaza, se marchó.

"vale-pensó el muchacho- Tengo a la rectora en contra por no se que de mi padre, pero son solo cuatro asignaturas. Puedo sacármelas"

Lucas miró la hora en su reloj. Ya casi empezaba su primera clase, así que se dirigió para allá.