Ya esta todo solucionado

Lucas bajo de su cuarto para comer algo. Le apetecía algo mas sano, así que cogió un plátano, la fruta mas fácil de pelar. En ese momento apareció su padre por la puerta, y antes de que el muchacho volviera, le cogió del brazo, pidiéndole que se sentara en una de las sillas de la mesa de la cocina.

-Hijo-empezó Fermín, su padre- He de pedirte perdón

Lucas se quedo perplejo ante la frase de su padre.

-Si, perdón. El despido de mi trabajo fue un duro golpe para mi y creo que, de cierta manera, lo pagué contigo y con tu hermano, pero en especial contigo. Te exigí demasiado, y has cumplido con creces, mucho mejor de lo que yo podía esperarme.

Lucas seguía totalmente estupefacto. ¿su padre siendo amable?

-Pero veo que los resultados de esas exigencias han sido... increíble. ¡Te has sacado la carrera! La casa esta estupenda y el dinero que entra en casa en suficiente para vivir cómodamente los tres.

Entonces Lucas abrazó a su padre, y él a su hijo, reforzando unos lazo que parecían rotos desde la muerte de su madre.

Desde el plano entre los planos, Lujuria observo la escena, mordiéndose la uñas. ¡Ese acto de amor entre padre e hijo podría destruirlo todo! Los dos familiares se separaron, ambos con los ojos algo húmedos.

-Bueno-dijo sonriente Fermín-¿cual es el siguiente paso? ¿Has pensado ya que empresa te interesa para echar los curriculums?

Lujuria suspiro aliviado.

-¿Como?

-Ya sabes. Ahora ya tienes la carrera. No se exactamente cual es tu trabajo actual peor tendrás que buscar algo en alguna empresa importante, como tu hermano ¿no?

Lucas volvió a sentarse en la silla, abatido. ¿otra vez? ¿Es que no acabaría nunca? siempre le estaría exigiendo cosas. Era el modo en que él veía el mundo. Siempre mas arriba. Siempre ser mejor. Lucas en cambio no quería hacer nada, absolutamente nada, mas que jugar a videojuegos, alguna paja y dormir. ¿Es que no podía dejarlo en paz?

Su padre le dejo solo con una sonrisa, esperanzado de ver el brillante futuro de su hijo menor. De repente Lucas supo lo que le pasaba a su padre. Sin empleo ni futuro, había centrado sus aspiraciones en sus hijos, proyectando sus necesidades en ellos. Había funcionado con Sergio, pero no lo haría con él. Seria Lucas quien cambiaria a su padre, y por fin le dejaría en paz.