Volver con su crush, el guarda de seguridad

Roberto tenia en la cabeza el espécimen perfecto para probar todo lo que sus nuevas gafas podían hacerle ver. Abel, Su crush, su adorado guardia de seguridad. Sin dilación bajo de nuevo por el ascensor hasta el hall del edificio para poder verlo de nuevo. Charlaba animosamente con su compañero y verle sonreír enamoró y excitó a partes iguales al pecador.

"Tienes un cuerpo perfecto"-Se decía mentalmente-"ven aquí a mostrármelo"

Como si fuera un robot, Abel abandonó su puesto para acercarse a la esquina del hall donde estaba Roberto. Al llegar allí, el segurata se quito con tranquilidad la ropa a excepción de su ropa interior. Tan de cerca, Roberto pudo hasta notar el olor corporal del macho que tenia ante si. Una estatua griega bien proporcionada que flexionaba sus músculos para ante él.

Unas carcajadas desviaron la vista del pecador de su adorada visión. En la puerta, el compañero de Abel seguía, en la "vida real" charlando con este, solo que para Roberto su crush no estaba allí si no posando con él.

"La verdad es que su compañero también esta bien bueno ¿Cómo será desnudo y con la polla dura?

El pecador, que ya controlaba perfectamente sus nuevos poderes, desnudo al compañero para comprobar que, tras el uniforme, también escondía un cuerpo de escandalo. El otro segurata era mas ancho que Abel, y mas fuerte, pero, para Roberto, menos guapo.

Los pitidos del detector de metales hicieron que Roberto decidiera volver a ver la autentica realidad. En ese momento, un guapo joven de unos 26 años, de pelo castaño y ropa deportiva (¿En un edificio de oficinas?) intentaba pasar el arco de seguridad. Mientras los compañeros hablaban en voz alta sobre sus recientes conquistas femeninas (cosa que puso muy celososo a Roberto) Abel pasaba el detector de metales por el joven.

¿Cómo seguir?