Una nueva vida y mi primera esclava

Tener el control de la nacion más poderosa del mundo resultó ser más fácil de lo que pensaba William. Todo lo que tenia que hacer era dejar que las cosas seguieran su rumbo como si nada hubiera pasado. La unica diferencia era que a cualquier persona que le dé una orden, esta la obedecera sin quejarse y todos los que vean lo tratarán con respeto y devoción.

Ahora mismo se dirigía a su nuevo edificio, un complejo de apartamentos de lujo donde presidirá él y harem, que irá acumulando con el tiempo.

"No puedo esperar". Pensó Will mientras caminaba hacía el ascensor que lo llevaría a su pent house.

Su mirada se detuvo en una mujer en la recepción. Llevaba una gabardina negra y unos tacones altos que resaltaban aún más su estatura. Parecía estar teniendo una discusión con el recepcionista.

"No me puede desalojar. Yo pague por ese piso". Exclamó molesta, pude notar que tenía acento ruso.

El recepcionista alzo las manos con indiferencia. "Señora, ya le dije que el edificio cambió de propietario y el quiere que este completamente despejado"

"Y ¿quién es el nuevo propietario?", pregunto indignada.

"Ese sería yo". Respondí mientras me paraba detras de ella, mis ojos bajaron hasta detenerse en curva de su trasero.

Ella se volvió hacía mi con la intencion de reprocharme pero las palabras murieron en su boca ni bien me vio. Me quede estupefacto al ver quien era.

Irina Shayk, modelo rusa muy cotizada y reconocida de veinticinco años. Wiliam no podía creer su suerte.

La expresión molesta en su rostro fue remplazada por una de completa vergüenza.

"Lo siento señor, no sabía que usted es el nuevo dueño".

"Puedo saber ¿cuál es el problema?", preguntó ignorando su pregunta.

"No hay ningun problema señor, es solo que invertí todo mi dinero en uno de los apartamentos del edificio y ahora me estan desalojando". Explico timidamente la sexy modelo.

"Tranquila, no es necesario que te mudes"

"¿Enserio?, pregunto esperanzada

"Así es. Puedes quedarte en mi pent house con una condición", dijo tranquilamente

La modelo rusa lo miró con interés.

"Te puedes quedar si aceptas convertirte en mi esclava sexual de por vida". Dijo el jove de veinte años con naturalidad.

La sorpresa era notable en el rostro de la mujer, claramente no esperaba que en dueño del país la eligiera como esclava sexual, que era todo un privilegio.

"¿Usted quiere que sea su esclava sexual?

"Así es y quiero una respuesta ¡Ya!"

Ella estaba tan sorprendida como el recepcionista detras de ella, pero rapidamente se recupero y ke dio una sonrisa sensual.

Dio dos pasos hacía el y pasó su brazo por su costado para entrelazarlo con el de él. "¿Cuando comenzamos... Se inclino para susurrar en mi oído. "Amo".

William le sonrió perversamente y los condujo a ascensor. Ella apollo su cabeza en su hombro mientra él extendía su otro brazo hacía ella para meter la mano por el escote de su gabardina y acariciar un pecho. Sus ojos se abrieron con sorpresa cuando se dio cuenta de que no traía nada debajo.

Ella le dio una sonrisa descarada. "Espero no haberte decepcionado".

El joven solo negó con la cabeza.

Una llegado a su destino, ambos se dirigieron a la suite principal, la más grande de todas. Apenas la puerta se cerró detras de ellos cuando William se abalanzó sobre ella, arrancandole la gabardina y dejandolaen nada mas que en tanga.

William no podia creer lo que sus ojos veían, Pensó que estaba en el cielo. Esa era la opción más logica después de ver este hermoso angel.

Irina sonrió con suficiencia. "¿Quieres comenzar?"