Tratamiento: estreñimiento

-¡Siguiente!-grita Ignacio, esperando que le entre un paciente atractivo al que poder usar sus nuevos poderes.

Y sus deseos se cumplieron. Un hombre de unos 35 años, de mas de 1,80 de altura, grandes espaldas, cabello y barba oscuros y penetrantes ojos verdes entra en consulta. El hombre se sienta delante del medico y este solo piensa en verlo desnudo.

-Buenos días doctor. A ver como le cuento. Es un tema algo delicado. Mire, llevo ya varios meses que me cuesta mucho ir al baño. Puedo estar varios días sin... ya sabe... cagar. Esta mañana he podido ir por que me he tomado un laxante, peor me gustaría saber si puedo cambiar mi dieta o algo por el estilo para no depender de medicamentos.

-Estreñimiento...-dice pensativo Ignacio, que no puede quitar la vista del atractivo rostro del hombre-Vamos ha hacer primero una revisión general. Vaya quitándose la ropa por favor.

Obediente, el paciente comienza a acatar la orden del medico. Para placer de Ignacio, el hombre resulta estar en perfecta forma. Bajo la ropa, tiene un pecho musculado pero no fibrado y recubierto de vello negro. Cuando se queda totalmente desnudo, el doctor le alcanza una bata de hospital que Ignacio le permite. A veces es mas morboso llevar algo de "ropa" que no llevar nada.

Tras pasar su mano por todo el cuerpo del paciente (hasta sus genitales) sin que este diga una sola palabra., Ignacio decide que es hora de pasar a mayores.

-Tienes un cuerpo perfecto. Vamos a ver la parte afectada. Por favor, reclínese sobre la camilla y muéstreme el agujero de su culo, voy a introducir los dedos.

El paciente ni medito la propuesta , e inclinándose ante el medico, le mostró todo el esplendor de su trasero. Ignacio no dudó y esculpiéndose en los dedos, comenzó a hurgar en el agujero del su objeto de deseo, que encontró algo estrecho. Primero le metió un dedo, luego dos, para acabar con tres bien profundos, buscando la próstata del hombre.

-Ya veo donde esta el problema- decía el doctor, mientras notaba como la polla del otro hombre no se empalmaba, pero si aumentaba algo su diámetro- en las paredes de su recto esta el problema.

-¿Que me sucede doctor?- pregunta entre jadeos el paciente.

-Parece que las paredes del recto se han contraído. Tiene el culo muy estrecho, para que nos entendamos. Es necesario una distendir esas paredes.

-¿Como se puede hacer eso?

Ignacio comienza a desnudarse tranquilamente. Cuando se baja los pantalones, su polla se muestra dura y erguida.

-Voy a follarle el culo para usar mi polla para como dilatador anal. No se preocupe, es una operación estándar.

El paciente asiente, y sin pensar en que le iban a desvirgar, se coloca boca arriba esperando a que se acerca el doctor. Este, que agradece al demonio en silencio, acerca su pene a la entrada del atractivo hombre y comienza a penetrar el ano del hetero agarrándole los muslos fuertes y peludos.

-Noto su polla dentro Doctor-dijo el paciente mientras se agarraba fuerte a la camilla para no caer tras las continuadas embestidas de Ignacio.

-Es normal- le contestó el pecador- Masturbase usted mientras. Eso ayudara a la distensión.

Tras casi 8 minutos de follada, Ignacio siente que no puede mas. El paciente hace ya varios minutos que ha eyaculado sobre su pecho peludo, así que ahora es el turno del doctor. con un ultimo impulso de cadera, folla ese culo mientras libera su descarga en el interior del atractivo hombre.

-¿Ya esta solucionado doctor?-pregunta el paciente mientras ambos se visten.

Ignacio podía, pero no quería dejarlo así. Recordó la segunda parte de los poderes otorgados por el demonio, que le permitirían ver en su mente como continuaba el tratamiento. Era una oportunidad que no iba a perder.

-Aun no. Esto ayuda si, pero la distensión es muy grande. ¿Has notado mi polla rompiéndote el culo?

-La verdad es que si- dijo el paciente con cara de disgusto.

-Entonces es que no ha funcionado del todo. Vas a comprarte varios dildos, de menor tamaño a mayor, y vas a hacer ejercicios en casa donde te los introduzcas hasta el fondo. Estarás así durante una semana.

Ignacio comenzó a escribir en un recetario "dildos" con letra ininteligible de medico.

-La segunda semana, para que las paredes del ano se mantengan distendidas, debes untar esperma de hombre como acabo de hacer, corriéndose una polla en tu culo. Te recomiendo de dos veces al día. Recuerda masturbarte mientras se aplica el esperma en tus paredes para maximizar su eficacia.

-¿Eso es todo?-preguntó el hombre, ya marchándose con la receta en la mano

Ignacio sonrió. ¿Podía forzarlo algo mas? Claro que si.

-Casi. La tercera semana y la ultima, ponte doble dosis de crema uso. O sea, que te follen a la vez dos pollas. No te preocupes si piensas que no caben, la distensión ya debe estar casi solucionada.

El hombre asintió y se marcho de la consulta. Ya en su casa, Ignacio se dispuso a ver en su mente como le iba el tratamiento a su paciente estreñido. La primera semana, el velludo musculoso obedeció las prescripciones del doctor sin problema, follándose el culo con distintos dildos, cada día de mayor tamaño. El domingo, tras venir de jugar a futbol, se encerró en su habitación para introducirse un pene de plástico tan grande como la verga de un caballo.

La siguiente semana, el paciente siguió cumpliendo con lo prescrito. Aunque al principio el estreñido tenia vergüenza de pedir a alguien que le ayudara con la "crema anal", tras la primera solicitud, vio que tanto sus compañeros de trabajo como los otros usuarios del gimnasio donde entrenaba no les importaba ayudarlo, de hecho, hasta se ofrecían.

La tercera semana fue incluso mas fácil. Cuando preguntó a sus anteriores "donantes" si podían ayudarlo de dos en dos, ninguno se negó. De hecho, algunos incluso acudían a su casa a ayudarlo. A la esposa del paciente no pareció importarle que parejas de hombres penetraran a la vez el culo de su marido. La verdad es que ya no tenia ningún problema en ir al baño.