Tratamiento: acné persistente

Un joven de unos 20 años entra en la consulta acompañado de su madre. Los dos se sientan enfrente de Ignacio, y esperan. El chico es de constitución delgado, con el pelo corto y moreno y unos ojos grises. El paciente no habla, dejando que su madre se encargue de presentar el caso al doctor.

-Mire doctor-le dice la madre- mi hijo lleva ya varios años con un acné que no le desaparece. Habíamos pensado que se iría a menos con la edad pero sigue estando igual. Hemos probado cientos de cremas pero nada funciona, y a mi hijo esto le esta afectando ¿Sabe usted? No se si hay alguna medicina o algún tratamiento que pueda darle por que como le he dicho, mi hijo esta muy preocupado y...

El pecador, cansado de la cháchara de la madre, levanto la mano para acallarla. Era el momento de aplicar su nuevo poder otorgado por ese demonio.

-¿Habéis probado el esperma humano?-les pregunta Ignacio.

Madre e hijo muestran cara de sorpresa.

-Es bien sabido que el esperma humano, recolectado fresco y previa estimulación oral es un perfecto antiséptico que, aplicado directamente sobre el rostro, consigue eliminar en unas semanas todo resto de acné.

-No lo sabíamos-dijo la madre- ¿Cómo conseguimos esperma fresco? ¿Se compra en farmacia o en...?

Ignacio sonríe, lascivamente.

-En farmacia no, mujer. Ha de ser directamente del pene de un donante- El doctor desvía la atención al granudo joven- Para que desaparezcan los granos, debes recibir en la zona afectada una corrida por la mañana y otra por la tarde. La primera la aplicaremos ahora mismo.

Ignacio se levanta de la silla y comienza a desabrocharse los pantalones. Solo la conversación ya le ha puesto increíblemente cachondo, por lo que ya tiene la polla preparada.

-Como te he dicho antes, la estimulación del donante es esencial-le dice al chico, acercándole la polla a la altura de la cara- Hazme una mamada.

-Venga hijo-le dice la madre- haz caso al doctor.

De forma inexperta, el joven comienza a meterse el rabo de Ignacio en la boca. Poco a poco va cogiendo confianza, y también el propio Ignacio, que acompaña los movimientos de la cabeza del chaval con su propia mano en su nuca. Sentir el calor de la garganta del chico, mientras su propia madre observa interesada es demasiado para el pecador, que saca la polla de la garganta del chaval para comenzar a correrse en una de sus mejillas.

-Bien hecho-le felicita Ignacio- Ahora debes dejar durante una hora el esperma en la cara. Tras esa hora, puedes lavarte hasta la segunda dosis, esta noche.

El paciente y la madre se levantan para salir de la consulta. La leche del doctor se desliza por el rostro del muchacho.

-¿Es importante quien es el donante de esperma?-pregunta la madre antes de salir.

Ignacio vuelve a sonreír, vicioso.

-Claro. Buena pregunta, casi se me olvida. Es mas eficaz si el esperma es cada vez de distintos donantes. ¿Esta tarde estará el padre del muchacho?

La madre asiente.

-Pues que sea él el que le aplique su esperma y mañana que busque dos nuevos donantes. Nos vemos en tres semanas. Y recuerda-le dice al paciente- El placer del donante es muy importante. Esta tarde a tu padres tienes que hacerle una mamada espectacular.

El chico asiente en silencio y se marchan de la consulta. Ya en su casa, Ignacio pudo usar el poder del demonio para ver como le iba al tratamiento.

Como le habían asegurado, cuando el padre del paciente llegó de trabajar, su mujer le comentó el tratamiento del medico, así que el hombre, se desnudo ante su hijo y este le hizo una felación en la que no solo se centró en la polla, si no que le lamio los huevos y la raja del culo. El padre, extasiado por el sexo oral, eyaculó una gran descarga sobre las mejillas de su hijo.

-Esperemos que el tratamiento funciones-dijo el padre, mientras se ponía el pijama y se marchaba del salón como si no hubiera metido su polla en la boca de su hijo.

Los siguientes días, el paciente tuvo que buscar nuevos donantes para su "crema facial". Por el día era mas fácil encontrarlos, ya que preguntaba a sus compañeros de universidad y profesores si podían ayudarlo, y estos aceptaban sin problema. No importaba si estaban en medio de una clase o en el mismo pasillo de la facultad. Nadie parecía importarle que uno de los estudiantes estuviera de rodillas sacándole la leche a otro compañero durante 10 minutos.

En cambio, por la noche si tuvo el paciente mas problemas para encontrar donantes. Por suerte, la familia vivía en un bloque de pisos, por lo que los vecinos varones del muchacho pudieron darle su loción anti-acné de antes de dormir. Todos fueron muy amables con él, desde el anciano del 3B, que tardo menos de dos minutos en correrse sobre la mejilla del chico, hasta los dos gemelos del 1A, el padre y sus tres hijos del 2C o el recién casado del 2B, que le preguntó varias veces al paciente que cuando quisiera una nueva dosis, contara con él.

Los resultados comenzaron a ser claros a partir de la segunda semana. A principios de la tercera semana de tratamiento, El joven tenia una piel tersa e inmaculada, sin marcas ni nada que indicara que hace unos días estaba lleno de cráteres. Aun así, la madre del joven le pidió que siguiera con el tratamiento hasta finalizar las tres semanas, por lo que el muchacho siguió comiendo pollas y dejando que estas se corrieran en su cara hasta el final de la tercera semana. Ese último fin de semana, aprovechando que iba al cumpleaños de uno de sus primos, les pidió a estos su parte de loción por triplicado, para cerciorarse de que los granos no volvieran a aparecer. Sus primos aceptaron, y poniendo desnudo al paciente, le fueron pasando uno a unos su pollas para que se las comiera, acabando todos a la vez en la cara del muchacho. Al fin y al cabo, la familia estaba para ayudarse.