Tostada

El local esta abarrotado, y tras una hora en búsqueda del botellín de tostada perfecto por fin lo encuentra Alberto.

Se encuentra junto a otro amigo, charlando con un grupo de chicas, seguramente intentando ligárselas.

"Eso no puede suceder" piensa Alberto "Su esperma debe ser mío"

Va a la barra y pide seis chupitos. Con disimulo, consigue robar una bandeja metálica y lleva hacia el grupo los chupitos, fingiendo que es un camarero. Claramente, para evitar problemas, espolvorea afrodisiaco a todos ellos.

-Una ronda de chupitos- dice Alberto - cortesía de la casa.

Todos sonríen sorprendidos y, tras brindar, se beben los chupitos de un trago. La chicas se muestran impertérritas, pero los dos chicos latinos empiezan a sudar enseguida, y abandonan al grupo siguiendo al falso camarero a través de la pista.

Alberto los lleva a uno de los baños. Antes de entrar, saca un billete de 50 euros y se lo da a otro chaval.

-Graba hasta que yo diga que pares.

Enseguida aparecen los dos amigos, y Alberto les espera de rodilla en el baño. Se bajan los pantalones para mostrar dos gordas pollas morenas. La idea era probar solo una cerveza, pero cuando están buenas, ¿Quién puede quedarse solo con una?

Tras recibir las dos descargas de los latinos, Alberto recogió el móvil de manos de su "càmara" y con su cara aun llena de esperma dijo:

-Excelente maridaje. sabor mas intenso pero no por ello menos adictivo.