Te vas a duchar también

Llegas tras ella y la ves con las manos bajo el agua esperando a que se ponga el agua caliente para ducharse, tu semen resbalando lentamente por su espalda y nalgas te hace sonreir. Te acercas a ella sigilosamente y le das un cachete en la nalga derecha, ella pega un grito, se gira y con una sonrisa de oreja a oreja te da un largo beso con lengua.
Cuando el agua está caliente os ponéis bajo la ducha y empezáis a frotaros y sobaros como si no hubiera mañana. Tus manos recorren su hermoso culo, sus tetitas, su vientre plano y te deléitas en su entrepierna, lavando con jabón su vello púbico, acariciando su clítoris, rozando y penetrando suavemente su coñito mientras ella masturba lentamente tu miembro ya casi tieso.
No dejáis de besaros y besaros. Vuestras lenguas danzan locamente en la boca del otro y no veis el momento de dejarlo. Estáis con ganas de follar de nuevo. El agua caliente, restregaros jabón y veros desnudos entregados el uno al otro os pone a cien. Ella da el primer paso y se arrodilla ante ti y se mete toda la polla que le cabe en la boca y te mira a los ojos como pidiendo tu aprobación. Como agradecimiento, le coges la cabeza y la fuerzas para que se trague más polla hasta que notas que intenta escaparse y tiene una arcada, la sueltas y ella se echa hacia atrás, tu miembro sale de su boca con un hilillo de saliva que va desde tu glande hasta su boca sonriente. 'Cabrón, casi me ahogas'.
Anita abre la boca y vuelve a tragarse tu nabo duro, le vuelves a agarrar la cabeza y la fuerzas de nuevo hasta que tiene otra arcada.
Seguís los dos con ese juego hasta que la cosa pasa a mayores, ya no le sueltas la cabeza, ella ha dejado de echarse hacia atrás y empiezas a follarle la boca, o más bien la garganta. Sigue teniendo arcadas, unas más fuertes, otras menos, pero no te impide que seas brusco con ella y te aprovechas, se la metes hasta el fondo, forzándola a abrir su boca a tope, sin dejarla respirar, le tapas la nariz, pero ella sigue con sus manos agarradas a tus piernas. Al quinto empujón tuyo, notas que tu glande ha entrado o forzado algo, Anita hace un ruido rarísimo y te empuja fuerte para apartarse y cae en el suelo de la ducha con fuertes arcadas. Ha estado a punto de vomitar y se agarra la garganta.

'¡Joder! Me he tragado tu...¡polla! Joder, que raro ha sido, parecía que se me iba a romper el cuello y cuando ha salido, he estado a punto de uffff...'

'¿Te he hecho daño?'

'No. Creo que no. Ha sido todo muy raro la verdad.'

'¿Te sientes mejor?'

'Sí, mucho mejor.' Te contesta con una sonrisa que te derrite el alma.