Follarla

La ayudas a levantarse y le das un beso en la boca. Ella te lo devuelve con creces. Os besáis largo rato y su mirada es de admiración por ti. Haría por ti lo que tú quisieras y no sabes si aprovecharte de la situación. La besas de nuevo, la empujas contra la pared y le das la vuelta. Empiezas a darle besitos por el cuello y ella se rie de las cosquillas, pero le gusta. Sigues con tus besos por sus hombros. Le susurras al oido lo guapa que es, y sigues dando besitos por su omoplatos, hasta llegar a la mitad de su espalda.

Te arrodillas tras ella y empiezas a rozar con las yemas de tus dedos sus pantorrillas, sus muslos hasta llegar a sus nalguitas, tiene un culo precioso, redondito y sin ninguna arrugita ni nada, la piel de sus piernas y nalgas es perfecta. Le das un beso en un cachete, luego otro en el otro y juegas así durante un rato hasta que empiezas a acariciar sus piernas, sin parar de darle besitos. Le ayudas a abrirse un poco de piernas y tiras de su culo para atras pero empujas su pecho contra la pared.

Tus manos empiezan a adentrarse entre sus muslos y tras un rato de caricias, tu mano llega hasta su sexo, caliente y mojado. Le acaricias suavemente la vulva, el clítoris, los labios vaginales hasta que llegues a su ano. Y ahí le das un beso, en el ojete. Le das varios mientras que con tus manos le separas las nalgas y puedes ver perfectamente su esfínter rosa oscuro bien cerrado. Sacas tu lengua y empiezas a lamerle su ojo ciego.

La respiración de Anita es mucho más rápida y entrecortada, tus lamidas anales están logrando que sus gemidos sean audibles, ha echado su culo más atras para que tengas mejor acceso a su tesoro, o eso te parece a ti. Sigues lamiendola, sigues pasando tu lengua hacia arriba y hacia abajo, haciendo circulos por su esfínter, y ella ha bajado sus manos hasta su culo y te está abriendo sus nalgas para que puedas deleitarla con tu lengua. Tus manos quedan libres.

Aprovechas para masturbarte con tu mano izquierda y masturbarla con el pulgar de tu mano derecha el clítoris. Su respuesta es instantanea, ahora gime más fuerte, su cuerpo se estremece y oyes que dice que sí, que sigas así, que no pares. No piensas parar de momento, pero dejas de lamerle el culo e intentas meterle la lengua dentro de su ano, fuerzas con la lengua su entrada - o más bien salida - y ella se da cuenta de lo que tratas y de repente notas que su ojete se "abre" y tu lengua se abre paso dentro. Primero poco, pero luego más, hasta que no puedes sacar más lengua.

Anita se corre, se corre como nunca se ha corrido, su ano se abre y contrae en convulsiones, de su coñito sale líquido a chorros como si se meara y sus piernas flaquean y acaba cayendose de rodillas y sigue con convulsiones, con la boca abierta, sin proferir un solo sonido y tras medio minuto de masturbarse, suelta un alarido y se queda de rodillas, con la cabeza en el suelo, como si rezara a mahoma, con el culo en pompa, totalmete abierto, con el esfínter totalmente al alcance y rendida a su orgasmo.