DIA 6: GUIZA Y SAQQARA (TARDE)

El grupo se dividió, como hemos dicho en dos excursiones distintas. Nosotros nos fuimos a Saqqara, con mi querido Jorge y su mujer, además de otros cinco. Nos llevaron a comer a un lugar preparado para turistas, pero la comida era rica. Nos reímos mucho y disfrutamos de la conversación, en especial con Jorge. En cierta momento, antes de irnos, Jorge y yo nos fuimos al baño, esperando que el que estaba en él saliera. Hablamos un poco de la experiencia del viaje, de qué nos estaba pareciendo y de qué nos esperaba. Era imposible no notar cómo nuestra conexión crecía. La puerta del baño se abrió, y Jorge me dijo que pasara. Entre y resoplé, resignado. No podía enamorarme de él. Tenía que ser fuerte y…

Cogí rápidamente el móvil y pare el tiempo. Salí del baño y allí estaba él. Esperando su turno y esperándome a mi.

-Solo un beso-me dije- Solo un simple beso.

Me acerqué temeroso a Jorge y le acaricie el rostro. Sus barba de unos días enmarcando su cara redonda. Le abracé e inspiré su aroma. Le besé en los labios. Luego otra vez. Después le abrí un poco su boca para luego…

Me liberé. Mi lengua buscó la suya en el interior de su boca. Me pegué a su cuerpo como si necesitara su calor. Le agarré sus grandes nalgas y su entrepierna. Su sexy Michelin y sus pechos. Le subí su camiseta y pasé mi lengua por su cuerpo. Le lamí uno de sus pezones para luego pasar al otro. Volví a su boca para retornar a su pecho. Tenía la polla durísima, y me restregaba con él.

Me puse de rodillas y le bajé el pantalón, apresurado. Luego su calzoncillo, apareciendo ante mi su polla. Cogí tembloroso el móvil para hacer una burbuja a su polla y poder sentirla erecta. Le lamí los huevos y la polla. Me la metí en la boca. La devoré completamente hasta que estuvo del todo dura. La miré. Su vello genital recortado. Sus piernas sin apenas vello. Quería sentir esa polla dentro de mi. Necesitaba…

Me detuve. Esto no estaba bien. Con él no. Me acerqué de nuevo a Jorge, suspendido en el tiempo, y le di un casto beso de nuevo.

-Lo siento.

Volví al punto de origen. Ante mi, el cuerpo desvestido y cambiado de Jorge volvió a su posición original, al momento en que active el paro del tiempo. Luego volví al baño y active de nuevo el tiempo.

Cuando salí encontré a Jorge incomodo. Rápidamente, entró en el baño. Apesumbrado, me marché de allí. No siempre se debe tener los que deseas.

La visita a Menfis y Saqqara fue increíble. El viaje me estaba gustando cada vez más. Eso sí, estuve toda la tarde apenado, sintiéndome culpable y patético por lo sucedido en la comida con Jorge. Cuando llegue al hotel, me sentía cansado de cuerpo y de mente. Necesitaba ducharme y olvidar lo sucedido con el recién casado.

Al abrirse la puerta del ascensor, me encontré por casualidad con el joven Adrián, que me saludo.

-¡Lo he hecho!- me dijo entusiasmado.

-¿El que?

-Tu cosa especial. Lo de los padres.

Se me acercó y me susurro a la oreja izquierda.

-Lo de las mamadas. Lo he estado mirando un rato por el móvil y luego he buscado a un padre para practicar y lo he hecho muy bien. El me lo ha dicho.

• ¿Con quien…?

-Con el padre de Carlos y Lucas.

“Claro, pensé, lo sugestioné sobre eso hace varios días”

-Le he preguntado si quería ayudarme y me ha dicho que si. Me ha llevado a su habitación y me ha dado muchos besos al principio. Luego se ha bajado los pantalones y me ha enseñado su polla. La tenía muy dura y estaba lleno de pelos blancos. Allí he empezado a hacer lo que había visto en los vídeos de Internet. Me la he metido en la boca y le he dado lametones como si fuera una piruleta. Luego como si fuera un chupa-chups. Se ve que no lo hacía muy bien o algo así por qué me ha cogido de la cabeza con las dos manos y ha empezado a moverse muy rápido, haciendo que me ahogara. Pero lo he soportado bien y al final ha empezado a salir de su polla su leche. Ha salido mucha y me la he tenido que tragar para no ahogarme.

-¿Te ha gustado?- le pregunté.

-Bueno. El luego me ha dicho que lo he hecho muy bien. Me ha abrazado y dado muchos besos y me ha dicho que cuando quiera podemos repetirlo. Me he sentido querido como hijo otra vez. Eso sí me ha gustado.

-Muy bien Adrián. Sigue practicando para que cuando lo hagas con tu padre lo hagas perfecto.

-Claro, eso hare.

Nos despedimos chocando las manos y nos fuimos cada uno a su habitación. Yo estaba empalmado.