A su compañero de trabajo comercial

-¿Que tal van las cuentas del tercer trimestre, Linares?- le pregunta el jefe de Enrique mientras pasa por su mesa.

-Lo tendrá en unos días-le contesta este, mintiendo claramente, pues Toni no ha poseído el cuerpo de su vecino para trabajar.

-Que este mañana-le contesta el jefe, marchándose al segundo.

Toni-Enrique resoplo. El trabajo de su adorado vecino era bastante peor de lo que el imaginaba. En cambio, el de su Pablo, su compañero de ventas, si que era interesante. El comercial estaba sentado en su silla, con los pies sobre su escritorio mientras hablaba por teléfono, usando su labia para cerrar algún contrato. Toni ya había elegido su siguiente receptáculo. Estuviera mas cerca o menos de su objetivo final.

Cuando habitaba un cuerpo, el pecador sabia todo lo que este conocía. Por lo que pensó que la manera mas intima de intercambiar fluidos entre él y su siguiente cuerpo era la lavandería de la empresa, en los sótanos de la torre donde trabajaban. Como bien sabia al probar el laser con su vecino, la atracción sexual hacia el pecador no surgía como un arrebato explosivo, si no que podía atraerlo hacia su escondite escogido. Toni-Enrique uso el laser de forma disimulada en el momento en que Pablo colgó el teléfono. Luego, acercándose a su mesa, le dejo un papel en que le decía:

"Nos vemos en 10 minutos en la lavandería"

Estuvo en 7. Cuando llegó, no se lanzó como un loco sobre su cuerpo si no que se puso a mirar a Enrique de manera golosa.

-¿A que me has traído aquí Linares?-preguntó, mientras disimuladamente se tocaba el paquete, que ya estaba totalmente duro.

-Quiero que me comas la polla y te tragues todo el semen-dijo con fuerza Toni-Enrique, mientras se sacaba el rabo, que no estaba ni excitado-Es importante lo de semen.

El pecador pensaba que sucedería igual que con su vecino. En cambio, el comercial negó en silencio mientras recorría sus labios con su lengua y, sacando su polla, de gran tamaño, a través de la bragueta de su traje, le hizo un gesto con el dedo.

-Esto no va a funcionar así-le dijo, mientras se sentaba sobre una mesa- Vas a ser tu quien me coma la polla. Y lo vas a hacer por que soy capaz de convencerte que lo hagas. Por ejemplo, mira como esta la mía. Como me la has puesto. y luego mira la tuya.

Toda la confianza que tenia el pecador al habitar en su nuevo cuerpo se desvaneció. El laser había funcionado, pero no como el pensaba. Podía marcharse ahora y al dormir, regresar a su cuerpo, o volver a vivir otro día como Enrique, con su trabajo absurdo y su hijo que no le hablaba. No. Toni tomó una decisión, se puso de rodillas y comenzó a hacerle una mamada a Pablo como había visto en las películas porno.

Toni (ya no se sentía muy Enrique en ese momento) hizo lo que pudo. Pero no es fácil hacer que se corra alguien cuando era la primera polla que se metía en la boca. Tras casi 10 minutos, el comercial se canso, y alzándose de la mesa comenzó a quitarle los pantalones a Toni. Al fracasado se le iluminaron los ojos, pues pensaba que seria el momento en que se la chuparan a él y poder introducir su semen dentro del receptáculo de mañana. En cambio, Pablo le colocó sobre la mesa, acercó su polla sobre el agujero virgen y estrecho de Enrique y de dos empujones comenzó a penetrarlo.

La sensación era muy intensa. Toni sentía como toda la polla le rozaba las paredes del culo, un culo que no estaba preparado para tal magnitud de herramienta. Empezó a gritar, pero sus gritos casi parecían gemidos, por lo que el comercial uso la corbata del traje de Enrique para amordazar a este mientras seguía bombeando.

Cuando se canso de esa postura, Pablo colocó sobre la mesa de la lavandería a Toni, que aprovechó para recuperar aliento. No le dejó demasiado tiempo para descansar pues, desgarrándole los botones de la camisa, sacó a relucir el pecho tonificado y velludo de Enrique. Luego volvió a penetrarlo, mientras con una mano agarraba las carnes del cuerpo poseído como si quisiera llevárselos.

-Nunca he estado con un hombre antes-decía, mientras le follaba- Pero eres una puta excepcional. Debemos repetir esto.

-Si- afirmo Toni-Enrique, esperando que de esa manera se corriera antes- Lo haremos cuando quieras. Soy todo tuyo.

Esas palabras parecían grabarse en el cerebro de Enrique. El pecador supo, que, esa decisión, marcaria al receptáculo cuando este no estuviera poseído por él. Poco le importaba. Toni no seria mas veces follado por Pablo por que no habitaría mas veces a su vecino.

Las sucias palabras vertidas por los labios carnosos de Enrique tuvieron su eficacia, pues entre bramidos, Pablo saco su polla del culo ya abierto del contable y comenzó a eyacular sobre el pecho abierto de Enrique. Toni-Enrique, asustado por si no funcionaba al no haberse corrido dentro como le habían dicho los demonios, pasó sus dedos por su abdomen y pectorales, recogiendo cuanto esperma pudo e introduciéndoselo en la boca.

-Si que eres una gran puta- afirmó Pablo.

Toni volvió a casa de Enrique y , sin cenar y sin hablar con el hijo de este, se introdujo en la cama. Quería que el día pasase ya. Quería estar en el cuerpo, en la vida, de ese comercial capaz de venderle arena a un beduino.