Todo por una propina

Después de pedalear como un loco, y subir escaleras, ese pedido iba a ir con propina.

-Un momento- le dijo al hombre, mientras encendía la consola.

Ante el solo apareció un nombre. Al ver que este iba a cerrarle la puerta en los morros, apretó uno de los botones y el cliente detuvo el gesto. Sus ojos se abrieron. Sus labios se humedecieron. Su polla se marco bajo el pantalón.

-¿Si te enseño algo de carne...- insinuó el repartidor- tendría algo de propina?

El hombre paso la lengua por sus labios mientras se tocaba la entrepierna.

-Depende de lo que enseñes.

Y agarrándolo del brazo, lo metió dentro de la casa, cerro la puerta y lo introdujo en una de las primeras habitaciones.

-Cariño- se escucho una voz de mujer en el fondo de la casa- ha llegado ya la pizza.

-Si- le contesto este, mientras no paraba de desnudar a Lucas con la mirada- estoy pagando al repartidor.

Luego se acerco al muchacho y este le puso una mano en el pecho para detenerlo.

-Se mira pero no se toca- le dijo.

-Entonces empieza. Mi mujer quiere ya la pizza.

Lucas no había hecho nada semejante, pero dado que tenia que desnudarse delante de un desconocido por dinero, al menos que le pagara lo máximo. Así que empezó a desnudarse con un ligero contoneo, intento imitar a la chicas que veía en sus videos porno.

-Umm- susurro el hombre mientras se agarraba el paquete- tienes un cuerpo de escandalo. Enséñame mas.

Lucas se desnudo del todo, mostrando su cuerpo como si fuera un modelo. A punto estuvo de marcharse cuando el hombre se saco la polla y comenzó a pajearse, siempre manteniendo la distancia, claro.

-La quiero ver dura- exigió el hombre

-Pero...

-¿Quieres propina o no?

Lucas empezó a tocarse la polla pensando en alguna chica de la universidad. Por suerte no tardo en que se le pusiera erecta.

-Ahora pajeate. Córrete conmigo.

-¡Que guarrada!

-Si lo haces, te doblo la propina.

Lucas se convenció y, sentado bajo la cama, comenzó a masturbarse. Era complicado excitarse, pues el cliente no paraba de decirle guarradas, pero poco a poco fue acostumbrando a la mirada lasciva del hombre y noto que estaba a punto de eyacular.

-Me corro- anuncio el chico

-Yo también- le contesto el hombre, que empezó a correrse y, como estaba de pie, su esperma salió disparado sobre el cuerpo desnudo de Lucas, que con asco, le pillo a eyaculando, juntando su leche con la del cliente.

-Ya tienes tu propina- le contesto el hombre, mientras tocaba algo en el móvil- ahora largo de mi casa.

Lucas cogió la ropa y se marchó lo mas rápido posible.