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Chapter 17 by Alman02 Alman02

What's next?

Nueva personalidad

Noah se encontraba en la sala de su casa, contemplando a Morgana, su esclava hipnotizada, con una mirada penetrante. Se acercó a ella y le ordenó con voz firme pero cargada de deseo:

"Morgana, cubre tus pechos y vístete. Vamos al pueblo a comprar algo de comida".

Justo antes de que Noah lo olvidara le devuelve su personalidad a Morgana ya que sería extraño que seria extraño que un titere vestida de sirvienta lo siguiera en el mercado del pueblo y una vez lista, Noah le ordenó que lo acompañara al pueblo. Morgana respondió con su clásico tono formal: "Sí, querido amo", mientras seguían hacia su destino.Una vez lista, Noah le ordenó que lo acompañara al pueblo. Morgana respondió con su clásico tono formal: "Sí, querido amo", mientras seguían hacia su destino.

Mientras caminaban bajo los hermosos árboles de hojas azules, Morgana no pudo evitar admirar a su querido amo. Pensaba para sí misma en lo afortunada que era de tenerlo e intenta tomar su mano pero sin embargo, su intento de tomar su mano de manera sigilosa fue interrumpido cuando Noah volvió hacia ella para entablar una conversación.

Noah notó el gesto de Morgana y tomó su mano con ternura, recordándole que, aunque Samantha fuera su esclava-esposa principal, él también la amaba con todo su corazón. Este gesto hizo sonreír a Morgana, quien pensaba en lo mucho que amaba a su querido amo.

Mientras caminaban por el sendero boscoso hacia el pueblo, Noah se sumergió en sus propios pensamientos oscuros. La luz del sol se filtraba a través de las hojas azules de los árboles, creando un ambiente hermoso para la pareja.

A pesar de las bellezas naturales que los rodeaban, la mente de Noah estaba ocupada por pensamientos más oscuros y egoístas. Observaba a Morgana caminar a su lado, sus pechos prominentes moviéndose con cada paso, y una sonrisa siniestra se curvaba en sus labios.

"No importa que los sentimientos de amor de Morgana hacia mi sean fabricados", pensó Noah para sí mismo. "La verdad es que tener a una mujer tan hermosa y sumisa a mi lado, dispuesta a hacer cualquier cosa por mí, es un poder que vale cualquier precio".

Sus pensamientos se volvieron hacia su hermana, Samantha, cuya mente también estaba sometida a su control. A pesar de las complejidades morales de sus acciones, Noah no sentía remordimiento. Al contrario, se sentía más poderoso y satisfecho que nunca al pensar en el control total que tenía sobre ellas.

"¿Por qué debería preocuparme por los sentimientos fabricados cuando puedo tener a estas mujeres a mi merced?", se preguntó Noah en su mente con frialdad. "El control mental me da todo lo que quiero: poder, placer y obediencia absoluta".

A medida que avanzaban por el sendero, La idea de tener dos mujeres hermosas y sumisas a su lado lo llenaba de un placer perverso y una sensación de poder indescriptible.

Noah y Morgana caminaban por las empedradas calles del pintoresco pueblo, rodeados por la atmósfera mágica que ofrecía el bosque encantado. Los lugareños los miraban con admiración mientras pasaban, cautivados por la belleza y la elegancia de Morgana.

La figura esbelta y delicada de Morgana destacaba entre la multitud, sus largos cabellos blancos ondeaban suavemente con la brisa, y sus ojos brillaban con un fulgor hipnotizante. Aunque muchos se maravillaban de su belleza, Morgana caminaba con la dignidad de una verdadera dama, completamente centrada en servir a su querido amo.

Noah, por su parte, se sentía como el hombre más importante del lugar al tener a una mujer tan deslumbrante como su sirvienta. Sabía que muchos en el pueblo lo envidiaban por tener a una mujer tan hermosa y sumisa a su servicio. Sin embargo, lo que nadie sabía era que esta misma mujer, hace apenas unos meses, lo había despreciado con todo su ser.

Recordó con satisfacción cómo había manipulado la situación, usando a Samantha, su otra esclava, para regalarle a Morgana un brazalete encantado. Lo que parecía un gesto de amistad, en realidad era otro artículo de control mental, diseñado para someter aún más a Morgana y asegurarse de que solo le fuera fiel a él y lo amara con devoción.

Noah se sentía poderoso al saber que tenía el control absoluto sobre Morgana, la mujer que una vez lo menospreció. Y mientras caminaban juntos por las calles del pueblo, bajo el resplandor del sol de la tarde, Noah sabía que su poder sobre Morgana era absoluto, y que cualquier deseo suyo sería cumplido sin reservas.

Noah y Morgana caminaron de regreso a casa con las bolsas llenas de comida, disfrutando del fresco aire del anochecer mientras se dirigían hacia su hogar. El sol se ocultaba lentamente en el horizonte, pintando el cielo con tonos cálidos y dorados.

Una vez en casa, Noah le ordenó a Morgana que preparara la comida, a lo que ella respondió con su característico "Sí, querido amo", y se dirigió a la cocina para comenzar con los preparativos. Mientras tanto, Noah subió al cuarto donde Samantha descansaba, embarazada con el hijo de su hermano menor, Noah.

Noah abrió suavemente la puerta del cuarto y se encontró con Samantha acostada, radiante incluso en su sueño. No pudo evitar sentir una oleada de admiración por la belleza de su hermana. Entonces, decidió utilizar su poder de control mental para despertarla.

Decidió usar su poder de control mental para despertarla. Samantha abrió los ojos lentamente. Aunque sus ojos seguían siendo morados, la señal de que estaba en su estado de trance bajo el control de noah.

Noah usó su poder una vez más, esta vez para devolverle su personalidad amorosa y devota hacia él. Los ojos de Samantha volvieron a su hermoso azul original, y una sonrisa iluminó su rostro al ver a su querido hermano frente a ella.

Sin decir una palabra, Samantha se levantó de la cama y se acercó a Noah con pasión y amor en su mirada. Lo abrazó con ternura y luego lo besó con amor y pasión, demostrando su afecto incondicional hacia él.

Noah la abrazó con fuerza, sintiendo el amor y la devoción que emanaban de ella. En ese momento, no había nada más importante que el vínculo especial que compartían como hermanos y amantes.

Noah sonrió y le ordenó a Samantha que le mostrase sus pechos como lo debe hacer una buena y obediente hermana mayo, a lo que Samantha le responde con un. "Claro que sí, hermanito", dijo ella con una sonrisa traviesa, "los pechos de tu hermana mayor son solo tuyos para usarlos como quieras".

Con gran excitación, Noah se abalanzó sobre Samantha, tomando sus pechos con lujuria mientras su hermana solo gemía de placer. Sus manos exploraban cada curva, cada suave protuberancia, disfrutando del tacto y la sensación de tener a su hermana mayor bajo su control.

Samantha se dejo llevar por el placer, dejando escapar suaves gemidos mientras Noah la acariciaba y jugaba con sus pechos. Para ella, no había nada más importante en ese momento que satisfacer los deseos de su amado hermano menor, entregándose completamente a su voluntad.

En ese momento Samantha se encontraba en la cúspide de la felicidad por tener a la persona que más ama y solo hay espacio para una persona en su corazón y ese es solo su hermano Noah, todas las personas que algunas vez fueron importantes para Samantha ahora son insignificantes, personas como su padre, Morgana, Sebastián incluso su difunta madre ahora solo son cosas del pasado, sólo noah es su prioridad para complacer y servir el resto de su vida.

Noah se acomodó en la suavidad de su cama, sus músculos anhelando el toque reparador de unas buenas tetas. Con un tono sereno pero autoritario, le pidió a su hermana mayor, Samantha, que le brindara ese placer con sus tetas. Con una sonrisa amorosa, Samantha aceptó con un "Sí, querido hermano".

El tacto experto de Samantha sobre la piel de Noah era como un bálsamo, las oleadas de placer eran majestuosas. En medio de ese éxtasis, luego de un rato de se masturbado por los pechos de su hermana Noah sintio como queria correrse por lo que sin previo aviso se corre en su hermana, empapándome desde el rostro hasta sus enormes pechos.

Con una sonrisa suave y amorosa, Samantha le pidió a Noah avisarle la próxima vez para estar preparada. La expresión de Samantha reflejaba una calma y comprensión que irradiaba su amor fraternal hacia su hermano menor algo que para Noah lo haría sentir placer el control que tiene sobre su hermana haciendo que solo lo ame a él.

Noah observó cómo Samantha probaba el semen que se había derramado sobre sus pechos. "Está delicioso", dijo ella con una voz suave

Justo cuando estaban a punto de entregarse a más momentos de intimidad y pasión, Morgana interrumpió con la noticia de que la comida estaba lista.

Noah se quedó admirando el escultural cuerpo de su hermana mientras ambos se vestían. Cada curva, cada línea de su figura despertaba un deseo intenso en él. Sin embargo, guardó sus pensamientos para sí mismo mientras se dirigían hacia el comedor, donde una variedad de deliciosos platos los esperaba, cortesía de la servidumbre de Morgana.

Noah no pudo evitar sentirse emocionado al ver la mesa llena de manjares exquisitos. Se sentaron juntos, y sin dudarlo, Noah ordenó con voz firme a Morgana que se sentara en su regazo y le diera de comer. Con una sonrisa amorosa y sumisa, Morgana respondió con un "Sí, querido amo". Se acomodó en el regazo de Noah y comenzó a alimentarlo con los suculentos manjares.

La escena era una mezcla de intimidad y sumisión, con Noah disfrutando de los placeres de ser servido por su hermana y Morgana mostrando devoción hacia su amo mientras compartían la comida.

Noah, decidió usar nuevamente sus poderes de manipulación mental. Con un gesto sutil pero determinado, moldeó las mentes de Samantha y Morgana a su antojo, haciendo que Samantha fuera completamente inconsciente de lo que Noah haría con Morgana.

Una vez que tuvo a Morgana bajo su influencia, la sumió en un estado de trance que emulaba la pasividad de un títere, pero con una sutil chispa de sumisión en sus ojos. Como si fuera un director de marionetas, Noah la controlaba con maestría.

"Abre la boca, Morgana", ordenó Noah con una voz que resonaba con autoridad. La respuesta de Morgana fue inmediata y obediente: "Sí, querido amo", dijo con una calma que solo el control mental podía otorgar.

Con la precisión de un manipulador consumado, Noah tomó un bocado de comida y comenzó a masticarlo deliberadamente, saboreando cada trozo antes de transferirlo a los labios de Morgana. El alimento pasó de la boca de Noah a la de Morgana, quien, aún en su estado de trance, seguía las órdenes de su amo sin cuestionar.

Mientras Morgana obedecía, Noah aprovechó la oportunidad para recalcar la importancia de mantener una alimentación adecuada para mantener su salud y belleza, especialmente sus prominentes pechos, que eran objeto de su deseo y obsesión desde que era un niño, claro junto con los de su hermana. Con una mano firme y posesiva, agarró uno de los pechos de Morgana metiendo su mano debajo de la ropa de su sirvienta, sintiendo su textura suave y firme bajo sus dedos.

La excitación palpitaba en el aire mientras Noah ejercía su control tanto físico como mental sobre Morgana, quien, envuelta en el manto de la sugestión, apenas podía contener un leve gemido de placer ante la intensa manipulación que experimentaba.

Noah observaba con ternura a su hermana, Samantha, mientras disfrutaba de su comida con inocencia, ajena a las manipulaciones que él ejercía sobre Morgana. Aunque podría haber interrumpido su comida para satisfacer sus propios deseos, Noah decidió contenerse, especialmente considerando el embarazo de su hermana.

Una vez que terminaron de comer, Noah se levantó de la mesa y tomó la mano de Morgana, quien permanecía en su estado de trance, sin oponer resistencia. Con pasos tranquilos, los llevó a la sala, donde se sentó en el sillón y ordenó a Morgana que se arrodillara ante él.

Mientras Morgana obedecía sin vacilar, Noah se sumió en sus pensamientos, considerando qué hacer a continuación. Sabía que tenía el poder de modificar la mente de Morgana, como lo había hecho en el pasado.

Por el momento, decidió no realizar ningún cambio en la mente de Morgana, prefiriendo disfrutar de su control sobre ella de manera más directa. Con esa idea en mente, ordenó a Morgana que expusiera sus pechos para él. Con una voz monótona pero obediente, Morgana respondió: "Sí, querido amo", y comenzó a desvestirse desde el cuello hasta la cintura, revelando sus prominentes pechos a Noah.

Noah observó con deseo el cuerpo de Morgana, saboreando el poder que tenía sobre ella. Aunque tenía muchas opciones frente a él, por el momento decidió simplemente deleitarse con la visión de su hermosa sirvienta, sabiendo que podía tomar cualquier acción que deseara en cualquier momento.

Noah se concentró profundamente, canalizando su poder de control mental hacia Morgana. Con habilidad y determinación, comenzó a modificar su mente, para Noah, la antigua Morgana ya no existía; solo quedaba un cascarón vacío que él podía moldear y manipular a su antojo.

"Morgana", llamó Noah con voz firme pero dulce, "a partir de ahora, actuarás como mi hija una niña inocente, profundamente enamorada de mí. Harás todo lo que te pida, complaciéndome con tu cuerpo cualquier forma que pueda desear y te encantara beber de mi semen".

Morgana asintió con una mirada vacía, completamente entregada a la voluntad de Noah. Para ella, no había más que obedecer y amar a su amo incondicionalmente.

Noah sonrió con satisfacción, sabiendo que ahora tenía a Morgana exactamente donde la quería. Con un gesto de su mano, la ordenó que se acercara.

Morgana tarda un momento en asimilar las nuevas ordenes en su cerebro entonces una vez que regreso en si vio a Noah "Papi, te amo", le dijo Morgana con una voz alegre y juguetona, lista para cumplir cualquier deseo de su papi Noah.

Morgana, con su mente alterada por el control de Noah, se lanzó hacia él con la inocencia de una niña, viéndolo como su papá. Se sentó en su regazo con total confianza y comenzó a darle cariñosos besos en las mejillas. Noah, sorprendido por esta nueva faceta de Morgana, se dejó llevar por el momento, emocionado de tenerla tan cerca y tan cariñosa.

Morgana, con su mente alterada por el control de Noah, se lanzó hacia él con la inocencia de una niña que busca a su padre. Se sentó en su regazo con total confianza y comenzó a darle cariñosos besos en las mejillas, como si fuera su papi. Noah, sorprendido y emocionado por la peculiar situación, correspondió con ternura a sus gestos infantiles.

El gesto infantil de Morgana emocionó a Noah de una manera inesperada. Ver a una mujer madura actuar tan inocentemente le resultó encantador y estimulante. Aunque sabía que su transformación era el resultado de su control mental, no pudo evitar sentirse cautivado por su ternura.

Con un gesto gentil, Noah rodeó a Morgana con sus brazos, sintiendo el suave roce de su cabello blanco como la nieve. Con un suspiro de satisfacción, Noah deshizo la cola de caballo de Morgana, dejando caer su cabello en cascada alrededor de ellos, creando un aura de intimidad y complicidad entre ambos.

Noah, después de recibir el masaje de Morgana, se dejó llevar por el placer acumulado y liberó su jugo de amor en la boca de su hija. Morgana, con una sonrisa complacida, recibió el regalo con gusto, saboreando el sabor salado pero delicioso.

Con un gesto cariñoso, Morgana expresó su aprecio, mencionando su jugo de amor es aún más delicioso porque viene de su papi. Noah, con ternura, acarició la cabeza de Morgana y le aseguró que siempre podría beber de su jugo de amor cuando quiera

Noah se encontraba pensando Samantha, preguntándose cómo estaba. Mientras reflexionaba se levanto y se dirigió hacia el comedor, pero sintió cómo Morgana lo tomaba del brazo con una fuerza sorprendente, jalándolo hacia el suelo.

Sobresaltado por la acción inesperada, Noah se encontró cara a cara con Morgana, cuyos ojos brillaban con lágrimas. Con voz entrecortada por la emoción, Morgana le suplicó que no se fuera, expresando su deseo de resolver cualquier error que pudiera haber surgido. Noah al notar su lujurioso cuerpo cedió ante Morgana

Noah tomó suavemente el rostro de Morgana entre sus manos, sintiendo el latido acelerado de su corazón. Con voz suave, le aseguró que se quedaría un poco más y le ordeno que le quitara los pantalones y que introduzca su vara de amor dentro de ella.

Algo que Morgana acepta con gusto y rápido se desviste por completo y procede a quitarle los pantalones a su papi, toma su pene y poco a poco lo inserta dentro de ella haciendo gemir con locura a Morgana pensando para si misma que nunca había sentido algo parecido y en lo feliz que se siente por tener a su papi dentro de ella, le pregunta a Noah que debe hacer después y Noah masajeando sus pechos le explica que debe montarlo y esto hace Morgana aumentando la velocidad poco a poco y Morgana coloca sus pechos encima de Noah casi asfixiándolo.

Noah, tras un encuentro rápido pero intenso con Morgana, decide finalmente ir a reunirse con Samantha. Sin embargo, Morgana insiste en que se quede con ella, deseando más tiempo con su "papi". Noah, queriendo calmarla, menciona que irá a ver a la mamá de Morgana para asegurarse de que esté bien.

La respuesta de Morgana es desconcertante: "No tengo mamá", dice con un tono confundido. En ese momento, Noah aprovecha su habilidad de control mental y reordena las memorias de Morgana, implantando la idea de que Samantha es la mamá de Morgana. Morgana queda momentáneamente paralizada, procesando esta nueva información que ha sido impuesta en su mente.

Después de un breve momento, Morgana parpadea y su rostro se ilumina con una sonrisa alegre. "¡Tienes razón, papi! Ve a ver a mamá", responde con entusiasmo. Noah aprovecha la oportunidad para ordenarle a Morgana que se vista, a lo que ella responde sumisamente con un "Sí, papi".

Dejando a Morgana en la sala, Noah se dirige a reunirse con Samantha, con la mente llena de pensamientos sobre las complicaciones que surgen de su control sobre la mente de los demás.

Noah entra en el comedor y ve a Samantha, quien ya ha terminado de comer. Samantha lo saluda con una sonrisa, y Noah se acerca a ella para platicar.

"Noah, la comida estuvo deliciosa", comenta Samantha.

Noah asiente con satisfacción y se sienta junto a ella. Comienzan a charlar animadamente, pero en un momento, Noah decide utilizar su control mental en Samantha. Con cuidado, reordena su mente, implantando la idea de que ellos dos son los padres de Morgana y que tienen el deber de enseñarle sobre los placeres carnales.

Samantha queda momentáneamente paralizada por la información que se agrega en su cerebro, sus ojos muestran confusión y sorpresa. Después de unos segundos, parpadea y mira a Noah con una expresión completamente diferente.

"Es hora de ver a nuestra hija y enseñarle cómo complacer a un hombre".

Noah invita a Samantha a seguirlo a la sala, y ella responde con un dulce "Sí, mi amor". Juntos se encaminan hacia la sala, donde encuentran a Morgana jugando con su cabello. Al ver a sus padres, Morgana se emociona y corre para abrazarlos a ambos, con una sonrisa radiante en su rostro.

"Mamá, papá, ¡qué felicidad verlos!", exclama Morgana con entusiasmo. Luego, con una mirada traviesa, agrega: "Ya complací a papá con mi cuerpo hace rato y estoy muy orgullosa de ello".

Samantha, con una sonrisa maternal, felicita a Morgana por su logro, pero le dice con ternura que aún le falta mucho por aprender sobre cómo complacer a papá, pero que ella se encargará de enseñarle todo lo que sabe. La expresión de Morgana se ilumina aún más ante la idea de aprender de su madre.

"Oh, sí, mamá. ¡Pondré mucha atención y aprenderé todo lo que pueda!", responde Morgana emocionada, lista para recibir las lecciones de su madre.

Samantha se sienta con Morgana en el sillón de la sala, preparada para explicarle las bases sobre cómo satisfacer a un hombre. Con voz suave pero firme, comienza a hablar.

"Mira, cariño, para complacer a un hombre hay que aprender ciertas cosas", comienza Samantha, mientras Morgana la escucha con atención. "Primero, debes aprender a prestar atención a lo que él te pide y cómo te hace sentir. Luego, debes ser cariñosa, atenta y estar siempre dispuesta a darle placer".

Morgana asiente con entusiasmo, absorbiendo cada palabra de su madre. "¿Y cómo sé si lo estoy haciendo bien, mamá?" pregunta con curiosidad.

Samantha sonríe con ternura. "Eso es lo divertido, cariño. Siempre puedes practicar y recibir retroalimentación", responde. Luego, mira a Noah con una mirada traviesa. "De hecho, tu papi estará encantado de ser nuestro sujeto de prueba, ¿verdad, amor?"

Noah sonríe con complicidad y asiente con entusiasmo. "Por supuesto, cariño. Estoy más que dispuesto a ayudar", respondio Noah.

Morgana no puede contener su entusiasmo y exclama emocionada: "¡Sí, papi también va a participar!"

Noah asiente con una sonrisa cómplice, complacido de poder ayudar en la enseñanza de Morgana. Su expresión refleja un brillo travieso mientras anticipa lo que está por venir. Está dispuesto a ser un buen ejemplo para Morgana y enseñarle con paciencia y dedicación.

Noah observa a Morgana con una mezcla de asombro y satisfacción mientras Samantha le enseña los detalles sobre cómo complacerlo. Aunque sabe que Morgana ya posee cierta habilidad para satisfacerlo, verla entusiasmada por aprender y perfeccionar sus técnicas es una experiencia gratificante.

En su mente, Noah reconoce que Morgana, con su experiencia y habilidades previas, puede superar incluso a su hermana en algunos aspectos. Su belleza madura y su disposición para adaptarse y mejorar son rasgos que Noah siempre ha admirado en ella.

La ironía de la situación no pasa desapercibida para Noah. Aquí está él, siendo el centro de atención y la lección de una madre a su supuesta hija sobre cómo satisfacer a un hombre. Aunque la situación es bastante peculiar, Noah no puede evitar encontrarla divertida y refrescante.

Samantha se sienta frente a Morgana con una expresión serena pero llena de determinación. Su voz suave llena la habitación mientras comienza a explicar las diferentes partes del cuerpo masculino que Morgana debe aprender a satisfacer y cómo hacerlo.

"Primero que todo, hija, debes entender que el cuerpo masculino es diferente al nuestro", comienza Samantha, manteniendo un tono calmado pero firme. "La clave está en aprender a reconocer y estimular las zonas sensibles de tu papi para brindarle el máximo placer".

Morgana asiente con atención, absorbiendo cada palabra de su madre mientras se prepara para aprender. Sus ojos brillan con curiosidad y determinación, lista para absorber todo lo que Samantha tiene para enseñarle.

Samantha continúa, describiendo con detalle las diversas partes del cuerpo masculino y cómo cada una puede ser estimulada para generar placer. Desde los labios hasta el cuello, pasando por el pecho y el abdomen, hasta llegar al pene.

"Recuerda, querida, que el placer de tu papi es tu prioridad", enfatiza Samantha, transmitiendo la importancia de la satisfacción mutua en la intimidad. "Y siempre, siempre, debes comunicarte con él y prestar atención a sus respuestas para adaptarte a sus deseos y necesidades".

Morgana escucha con atención cada consejo de su madre, asimilando la información con determinación y compromiso. Mientras tanto, Noah observa la escena con una mezcla de fascinación y anticipación, sintiéndose agradecido por tener a dos mujeres tan dedicadas bajo su control.

En una atmósfera íntima y cómplice, Samantha guía a Morgana en su lección sobre cómo complacer a un hombre. Sentados en el sofá, Noah observa con una sonrisa mientras Samantha se arrodilla frente a él, acariciando con delicadeza su "vara de amor". Morgana observa con atención, absorbiendo cada movimiento de su "madre" con gran interés.

Con una mirada seductora dirigida a Morgana, Samantha comienza a explicar: "Mira, querida, uno de los aspectos importantes para satisfacer a un hombre es prestar atención a sus deseos más profundos". Sin apartar la mirada de Morgana, Samantha envuelve con sus labios la vara de amor de Noah, demostrando con destreza cómo dar placer oral a un hombre.

Morgana observa con fascinación cada movimiento de Samantha, quien continúa con su lección de manera sensual y educativa. "Debes ser delicada pero firme", explica Samantha entre susurros mientras usa sus labios y lengua para acariciar la vara de Noah, mostrando a Morgana cómo adaptar la presión y el ritmo según los deseos de su pareja.

Noah, entre gemidos de placer, mira a Morgana con complicidad, como si estuviera participando activamente en la lección. Morgana, por su parte, parece completamente absorbida por la enseñanza, captando cada detalle con gran interés y determinación.

Después de un momento, Samantha se aparta suavemente y mira a Morgana con una sonrisa cómplice. "¿Ves, querida?", le dice con voz suave. "Así es como puedes hacer feliz a un hombre, aprendiendo a dar placer de la manera correcta". Morgana asiente con determinación, lista para poner en práctica lo que ha aprendido bajo la atenta guía de su "madre" Samantha y con la complicidad de su "padre" Noah.

En la acogedora sala de la casa, Noah se encuentra cómodamente sentado en el sillón, observando con anticipación cómo Samantha y Morgana se preparan para su lección especial. Samantha toma la vara de amor de Noah con confianza, mostrando a Morgana cómo sostenerla con delicadeza pero firmeza.

Con una sonrisa juguetona, Samantha guía el pene de Noah hacia su vagina, deslizándola lentamente mientras Morgana observa con fascinación. Sus movimientos son fluidos, sensuales, mientras disfruta del placer que le brinda a Noah y comparte su conocimiento con Morgana.

Noah observa con una mezcla de deleite y precaución, consciente de la necesidad de cuidado debido al embarazo de Samantha. A pesar del placer que siente, su preocupación por el bienestar de Samantha siempre está presente en su mente.

Mientras Samantha continúa enseñando a Morgana, Noah se relaja en el sillón, reflexionando sobre lo surrealista y emocionante que es esta situación. Aunque disfruta del momento, no puede evitar recordarle a Samantha que se cuide, una preocupación que también es compartida por Morgana, quien le asegura a su "mamá" que estará atenta a su bienestar.

La habitación estaba envuelta en un aura de éxtasis mientras Samantha, Noah y Morgana exploraban las profundidades del placer. Samantha, jadeante y ligeramente agotada por la intensidad del momento, sonrió con complicidad mientras les decía que necesitaba un momento para recuperarse.

Noah asintió comprensivamente, acariciando con ternura el rostro de Samantha mientras ella disminuía la velocidad de sus movimientos. Samantha se dejó llevar por las olas del placer que le brindaba el pene de Noah, disfrutando cada momento con una pasión irresistible.

Después de un rato de intenso deleite, Noah sintió que el momento culminante se aproximaba. Con un gemido de éxtasis, depositó su semilla dentro de Samantha, quien estalló en un grito de placer, perdiendo sus fuerzas por completo.

Con delicadeza, Noah ayudó a Samantha a sentarse en el sillón, asegurándose de que estuviera cómoda y cuidada. Samantha, todavía recuperándose del clímax, miró a Morgana con una sonrisa casada, reconociendo que ahora era su turno de complacer a Noah.

Morgana, llena de entusiasmo y determinación, se acercó a Noah con una mirada llena de deseo. A pesar de haberlo hecho antes, estaba decidida a superarse a sí misma y brindarle a Noah la experiencia más placentera posible.

En la atmósfera cargada de pasión, Morgana se acercó a su "papi" con una intensidad abrumadora. Comenzaron con besos suaves y tiernos, explorando cada centímetro de los labios del otro antes de dejarse llevar por la ardiente llama del deseo.

Mientras tanto, Samantha observaba con una sonrisa traviesa, disfrutando del espectáculo entre Noah y Morgana. Con un gesto seductor, Noah le pidió a Morgana que revelara sus pechos para su placer. Sin vacilar, Morgana obedeció, dejando al descubierto sus enormes tetas y ofreciéndoselos a Noah con un brillo de anticipación en sus ojos.

Noah los tomó con ansias, sintiendo la suavidad de su piel bajo sus manos mientras acariciaba sus pezones con delicadeza. Morgana gemía de placer ante sus caricias, entregándose completamente a la pasión del momento. En un momento de intensidad, Morgana pronunció esas palabras que resonaron en el corazón de Noah: "Te quiero, papi. Quiero ser tuya para siempre".

Con un destello travieso en sus ojos, Noah tomó uno de los pezones de Morgana entre sus labios, mordisqueándolo con una mezcla de pasión y rudeza. Morgana dejó escapar un gemido de placer, su cuerpo vibrando con la excitación de la sensación.

"Me encanta cuando eres así de rudo conmigo, papi", susurró Morgana, su voz cargada de deseo y anticipación.

Noah sonrió ante las palabras de Morgana, complacido de satisfacer sus deseos más profundos. Con firmeza, le ordenó que se tirase al suelo y abriera sus piernas para el, y Morgana obedeció con ansias, revelando vagina para él.

Noah se aproximó con determinación, su miembro duro y ansioso de unirse con ella. Con un movimiento brusco pero controlado, la penetró con fuerza, uniéndolos en un éxtasis impresionante de placer mutuo.

Mientras se perdían en la sinfonía de sus cuerpos entrelazados, Noah no pudo evitar pensar para sí mismo que nunca se cansaría de esta sensación. Gracias al control mental que poseía, sabía que podía explorar todas las fantasías que deseaba, manteniendo viva la llama de la pasión entre él, Morgana y su hermana por siempre.

En la penumbra de la sala, Samantha se encuentra recostada en el sillón, con la mirada fija en la escena que se desenvuelve frente a ella entre padre e hija. Sus manos, llenas de deseo, se deslizan por su cuerpo, explorando cada curva con ansias insaciables. Sus dedos de la mano izquierda se aventuran hacia sus partes bajas, mientras con su mano derecha sus pechos son acariciados con suavidad, despertando sensaciones de éxtasis en su mente excitada.

En el suelo, Noah y Morgana están inmersos en un torbellino de pasión y lujuria. Noah, con su pene, penetra a Morgana mientras sus labios se encuentran en un beso ardiente, fusionándose en una danza de deseo y amor desenfrenado. Los gemidos de placer llenan la habitación, creando una atmósfera cargada de erotismo y ansias de satisfacción.

Observando la escena con ojos llenos de deseo y excitación, Samantha se entrega por completo a sus propias fantasías lascivas. La idea de presenciar los placeres compartidos entre su esposo y su hija la llena de un anhelo insaciable, mientras se deleita con el espectáculo erótico frente a ella.

En la mente de Noah, la certeza de tener a sus dos sumisas dedicadas a su placer diario lo llena de satisfacción. Con ellas atendiéndolo, su necesidad de salir desaparece por completo. Solo debe enfocarse en mantener su estado físico saludable para disfrutar plenamente de los placeres que sus esclavas le ofrecen, una rutina que imagina repetir día tras día en un ciclo interminable de lujuria y satisfacción.

Después de cinco horas de pasión desenfrenada y exploración de todas las posiciones imaginables, Noah nota el cansancio evidente en sus dos sumisas. Con un gesto de consideración, decide que es hora de poner fin a la sesión y dejar que descansen.

Con delicadeza, Noah se levanta del suelo y se acerca a su hermana Samantha, quien yace rendida por la intensa sesión de placer. Con cuidado, la toma entre sus brazos y la lleva a su habitación, acostándola con suavidad en la cama. Observa por un momento su rostro tranquilo y satisfecho antes de retirarse.

Luego, regresa por Morgana, su fiel y leal sirvienta, quien también está exhausta por la entrega total durante la sesión. Noah la carga con cuidado y la lleva a la otra habitación, depositándola con suavidad en la cama. Observa por un instante su rostro sereno, agradecido por su devoción y entrega.

Con las dos sumisas descansando, Noah se siente satisfecho por el día lleno de placer y satisfacción. Con la ayuda de su control mental, devuelve a ambas mujeres a su antigua personalidad: Samantha como su sumisa hermana, dedicada únicamente a amarlo y complacerlo, y Morgana como su leal sirvienta, protectora y devota enamorada de su amo.

Satisfecho con el resultado y con la sensación de tener todo bajo control, Noah se retira para tener merecido descanso después de una jornada llena de placer y éxtasis acostándose con su hermana.

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