Nueva esclava

En una acogedora sala de estar iluminada por el resplandor de las velas, Alexander se encuentra cenando con su esposa e hija. El ambiente está lleno de calidez y alegría mientras comparten risas y conversaciones animadas. El suave murmullo de la chimenea crea un ambiente aún más acogedor.

Alexander: (sonriendo mientras corta un trozo de carne) ¿Cómo estuvo tu día en la escuela, querida?

Emily: (con entusiasmo) ¡Fue genial, papá! Tuvimos una clase de historia sobre los antiguos reinos y aprendimos sobre las batallas épicas.

Alexander asiente, disfrutando de ver la emoción en los ojos de su hija mientras comparte sus experiencias del día. Sin embargo, a pesar de la aparente felicidad, su mente está preocupada por Samantha y Noah.

Alexander: (pensativo) ¿Podrías pasarme la sal, cariño?

Su esposa le tiende la sal con una sonrisa, pero nota la expresión preocupada en el rostro de Alexander.

Natalia: (preocupada) ¿Estás bien, cariño? Pareces distraído.

Alexander: (tratando de ocultar sus pensamientos) Oh, sí, estoy bien. Solo estaba pensando en algunos asuntos del trabajo, nada importante.

Sin embargo, en lo más profundo de su mente, la preocupación persiste. Se pregunta cómo puede ayudar a Samantha a liberarse del hechizo de control mental impuesto por su hermano, Noah, mientras disfrutan de su tranquila cena en familia.

En un momento de silencio mientras saborea su comida, Alexander deja vagar sus pensamientos por el dilema que enfrenta. Por un lado, está su lealtad hacia Noah, quien ha sido un benefactor para su familia ya quien le ha jurado fidelidad. Por otro lado, está su preocupación por Samantha, a quien ve como una víctima del hechizo de control mental de su hermano.

Mientras lucha con este conflicto interno, una voz en su cabeza le recuerda el juramento de lealtad que le hizo a Noah como muestra de agradecimiento por la ayuda brindada a su familia en el pasado. Se siente atrapado entre su deber hacia su señor y su deseo de ayudar a Samantha.

En un momento de resignación, Alexander llega a la dolorosa conclusión de que puede que no pueda hacer nada para liberar a Samantha de la influencia de su hermano. A pesar de su preocupación por ella, se siente limitado por su juramento de lealtad y obediencia a Noah. Con un suspiro pesado, decide dejar de lado sus pensamientos sobre ayudar a Samantha y se concentra en disfrutar de la tranquila cena en familia.

MIERCOLES EN LA MAÑANA

En la tranquila habitación de la posada, Samantha observaba amorosamente a su hermano, quien dormía plácidamente junto a ella, semi desnuda y ****. La luz tenue de la vela iluminaba su rostro, resaltando su expresión serena y pacífica.

Con una sonrisa tierna en los labios, Samantha se acercó a su hermano y acarició su rostro suavemente. Recordó con cariño la primera vez que lo tuvo en sus brazos, cuando era solo un bebé indefenso. Nunca habría imaginado que aquel pequeño se convertiría en el hombre de sus sueños, en su confidente y en su amor más profundo.

Con nostalgia y gratitud, Samantha decidió que cuando su hermano se despertara, le daría un tierno beso en la frente, como gesto de amor y aprecio por todo lo que significaba para ella. Así que se quedó allí, admirándolo en silencio, esperando el momento perfecto para expresarle todo su cariño.

Noah se despierta con los primeros rayos del sol acariciando su rostro. Al abrir los ojos, se encuentra con la mirada amorosa de Samantha posada en él, llena de cariño y devoción. Una suave escapada de "buenos días" de los labios de Samantha, seguida de una sonrisa radiante que ilumina su rostro.

Noah responde con un "buenos días" igualmente afectuoso, devolviéndole la sonrisa a su hermana. Samantha se acerca y le planta un dulce beso en la frente de su hermano, transmitiéndole todo su amor y gratitud.

"Anoche fue increíble", dice Samantha con una chispa de emoción en los ojos. "Ningún hombre me ha hecho sentir así antes".

Noah se siente lleno de orgullo al escuchar las palabras de su hermana. Saber que ha sido capaz de brindarle tanto placer y satisfacción lo llena de satisfacción. Además, nota con satisfacción que Samantha lleva puesto el collar que él le regaló, el mismo artefacto que le otorga control sobre su mente.

Noah y Samantha permanecieron acostados en silencio durante varios minutos, con la cabeza de Samantha descansando sobre el pecho de su hermano. Noah acariciaba suavemente el pecho izquierdo de su hermana, disfrutando la suavidad este y del momento de intimidad entre ambos.

Después de un rato, Samantha se levantó de la cama, lo que sorprendió a Noah. "¿Por qué te levantas?" preguntó, curioso por la acción arrepentida de su hermana.

Samantha respondió con una sonrisa: "Me voy a vestir para salir y comprar los manteles para las mesas de la boda, recuerdas que esa fue la excusa que le dimos a papá para salir juntos".

Noah, sin embargo, tenía otros planes en mente. "No, nos quedaremos aquí", dijo con autoridad.

Samantha frunció el ceño con preocupación. No quería que su padre regañara a Noah por llegar tarde. Pero antes de que pudiera protestar, Noah usó el anillo para influenciar el collar que controlaba la mente de Samantha. Con una voz firme, le ordenó que se quedaran el tiempo que él quisiera y luego, con un tono autoritario, le ordeno que le diera una mamada.

Samantha quedó bacía, su rostro mostraba una expresión inexpresiva mientras el poder del collar se apoderaba de su voluntad. Sin embargo, después de unos segundos, parpadeó y respondió con sumisión: "Sí, hermanito, te daré una mamada".

Samantha comenzó a hacerle una mamada a su hermano, siguiendo obedientemente la orden que le había dado. Mientras lo hacía, Noah le ordenó que lo mirara a los ojos.

Noah suspir de por el placer mientras senta cmo su miembro se deshaca gracias a la lengua experta de Samantha. Saber que era su hermana quien le brindara este momento de placer y que ella estaba completamente bajo su control solo aumentaba su sensación de poder y satisfacción.

Samantha siguió las órdenes de Noah sin vacilar, su mirada fija en los ojos de su hermano mientras continuaba con chupando su miembro erecto. Era un título, moviéndose y actuando según los deseos de Noah.

Noah, sintiéndose lleno de energía, decidió que era el momento perfecto para un "rapidín mañanero". Con voz autoritaria, ordenó a su hermana títere que se acomodara en 4 patas y expusiera su trasero, y Samantha, sumisa como siempre, respondió con un suave "sí, hermanito".

Samantha se colocó en la posición deseada por Noah, lista para cumplir con sus órdenes sin cuestionamientos. Lo que siguió fue una intensa sesión que duró hasta las 9 de la mañana, dos horas llenas de sudor y gemidos que resonaban en la habitación.

Al finalizar, Noah se sintió renovado y satisfecho, mientras que Samantha tirada en la cama, agotaba pero lista para más órdenes de su amado hermano. Su sumisión era total, y estaba dispuesta a seguir sus deseos sin reservas.

Noah notó que Samantha, a pesar de su estado de muñeca, seguía mostrando signos de cansancio debido a la acción de la noche pasada. Decidió usar el poder del collar y el anillo para inducir un sueño reparador en ella, asegurándose de que no despertará hasta su regreso.

Después de asegurarse de que Samantha estaba profundamente dormida, Noah salió de la habitación y se encontró con Alexander esperando afuera. Noah le preguntó si había escuchado lo que había hecho con su hermana, a lo que Alexander respondió con pesar de que sí.

Noah, con un tono de desdén, mencionó que saldría a comprar los manteles para la boda, claramente aunque no estaba interesado en el asunto. Alexander respondió con un respetuoso "sí, mi señor", mientras se quedaba vigilando la puerta donde descansaba la hermana de Noah, en su estado de sueño inducido.

Sebastián finalmente había descubierto la ubicación del mercado negro, un lugar protegido por poderosos mecanismos mágicos que lo mantenían oculto de los caballeros del rey y otros buscadores de justicia. Al llegar al lugar donde se suponía que estaba, se encontró con una extraña distorsión en el aire, un indicio de que el mercado negro se teletransportaba constantemente para evitar ser encontrado por aquellos que no estaban invitados.

Decidido a desentrañar el misterio que rodeaba a su prometida y las manipulaciones de Noah con su hermana, Sebastián montó a caballo y se embarcó en un largo viaje hacia el mercado negro. Sabía que el camino sería arduo y peligroso, pero su determinación no vacilaba.

Noah regresó a la posada con las bolsas de manteles en mano, encontrando a Alexander esperándolo afuera. Con un gesto de aprobación, le indicó al guardia que las demás compras llegarían más tarde y se dirigirían a su habitación.

Una vez dentro, Noah aprovechó el poder del anillo para influir en el collar que mantenía dormida a su hermana. Samantha se despertó al instante, revelando la escasa ropa que llevaba puesta, algo que no pasó desapercibido para Noah, quien se deleitó con la vista.

Samantha, aún somnolienta, preguntó qué había pasado, a lo que Noah respondió con una mentira piadosa: que la dejó descansar porque notó que estaba cansada. Samantha, llena de amor y gratitud hacia su hermano, le dio un beso en los labios, lo que provocó una sonrisa satisfecha en Noah.

Después de vestirse, los dos hermanos partieron hacia la mansión Morrison lo que les tomo 1 hora y con Noah sintiéndose satisfecho por el control que ejercía sobre su hermana y ansioso por continuar con sus planos.

Mientras avanzaban hacia la majestuosa mansión Morrison, Samantha se deleitaba con el paisaje que se desplegaba ante ellos, absorbida por la belleza natural que los rodeaba. Mientras tanto, en la mente de Noah, se tejían planes y estrategias para el futuro inminente.

Con la certeza de que Samantha quedaría embarazada durante la próxima noche de luna llena, Noah se dio cuenta de que necesitaría ayuda cuando llegara el momento del parto. Reflexionando sobre quién podría brindarle ese apoyo crucial, sus pensamientos se dirigieron hacia una persona en particular.

Cuando finalmente llegaron a la entrada de la mansión Morrison, Noah sintió un alivio instantáneo. Allí, frente a ellos, estaba Morgana, la líder de las sirvientas. A sus 32 años, era una mujer hermosa y segura de sí misma, con ojos rojos que brillaban con determinación. Su cabello blanco, recogido en una elegante cola de caballo, le otorgaba un aire de autoridad. No pudo evitar notar sus generosos pechos y sus piernas esbeltas, lo que despertó una mezcla de admiración y deseo en él. Morgana sería la persona ideal para ayudar en la situación que se avecinaba, especialmente después de que abandonara el reino una vez que Samantha estuviera embarazada.

Al llegar a la entrada de la mansión Morrison, Morgana, la líder de las sirvientas, hizo una reverencia en señal de respeto y recibió a ambos hermanos con una cordialidad formal. Noah la observa detenidamente, notando su apariencia seria y elegante, con un rostro casi inexpresivo. En raras ocasiones, una leve sonrisa iluminaba su rostro cuando estaba con Samantha, lo que la convertía en la favorita de Noah. Sin embargo, cuando se dirigía a él, su trato era estrictamente formal, como correspondía a una sirvienta. Morgana era la segunda mujer en sus fantasías después de su propia hermana, Samantha.

Noah estaba consciente de que Morgana desconfiaba de él y sospechaba de su amor por Samantha, una percepción que ella interpretó como retorcida y enferma. Sabía que ella no le ayudaría y lo acusaría con las autoridades por violar su propia hermana bajo control mental, por lo que decidió tomar medidas drásticas. Decidió contactar nuevamente al mercader del mercado negro y adquirir otro artefacto de control mental.

Con determinación, Noah envió un mensaje al mercader a través de una de las aves mensajeras más rápidas del mundo, sabiendo que tardaría aproximadamente dos horas en llegar al mercado negro. Con esta acción, Noah buscaba asegurarse de que Morgana le fuera leal solo al que lo amara con la misma devoción que mostraba hacia Samantha.

Después de cuatro horas de espera, a las 8 de la noche, finalmente llegó el ave mensajera con un brazalete dorado y una carta en su pata derecha. En la carta, el mercader explicaba que este brazalete es un artefacto de control mental más moderno que el collar y el anillo. Para activarlo, debía poner una gota de su sangre en la gema gris del brazalete, que luego cambiaría a un color rojo carmesí. Luego, debía entregarlo a la persona que deseaba esclavizar y pronunciar la frase "ahora eres mi pequeña muñeca", y esa persona sería suya para siempre. El comerciante añadió que era un regalo de cortesía.

Noah reflexionó sobre cómo entregar el brazalete a Morgana sin levantar sospechas, y finalmente llegó a la conclusión de que sería Samantha quien lo haría, ya que confiaba plenamente en ella. Decidió que esperaría hasta más tarde para activar el control mental, una vez que estuvieran en la privacidad de su habitación. Con estos pensamientos en mente, Noah esperó pacientemente el momento adecuado para poner su plan en acción.

Noah, utilizando la influencia del anillo, llamó a su hermana de forma remota a su habitación. Cuando Samantha llegó, su expresión cambió instantáneamente a la de una muñeca sin vida, con una mirada vacía y sin emoción. Y en posición de firmes, frente a Noah, esperando sus órdenes.

Noah, con voz autoritaria, le indicó a Samantha que actuaría con normalidad cuando saliera de la habitación y que llevaba un brazalete a Morgana, presentándolo como un regalo de suyo para ella. Samantha respondió obedientemente con un "Sí, amo, haré lo que me ordenas".

Antes de entregarle el brazalete, Noah se hizo una pequeña cortada en el dedo pulgar y dejó que la sangre cayera sobre la gema del brazalete, cambiando su color. Luego envolvió el brazalete en una bolsa de regalo antigua y se lo entregó a Samantha con tono autoritario.

Samantha recibió el regalo y se despidió de su hermano con un "Sí, amo". Una vez fuera de la habitación, Samantha volvió a su estado normal y se dirigió a buscar a Morgana para entregarle el regalo.

Mientras tanto, en su habitación, Noah se reía con malicia al pensar en la nueva esclava que tendría bajo su control esta noche.

Mientras Samantha buscaba a Morgana, iba vestida con su pijama de seda de color azul, sin darse cuenta de cómo sus pechos rebotaban con cada paso, captando la atención de algunos sirvientes que la miraban con lujuria. Sin embargo, Samantha estaba enfocada en cumplir las órdenes de su amo y no notó las miradas furtivas a su alrededor.

Finalmente, encontró a Morgana descansando en el área de sirvientas y le entregó el brazalete, diciéndole que era un regalo de ella y que su hermano le ayudó a elegirlo en una tienda que fueron hoy en la ciudad que visitaron. Morgana, con una leve sonrisa, agradeció el regalo y lo elogió como hermoso, sin saber que ese simple regalo marcaría su destino para siempre.

Morgana, preocupada por la relación de Samantha con su hermano, le preguntó cómo la trata. Samantha, influenciada por el control mental, respondió con una sonrisa de enamorada, expresando su devoción por su hermano y diciendo que lo amaba más que a nadie en el mundo, incluso comparando a los demás con cucarachas en comparación con él. Esta respuesta desconcertó a Morgana, que sabía que ambos tenían una relación muy unida pero nunca había visto a Samantha expresarse así sobre su hermano antes.

Con precaución, Morgana advirtió a Samantha que tuviera cuidado con su hermano, preocupada por la intensidad de los sentimientos de Samantha por su hermano. A pesar de que estas palabras molestaron a Samantha por dentro, recordó que debía mantener las apariencias y respondió de forma bromista antes de despedirse y dirigirse a su habitación.

Mientras Samantha se iba, Morgana decidió seguir sus pasos para vigilarla de cerca, decidió proteger a Samantha de cualquier situación incómoda que su hermano pudiera provocar.

Mas tarde esa noche Morgana se dirigió hacia el cuarto de la señorita Samantha para ver como esta y rápido se esconde al ver que salia de su habitación y nota que Samantha esta vestida de forma vulgar ya que lleva puesto orejas y un bikini de vaca (ropa). que Noah le compro cuando salio a comprar las sabanas), esta la sigue para ver a donde va y para su horror ve que se dirige a la habitación de su hermano menor y cierra la puerta Morgana pone la oreja en la puerta para escuchar lo que dicen y escucha a Noah decirle a su hermana, te estado esperando hermana luego Morgana comienza a escuchar gemidos de Samantha que poco a poco comienzan a ser más fuertes y escucha a Noah ordenarle decir a Samantha cosas que ella nunca diría como que odia a los anímeles o que nunca ayudaría a los niños que Morgana sabe de Samantha si ama a los animales y que si ayuda a los niños por lo que entra y ve con horror y asco a Samantha encima de su hermano con un rostro de placer mientras con las manos detrás de la cabeza y exponiendo sus grandes pechos mientras cogen en la posición de vaquero y rápido quita a Samantha de ahí y somete a Noah diciéndole que es un maldito y se da cuenta que esta usando control mental para manipular a Samantha.

Samantha escucha esto y le pregunta a su hermano que si a que se refiere Morgana a lo que Noah le grita que se calle y usa el anillo y collar para hacer que Samantha regrese a su estado de muñeca y tome una posición de firmes luego Morgana le Dice que la libere o ella lo matara a lo que Noah con una risa de loco le dice que perdió y procede a decirle la palabra clave a Morgana.

Al escuchar esas palabras, Morgana sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Una sensación de pesadez y somnolencia la invadió, y sus movimientos se volvieron más lentos y torpes. Luchó contra el efecto del encantamiento, pero era como si estuviera luchando contra una marea imparable.

Noah, con una sonrisa triunfante, observó cómo Morgana caía en un estado de trance soltando a Noah y poniéndose en posición de firmes al igual que Samantha, completamente bajo su control. Ahora, con ambas mujeres a su merced, Noah se sentía invencible, listo para llevar a cabo sus oscuros designios.

Mientras esta bajo su control Noah le ordena a su nueve esclava que se desnuda, arrodille y mientras le responde unas preguntas esta se masturbara.

Noah: Bueno, Morgana, déjame preguntarte algo. ¿Qué opinas de mí?

Morgana: (sin emoción) Creo que eres un niño mimado que parece no tener interés en hacer nada más que tiene una obsesión con su hermana. Además, en ocasiones te he visto tratando de echar un vistazo a mis pechos, lo cual me parece un tanto perturbador.

Noah: (asintiendo) Entiendo. ¿Y qué piensas de Samantha?

Morgana: La señorita Samantha es alguien a quien quiero mucho. La veo más como una hermana menor que como cualquier otra cosa. Es dulce y encantadora.

Noah: (curioso) Interesante. Y tú, Morgana, ¿qué buscas en el amor?

Morgana: Yo busco a alguien más fuerte que yo, alguien que me haga sentir segura y que sepa cocinar. Esas son cualidades que valoro mucho en una pareja.

Noah: Entiendo. Gracias por compartir, Morgana.

Noah: Morgana, es momento de que demuestres tu lealtad hacia mí. Quiero que te arrodilles ante mí, colocas tus manos y tu cabeza en el suelo, y me suplicas perdón por tu actitud indiferente hacia mí. A partir de ahora, tu lealtad será exclusivamente para mí, tu amor será solo para mí. Nadie más ocupará un lugar en tu corazón, solo yo.

Morgana: con voz monótona Sí, mi señor. Cumpliré con tus órdenes. Me arrodillo ante ti y te pido perdón por mi comportamiento pasado. Prometo ser leal solo a ti, amarte solo a ti. No habrá lugar para otra persona en mi vida, solo tú. Por favor, perdóname por mis acciones.

Noah: Morgana, regresa a tu estado habitual, pero recuerda las órdenes que te he dado en tu mente.

Morgana: con una mirada vacía y monótona Sí, mi señor.

Noah: Quiero que te quedes en ropa interior.

Morgana: asiente y comienza a desvestirse, quedando solo en ropa interior

Noah: Ahora, Samantha, es hora de que te retires a descansar. Cuando despiertes mañana, no recordarás nada de esta noche, excepto que Morgana es la nueva esclava del amo.

Samantha: obedece con una expresión ausente y se retira a su habitación

Noah: A partir de ahora, Morgana, te referirás a mí como querido amo. Y recuerda, esta noche serás solo mía. Ve y prepárate para mí.

Morgana: Sí, querido amo.

Noah: Morgana, ¿cuál es tu posición sexual favorita?

Morgana: Querido amo, mi posición preferida es aquella en la que puedo satisfacerte plenamente.

Noah: Eres verdaderamente diligente, Morgana. ¿Tienes alguna preferencia especial en mente?

Morgana: Mi único deseo, amo, es complacerte en todo lo que me pides.

Noah: Bien dicho, Morgana. Tu devoción no pasa desapercibida.

Noah se sienta en el borde de su cama y con su pene erecto le ordena a Morgana que termine desnudarse y que se siente sobre el a lo que Morgana responde sumisamente con un si querido amo, se quita su tanga negra, su brasier y queda completamente expuesta y caminando seductoramente hacia amo, con una mano rodea su cuello y con la otra toma el pene de su amo lo introduce a su vagina lo que provoca un leve gemido y comienza a moverse lentamente hasta que Noah le da una fuerte nalgada que hace que Morgana grite de dolor y le ordena que vaya más rápido algo que Morgana obedece aumenta la velocidad mientras llenando la habitación de ruidos que venían de los gemidos de Morgana que cada vez eran mas fuertes y de los golpes de sus grandes nalgas con las piernas de Noah

Noah: Morgana, quiero que me mires a los ojos mientras repites mis palabras. ¿Entiendes?

Morgana: Sí, mi señor.

Noah: Muy bien. Ahora, repite después de mí con convicción y sin dudar.

Morgana asiente con la cabeza, con una mirada que refleja su obediencia absoluta.

Noah: "Mi corazón le pertenece al amo Noah y desde ahora seré su sirvienta personal hasta el día de mi muerte."

Morgana: Mi corazón le pertenece al amo Noah y desde ahora seré su sirvienta personal hasta el día de mi muerte. (Esto lo dice mientras grita del placer por tener el pene de su amo dentro de ella)

Noah: Esclava chúpame el pene

Morgana: Si mi señor

Morgana se arrodilla frente a su amo y toma con mucho cariño su polla y comienza a masturbarlo con su mano derecha. "Me muero por probar la deliciosa polla de mi amo". Morgana le dedica una sonrisa y comienza lamiendo la punta antes de comenzar hacerle una garganta profunda.

siento su lengua mojando toda mi polla. Me ve a los ojos usa su lengua. Comienza a mover su cabeza lentamente por mi polla tragándosela toda por completo. La forma en que su cabeza se mueve hacia arriba y hacia abajo, mientras hace gemidos ahogados hace que me venga en su garganta lo que la toma por sorpresa, pero no deja escapar ninguna sola gota de mi semen. “Lo admito Morgana, de verdad eres muy buena".

Noah: Morgana, tus habilidades han sido excepcionales. Me alegra tenerte como mi segunda esclava.

Morgana, poniendo su cabeza y manos y en el suelo en señal de respeto, responde:

Morgana: Gracias, mi señor. Es un honor para mí servirte de la mejor manera posible.

Noah: Tu devoción y lealtad no pasan desapercibidas. Eres muy importante para mi.

Morgana: Me esforzaré aún más para cumplir con tus expectativas, mi señor.

Noah asiente con aprobación, satisfecho con la respuesta de Morgana.

Noah: Morgana, he escuchado rumores de que eras una de las mejores peleadoras del reino. ¿Es cierto?

Morgana, con una mirada serena pero firme, responde:

Morgana: Sí, mi señor. Antes de convertirme en tu sirvienta, entrené con el ejército del reino y adquirí habilidades en combate.

Noah: Entiendo. Pero me intriga saber por qué una peleadora tan habilidosa terminó como sirvienta.

Morgana: Hace mucho tiempo, tu padre me salvó la vida en una batalla. Como muestra de gratitud, decidí servir a tu familia. Entrené para proteger al señor Morrison y a tu hermana, pero ahora mi único propósito es servirte a ti, mi señor.

Noah asimila esta información y luego continúa:

Noah: Bien, Morgana. Debo confiarte algo. Pronto, embarazare a mi hermana. Necesitaré tu ayuda para huir del reino e ir muy lejos y asegurar que todo salga bien durante el parto. Después de eso, quiero que te quedaras con nosotros como nuestra sirvienta personal además de mi juguete sexual.

Morgana, con determinación en su mirada, responde:

Morgana: Entiendo, mi señor. Haré todo lo que esté en mi poder para proteger a lady Samantha y al niño. Estoy a tu disposición.

Luego de su conversación sobre el futuro. Con una voz firme, le da su próxima orden:

Noah: Morgana, vístete. Mañana será un día ocupado y tenemos mucho por hacer.

Morgana asiente en silencio, mostrando su obediencia. Antes de retirarse, se acerca lentamente a Noah, su expresión tranquila pero seductora. Sin decir una palabra, le da un beso seductor en los labios, sus ojos rojos brillando con una pasión controlada.

Noah, satisfecho por el gesto y consciente de su poder sobre ella, le devuelve la sonrisa serena a Morgana.

Noah: Buenas noches, Morgana. Descansa bien. Mañana será un día importante para nosotros.

Con un último vistazo cargado de significado, Morgana se retira de la habitación. Noah, ahora solo en su habitación, se recuesta con una sonrisa maliciosa, complacido por tener a dos mujeres bajo su control, listas para cumplir cada una de sus órdenes, a su hermana y a su sexy sirvienta.