Pajea a su amigo

Decidido, se acerca a su amigo y sus labios se encuentran. Su cuerpo se agita al notar la lengua de Luis agitándose dentro de su boca. No tiene que ver tanto con el deseo sexual si no con la nueva sensación, con un sabor distinto y excitante, prohibido. Jamás había experimentado algo así.

Los dedos de Luis buscan el cinturón de Alberto y sacan su polla, comenzando a pajearla. Este hace lo mismo mientras siguen morreándose, apretándose sus cuerpos, sin pensar que girando una esquina se encuentra la novia de Luis, charlando con su hermana.

No saben cuanto tiempo pasa, seguramente un par de minutos, hasta que ambas pollas eyaculan sobre el otro, manchando su ropa. Luis, con cara de vicioso, acerca sus dedos pringosos de esperma de Alberto a la boca de este, que lame interesado, pero no le reporta mas que asco. En cambio, el olor del esperma de Luis, impregnado en su mano, le atrae como si fuera miel. chupa con cuidado uno de sus dedos, embadurnado, y sus papilas gustativas explotan de placer. !Cuantos matices! Es salado, pero a la vez cremoso y con un regusto final en el paladar que persiste. Es... simplemente delicioso.

-No se por que ha pasado esto- rompe el ensimismamiento de Alberto su amigo- pero dejemos fuera a Lorena de esto ¿te parece?

Alberto asiente en silencio y se abrocha la bragueta. después, ambos vuelven al salón.