Madre Porno

Esté extraño día Maxwell Miler le a pasado muchas cosas locas que todos los chicos de su edad juntos...y aún no termina.

Si todavía asimilaba la mera posibilidad de que su padre era una especie de raro ente sexual, ahora le golpeaba la nueva revelación está vez de su cariñosa madre.

“ u...u...¡ Una Estrella Porno ! ” exclamó Max después de unos minutos en blanco.

“ así es y era de las mejores, hice miles de locuras, gané mucho dinero y me encantaba....en esos días me hacia llamar G-Blast ” dijo orgullosa Giselle.

Ella seguía masturbándose a su hijo lentamente procurando que no se corriera tan pronto pero mantenía su excitación.

“ p...oooh... pero...¿Qué pasó? "

El rostro de su madre se llenó de ternura con esa pregunta y dió un largo suspiro antes de contestarle.

“ mmmh...tú padre...el pasó llegó a mí vida como una gigantesca ola de pasión que me envolvió por completo...ay era encantador...cariñoso..con un aroma delicioso...y super increíble follando ....mmmm...me enamore de el en un parpadeo” dijo ella con tono de voz que denotaba el amor que profesaba.

Dejó de jugar con su pene... bueno por ahora para tomar su cara con delicadeza, el podía observar perfectamente en sus ojos un amor tan radiante como el mismo sol era algo más allá de un mero capricho.

“Sabes...cuándo te veo me recuerdas mucho a él...grrrr...veo bastante de tú padre en ti mi Maxi...aaay ” dijo su madre dando un nuevo suspiro.

“Eh...eh..¿En verdad? "

Es algo habitual que una madre diga algo así eso a su hijo lo hace ver tierno, pero el contexto y la forma tan apasionada que lo decía pinta para un camino candente.

“ si, lo veo en tus ojos...me dió una gran tristeza cuando tuvo que irse aún así lo comprendo que lo hizo por su especie, pero se fue dejándome un precioso regalo....TÚ ”

Le resultaba bastante irreal como su madre que nunca había hablado de su padre ausente, ahora lo hacía con una devoción y pasión iguales a como si jamás se hubiera ido.

Está vez Giselle le fue dando pequeños besos por todo el rostro de Max hasta detenerse para seguir con su historia.

“ el me encomendó cuidarte lo mejor posible hasta que tuvieras la mayoría de edad...así que tomé la decisión de dejar mi profesión, pero me mantuve mi cuerpo en forma....mmmh..así mi hijo bello pudiera verme con una mujer deseable y sexy”

“ ¡ QUE !...Yo...yo n... nunca...yo siempre te vi como...com..."

Giselle lo calló lamiendo su boca con destreza mordió delicadamente su labio inferior.

“ ya te dije que no puedes mentime mí amor...e visto tus pequeñas miradas indiscretas...el como disfrutas de nuestros abrazos..mmm...rico...y lo más importante ése maravilloso aroma que huelo ”

Ése era algo que Max le daba mucho interés ya que desde el principio éso fue el comienzo de su extraño día.

“ ¿ Q...Qué tiene que ver mí olor ? ” preguntó sin ocultar su curiosidad.

Seguidamente su madre paso su a oler su cuello con suma intensidad, como si tratará todo lo posible de no perder su esencia.

“ hmmmmmmmmmm....ooooh...cielos a veces se me olvida que lo poco que sabes de todo esto...es el primer poder tú cuerpo emite una especie de feromona casi imperceptible pero es irresistible para las hembras que a tí te excita”

La explicación sexual tenía a Max tan perdido que no se dió cuenta que Giselle se había bajado a sus pantalones, hasta que oyó el sonido del cierre de este abriéndose.

Cuando observó vio como su madre le abría el cierre con sólo los dientes.

“ ya lo estás entendiendo... está mañana puede oler tú poderosa esencia...alli supe que estabas despertando...éso reactivó algo dentro de mi que por años estaba dormido...siii...¡ Mi verdadero yo había vuelto ! "

Terminado su explicación a través del cierre sacó una escena el ser que ya hace mucho pedía participar...¡ La gran barra de carne de Max !.