Luna llena parte 1

Noah emerge lentamente de la oscuridad de la inconsciencia, sintiendo el suave roce de lágrimas sobre su rostro. El sonido del llanto y las suaves gotas de agua lo sacan de su letargo, y al abrir los ojos, se encuentra con la vista más hermosa que jamás haya contemplado: el rostro angelical de su hermana, iluminado por la luz del día.

Sin embargo, algo en su expresión no está del todo bien. Hay una sombra de tristeza en sus ojos, como si hubiera estado sufriendo en silencio mientras él yacía inconsciente. Pero cuando sus miradas se encuentran, esa tristeza se desvanece como la niebla matinal, reemplazada por una cálida sonrisa que ilumina su rostro.

Antes de que Noah pueda articular palabra alguna, su hermana lo envuelve en un abrazo reconfortante, y él siente la presión reconfortante de sus pechos contra su pecho, un recordatorio tangible de que está a salvo y protegido en los brazos de su ser querido.

"Samantha...", susurra Noah, su voz apenas un susurro, pero llena de gratitud y amor. Ella lo mira con ojos llenos de alivio y ternura, y con voz suave, le expresa su preocupación y su deseo de que nunca vuelva a pasar por algo así de nuevo.

Antes de que pueda responder, ella inclina la cabeza y sus labios encuentran los suyos en un beso lleno de amor y consuelo. En ese momento, Noah siente que todo está bien en el mundo, porque tiene a su hermana a su lado, lista para protegerlo y amarlo sin importar qué.

Morgana entra en la habitación con una bandeja de desayuno para la mujer principal de su amo, pero al ver a Noah despierto, su sorpresa es tan grande que la bandeja cae al suelo con un estruendo. Sin perder un segundo, corre hacia él con lágrimas en los ojos, su preocupación palpable en cada paso que da.

"¡Querido amo!" exclama Morgana, con voz temblorosa, al borde de las lágrimas. "Estaba tan preocupada."

Sin esperar respuesta, se lanza hacia él con un impulso irrefrenable, envolviéndolo en un abrazo tan apasionado que Noah apenas puede contener una sonrisa. Ella estrella su rostro en su pecho, y Noah siente el calor reconfortante de sus pechos que es como estar entre dos suaves almohadas que lo acogen y protegen. la sensación de los pechos de Morgana contra su rostro sin importar el tiempo que pase sigue siendo una experiencia sumamente placentera para Noah, quien se siente reconfortado por el afecto y la devoción de su querida sirvienta.

Cuando finalmente se separan lo suficiente, él la tranquiliza, asegurándole que está bien. Luego, con un gesto gentil, toma su mejilla entre sus dedos y la acerca hacia él. Sus labios se encuentran en un beso cargado de amor y gratitud.

Después del apasionado beso que deja un hilo de saliva, Noah se separa ligeramente de Morgana y le pregunta a su leal sirvienta qué ha sucedido y cuánto tiempo ha estado dormido. Morgana le cuenta que hoy es lunes, lo que significa que ha estado dormido durante tres días.

"Capturamos a Sebastian después de la pelea", continúa Morgana, "y lo tenemos encerrado en uno de los almacenes de la familia Morrison. Alexander le lleva comida cada cierto tiempo". Ella explica que la señorita Samantha no lo pasó muy bien durante estos días, estuvo muy preocupada por Noah todo el tiempo, expresando su deseo de que volviera a despertar. Morgana confiesa que si no lo hacía, su vida no tendría sentido y moriría de tristeza. Morgana se sonroja y admite que ella también lo pensó.

Noah le agradece sinceramente por cuidarlo y preocuparse tanto por él, prometiéndole que estará bien y que él también la cuidará siempre.

Noah está sentado en su cama, contemplando a sus dos esclavas hipnotizadas que lo miran con devoción, esperando sus futuras órdenes. Mientras las observa, Noah reflexiona para sí mismo que esta noche es luna llena, lo que significa que es el momento de embarazar a Samantha. La idea lo llena de emoción mientras la mira.

También piensa en Sebastian y en la venganza que desea infligirle por todo lo que le ha hecho y por casi quitarle a su hermana. Con determinación, le ordena a Morgana que se voltee y vigile la puerta, utiliza la influencia del brazalete para asegurarse de que solo escuche su voz y las instrucciones que le dio, ignorando todo lo demás a su alrededor.

Noah se levanta de la cama, se acerca a Samantha, quien le sonríe amorosamente, con un gesto gentil, la invita a acostarse. Usando la influencia del collar, libera temporalmente a Samantha de su control mental, haciéndole creer que se encuentra en su habitación. Con cuidado, la lleva a la cama y la acomoda como si estuviera en su propia habitación.

Noah observa con atención cómo su hermana comienza a despertar poco a poco. Mientras la mira, reflexiona para sí mismo sobre la importancia de este momento. Sabe que lo que está a punto de hacer con ella es algo que debe suceder con su plena conciencia y consentimiento.

Samantha despierta y observa a Noah con una mezcla de alivio y preocupación mientras él le cuenta su historia inventada sobre haber estado dormido por una semana debido a un hechizo de un brujo. Aunque sonríe y le expresa su alegría por verla bien, no puede evitar sentir un ligero remordimiento por todas las mentiras que le ha dicho.

Después de una alegre conversacion, Samantha cambia el tema y pregunta por Sebastian. Noah, sin mostrar demasiado interés, le informa que no ha aparecido en ningún momento desde el incidente. Sin embargo, Samantha defiende a Sebastian, expresando su confianza en él y sugiriendo que podría estar fuera buscando una forma de liberarla.

Noah le pregunta cómo se siente y Samantha responde con una sonrisa, diciendo que se siente muy bien, como si hubiera tenido un sueño reparador. Aunque las palabras de su hermana le brindan un alivio momentáneo, Noah no puede evitar sentir una punzada de culpa por las mentiras que ha tejido a su alrededor.

Noah se siente abrumado por la sinceridad y el amor en la sonrisa de su hermana, y las lágrimas comienzan a emerger de sus ojos. Samantha, sorprendida por la reacción de su hermano, lo mira con profunda preocupación, preguntándole si algo anda mal.

Con la voz entrecortada por la emoción, Noah la abraza con fuerza y le pide perdón repetidamente. Samantha queda impactada, nunca antes lo había visto así. Confundida y preocupada, le pregunta qué está pasando.

Noah, decidido a mantener la farsa, le dice a Samantha que no pudo salvarla del hechizo del mago. Antes de que pueda seguir hablando, Samantha le sonríe con amor y lo abraza con ternura, consolándolo y asegurándole que no hay necesidad de disculpas. Le recuerda que, al final, logró salvarla, y eso es lo que realmente importa.

Con un nudo en la garganta, Noah le pide perdón nuevamente, sintiendo el peso abrumador de su engaño. Decidido a seguir adelante con su plan, aprovecha el momento para poner a Samantha en trance.

Ordena a su hermana, bajo el hechizo del collar, que vaya a ver a Sebastian, y a Morgana lo guie hacia donde se encuentra Sebastián.

Noah y Morgana llegan al oscuro almacén donde Sebastian está atado a una silla. Noah observa a su rival con una mezcla de desprecio y furia. Sebastian, en su característica arrogancia, demanda saber dónde está Samantha.

Noah, ignorando la pregunta de Sebastian, se acerca con determinación. Con un tono serio, le advierte que estas son las consecuencias de intentar robarle lo que es suyo. Sebastian, sin inmutarse, desafía a Noah, burlándose de su valentía al tener a esa muñeca con grandes tetas como guardaespaldas.

Noah, con una sonrisa desafiante, acaricia los pechos desnudos de Morgana acariciando y apretando sus pezones gimiendo como loca siendo tocada por su amo, disfrutando del poder que ejerce sobre ella. Le dice a Sebastián que lo que piense no le importa en absoluto. Luego, suelta a Morgana, quien ya está roja de excitación.

Noah se acerca a Sebastian y comienza a golpearlo repetidamente, cada golpe cargado de ira acumulada. Le advierte que lo que está a punto de pasar será el mayor sufrimiento que haya experimentado. Con cada golpe, la ira de Noah se desata más, alimentada por el deseo de venganza y el poder que siente al someter a su enemigo.

Luego de varios golpes Noah le dice a Sebastián que "si tanto quiere ver a mi hermana entonces aquí esta", Noah ordeno a su hermana que entrase. Noah observa con una mezcla de emoción y malicia mientras Samantha, bajo el influjo de su control, desciende lentamente las escaleras. Sus movimientos son gráciles pero carentes de expresión, como si estuviera en un estado de trance profundo.

Samantha lleva puesto un sexy micro bikini de vaca, una elección que refleja la degradación a la que Noah la somete en este momento. El contraste entre la belleza natural de Samantha y el atuendo ridículo es impactante, y la mirada horrorizada de Sebastian lo dice todo.

Sebastian, atado y ****, no puede hacer nada más que mirar con impotencia mientras Noah disfruta del espectáculo. La expresión en el rostro de Sebastián es una mezcla de desesperación y furia contenida, incapaz de comprender cómo Noah pudo reducir a su amada hermana a este estado de humillación.

Noah, por otro lado, muestra una sonrisa retorcida de satisfacción mientras Samantha se acerca. Para él, ver a su hermana bajo su control una vez más es una confirmación de su poder y control sobre ella.

Morgana, siempre fiel a su amo, permanece en silencio a un lado, lista para obedecer cualquier orden que Noah pueda darle. Su rostro no revela ninguna emoción.

En medio de este escenario surrealista y cargado de tensión, Samantha avanza hacia Noah, ajena al sufrimiento de Sebastian y al dolor que su presencia provoca en él. Su rostro sin emociones refleja la completa sumisión a la voluntad de su hermano, un recordatorio sombrío de la influencia que Noah ejerce sobre ella.

Noah, lleno de deseo y ansias de dominación, se acerca a Samantha con determinación. Con un gesto apasionado, la toma entre sus brazos y la besa con ferocidad, dejando que sus labios se fundan en un beso ardiente y desenfrenado. Sus manos exploran su cuerpo con urgencia, buscando cada centímetro de piel con avidez, mientras susurra órdenes suaves pero firmes en su oído.

Luego, con un movimiento decidido, Noah aparta a Samantha con delicadeza y le ordena que se incline sobre Sebastian, colocando sus manos sobre las rodillas de él. Samantha, bajo su control, obedece sin vacilar.

Sebastian, atado y sin poder hacer nada para detener lo que está por suceder, observa con angustia cómo Samantha se inclina frente a él. Una mezcla de emociones lo invade mientras presencia la escena, sintiendo un gran dolor.

Noah, con una sonrisa satisfecha en los labios, se acerca lentamente a Samantha, disfrutando del control absoluto que ejerce sobre ella. Con cada paso, siente el poder y la dominación que emana de su ser, alimentando su ego y su deseo de someter a los demás a su voluntad.

Mientras tanto, Morgana observa en silencio desde las sombras, cumpliendo con su papel de servidora fiel.

En medio de la intensidad del momento, Sebastian se siente impotente y desamparado, atrapado en un torbellino de emociones conflictivas mientras presencia la consumación del amor entre Noah y Samantha, sabiendo que no hay nada que pueda hacer para detenerlo.

Noah: “ahora hermana, ladra como una perra”

Samantha: “GUAU, GUAU” ladro mi hermana

Noah tomo el borde de sus bragas sin que ella opusiera y se le los quito bajándoselo hasta los tobillos sin ninguna queja.

La vagina rasurada de mi hermana quedo ante nuestros ojos, era una vista magnifica que nunca me cansaría de ver, aun mas sabiendo ahora solo yo puedo hacer uso de su vagina.

Noah: “Supongo que te quedaras con las ganas de algún día volver a usar esta hermosa vagina, pero no te preocupes yo le daré un buen uso todos los días a partir de ahora, jejeje”

Noah su dedo en la vagina de su hermana delante de Sebastián, Samantha seguía sin reaccionar, pero no necesitaba saber cómo se sentía para saber que estaba muy excitada, Noah saco sus dedos de la vagina mojada de su hermana y se lo llevo a la boca.

Noah: “Ummm créeme sabe muy bien”

Noah atrajo a su hermana, abrió sus piernas y puso su cara en su vagina y comenzó a lamerla como si fuera lo más delicioso del mundo.

Sebastián: “DEJALA EN PAZ MALDITO BASTARDO”

Samantha seguía sin expresar ninguna emoción, ningún movimiento, aunque de vez en cuando dejaba salir un leve gemido.

Noah: “La oyes, aunque no exprese nada está claro que lo está disfrutando, soy el único que puede que la puede excitar, le está gustando esto que cuando tú se lo hacías, jajaja”

Luego me dirigí hacia mi hermana y le ordené que se quietara la parte de arriba del bikini

“Quiero que te quites lo que falta, quiero que expongas tus tetas”

Samantha como un títere siendo tirada por sus hilos, se quitó la parte de arriba, quedando completamente expuesta mientras sus pechos quedan colgados y se mueven por todos lados, 2 melones tan grandes y jugosos que pronto comenzaran a lactar.

Noah: “Verdad que tiene unas tetas increíbles y son todas mías”

Noah comenzó a manosear sus enormes pechos, sus dedos se hundían entre ellos, le con una mano apretaba sus pezones mientras que con la otra seguía mojando su vagina.

Noah: “Sabes sus pezones saben increíbles, aunque bueno eso es algo que tú sabes bien, supongo que es algo que tenemos en común.”

Noah le ordeno a su hermana que se pusiera de pie y termino por dejar desnuda a su hermana.

“Ahora vaca quiero que te pongas de cuclillas y tomes mi pene”

Samantha como una muñeca, hizo lo que le ordenaron, sus tetas se balanceaban como gelatina.

Cuando Samantha estuvo a la altura del pene de su hermano tomo su pene con sus pequeñas y delicadas manos, abrió su boca y comenzó a hacerle sexo oral.

Noah: “Siiiii así chúpamela vaca, mira esto Sebastián, todo esto es mío, hermana chúpamela hasta que me corra en ti”

Sebastián vio con tristeza como el pene de Noah abusaba de la boca de su hermana se atragantaba debido a la intensidad con la que se la chupaba, mientras movía su cabeza adelante y atrás, hilos de saliva unían la punta del pene de Noah y los labios de su hermana, ella los tomaba sin ningún asco.

Noah: “mierda ella es una gran chupa penes”.

Noah: “Siiii mierda, me estoy corriendo en la boca de mi hermana, aun no te tragues mi semen primero quiero que se lo muestres a nuestro invitado”

Sebastián trato de cerrar los ojos cuando vio su prometida acercarse con la boca abierta, pero le ordene a Morgana que lo forzase a abrir los ojos, a lo que respondió con un si querido amo, algo que no fue gran problema para mi leal sirvienta que contaba con una fuerza descomunal, haciendo que Sebastián pueda ver como algunas gotas se salen de la boca antes de poder tragarlo.

Noah: “Sam llego la hora, tírate al piso y abre las piernas, tu prometido debe ver esto”

Como perro obediente Samantha suelta su pene y procede a tirarse en el suelo, abre las piernas y extiende su vagina para facilitarle el acceso al pene de su hermano

Noah no tardo en ponerse encima de ella y comenzó a violarla sin piedad mientras su hermana no oponía ninguna resistencia, mientras se la cogía tomaba de sus tetas, pero en ningún momento hablaba solo gemía, era como una muñeca en manos de Noah.

Luego Noah le ordeno a su hermana que se pusiera en posición de perrito y le ordeno que mirase a Sebastián, lo cual hizo sin queja alguna, sus tetas le colgaban y fue Samantha que con una orden de Noah comenzó a mover su trasero de adelante y atrás siendo completamente penetrada por el miembro de Noah, a cada embestida sus tetas se balanceaban como locas, Noah se tumbó y luego ordeno a mi madre que se subiera encima de él, en posición de vaquero Samantha cabalga sobre Noah durante 10 minutos su hermana lo monto recibiendo su pene, se podía escuchar como las bolas de Noah golpeaba el trasero de sus hermana cada vez que ella bajaba.

Noah, en su afán de dominación total, mira a Morgana con ojos llenos de deseo y le ordena que se desvista y se manosee frente a ellos. Con una expresión de obediencia en su rostro, Morgana comienza a quitarse la ropa lentamente, siguiendo las órdenes de su amo al pie de la letra.

Con cada prenda que cae al suelo, Morgana revela más de su cuerpo escultural, mientras Noah observa con lujuria y satisfacción. Una vez desnuda, Morgana comienza a acariciarse la vagina con movimientos sensuales, cumpliendo con las órdenes de Noah mientras se entrega por completo a su voluntad.

Sebastián, testigo impotente de la escena que se desarrolla ante sus ojos, siente un nudo en el estómago al presenciar la sumisión absoluta de Morgana ante su amo. La situación se vuelve cada vez más opresiva para él, aumentando su sensación de desesperación y desamparo mientras se enfrenta a la cruel realidad de su situación.

Noah, complacido con el espectáculo que tiene ante sí, continúa dando órdenes a Morgana y observando con satisfacción cómo ella las cumple sin titubear. Para él, esta exhibición de sumisión y obediencia es solo otra confirmación de su poder y dominio sobre aquellos a su alrededor.

En medio de la atmósfera cargada de tensión y deseo, la figura de Morgana se convierte en el centro de atención, mientras ejecuta los deseos de su amo con una sumisión total y sin reservas. Su cuerpo desnudo y sus movimientos sensuales son un espectáculo cautivador y perturbador al mismo tiempo.

El almacén en el que se encuentran, envuelta en una atmósfera de tensión y desesperación, se convierte en el escenario de una escena final cargada de dramatismo y desesperación.

Sebastián, abrumado por el peso de sus acciones y el horror de lo que ha presenciado, se encuentra en un estado de devastación mental. Con voz firme, les ordena a Morgana y Samantha que se vistan y abandonen la habitación. Las dos esclavas, aún agitadas por la excitación de los eventos recientes, obedecen sumisamente y comienzan a vestirse mientras Sebastián observa en silencio, sintiendo el peso abrumador de su culpabilidad.

Cuando las últimas luces del día se desvanecen y la oscuridad envuelve en el almacen, solo quedan Alexander, Morgana, Samantha y Noah. En la penumbra de la noche, Noah se prepara para lo que él considera como la gran noche de su vida, en la que su hermana será completamente sometida a él.

Noah se reúne con sus compañeros en un lugar seguro, donde la oscuridad del bosque envuelve sus figuras. Con gestos cuidadosos, explica su plan para inculpar a Sebastian de los crímenes que han cometido juntos.

"Escuchen", comienza Noah en un tono bajo pero decidido, "necesitamos asegurarnos de que nadie sospeche de nosotros. Debemos dejar que el mundo crea que hemos muerto en el incendio del almacén."

Morgana y Samantha escuchan con atención, saben que lo que están a punto de hacer los pondrá en un camino peligroso, pero confían en Noah para guiarlos.

Noah continúa explicando su plan con detalles meticulosos, describiendo cómo usarán las drogas que encontraron en el almacén para fabricar pruebas incriminatorias contra Sebastian. "Debemos hacer que el mundo crea que entré en un estado de locura debido a esta droga", agrega con seriedad.

Mientras habla, Alexander entra en la habitación llevando consigo cuerpos sintéticos, diseñados para parecerse a los suyos, el de Morgana y el de Samantha. Los coloca estratégicamente, como si fueran los restos carbonizados encontrados en el almacén.

Noah observa los cuerpos sintéticos con una sensación de pesar, sabiendo que esta farsa será necesaria para proteger su futuro.

Una vez que todo está listo, Noah mira a sus compañeros con determinación. "Este es nuestro camino a la libertad". El grupo se prepara para llevar a cabo su plan.

Noah observa a su hermana, ahora liberada del trance, con un amor renovado. La devuelve a su papel de leal amante, lista para seguir sus deseos más profundos.

"Ha llegado el momento", anuncia Noah, su voz cargada de determinación y deseo. "Cuando embarace a Samantha esta noche, el fuego será nuestra señal para escapar hacia la libertad y el amor".

Morgana y Samantha escuchan atentamente, sus corazones llenos de devoción hacia Noah. Para ellas, no hay nada más importante que satisfacer los deseos de su amo y verdadero amor.

"Será nuestro momento para vivir en libertad", continúa Noah, su mirada firme y decidida. "Un lugar donde podamos estar juntos sin restricciones, donde podamos amarnos y coger todo el día".

Morgana y Samantha asienten en silencio, sus ojos reflejando su sumisión y amor hacia Noah. Están dispuestas a seguirlo a donde sea necesario, a hacer cualquier cosa por él, porque él es la única persona que realmente aman.

Con el plan trazado y sus corazones unidos en un propósito común, Noah, Morgana y Samantha se preparan para enfrentar lo que sea necesario para alcanzar su libertad y su amor verdadero. Juntos, están listos para enfrentarse al mundo y construir un futuro donde puedan vivir y amar sin restricciones.

Noah, con determinación, prepara el almacén meticulosamente para que se incendie en un par de horas. Junto a Morgana y Samantha, dejan a Sebastian inconsciente en un lugar seguro pero lo suficientemente cercano para que la gente lo encuentre y piense que fue él quien provocó el incendio.

Los tres hermanos, tomados de las manos, se adentran en la oscuridad de la noche, sabiendo que un nuevo capítulo está a punto de comenzar. Noah mira a su hermana con una mezcla de deseo y posesión, mientras que Samantha lo devuelve con una mirada llena de entrega y amor.

Alexander sigue detrás de ellos, su figura imponente en la oscuridad, demostrando su lealtad hasta el final. Sabe que esta será su última orden, pero está orgulloso de haber servido a su amo con honor y respeto.

Mientras caminan hacia un futuro incierto pero lleno de posibilidades, los hermanos Morrison y su fiel sirviente dejan atrás el pasado, listos para escribir su propia historia de amor, libertad y pasión desenfrenada.