Laura avanza poco a poco

Laura, con una mezcla de determinación y miedo, salió de su escondite, su cuerpo empapado brillando bajo el sol. Cada paso era una decisión calculada, una apuesta por pasar desapercibida en un parque lleno de gente. El agua goteaba de su cabello y su cuerpo, creando un efecto visual que atraía la atención incluso cuando trataba de evitarla.

Se movió entre los árboles, usando su sombra como cobertura, sus pies descalzos sintiendo la textura de la tierra y las hojas bajo sus plantas. El agua en su piel hacía que cada movimiento fuera más difícil, sus músculos temblorosos luchando por mantener su equilibrio.

Se agachó detrás de un seto, su cuerpo pegajoso con el sudor y el agua, sus ojos escaneando el área. Un grupo de personas caminaba cerca, discutiendo sobre la mejor ruta para llegar al área de eventos. Esperó, conteniendo la respiración, hasta que pasaron, sus risas y conversaciones creando una banda sonora de normalidad en medio de su extraordinaria situación.

Corrió rápidamente hacia un árbol solitario, su cuerpo desnudo una visión fugaz entre la vegetación. El viento sopló, haciendo que su cabello mojado se pegara a su rostro, sus pezones endurecidos apuntando hacia el cielo. Se agachó detrás del árbol, su pecho subiendo y bajando con la urgencia de su misión.

Atravesó un camino de grava, sus pies sintiendo la textura áspera bajo sus plantas, sus piernas temblorosas con el esfuerzo. Un grupo de niños, ajenos a su presencia, jugaba a pocos metros, sus risas llenando el aire de inocencia. Laura se pegó a la sombra de un banco, su cuerpo pegajoso con el sudor, esperando que pasaran.

Cada obstáculo superado era una pequeña victoria, pero el área de eventos aún estaba a cierta distancia. Laura, con su determinación intacta, sabía que no podía detenerse. La vergüenza y el miedo eran sus compañeros constantes, pero su deseo de poner fin a esta pesadilla la impulsaban a seguir adelante, incluso si eso significaba exponerse aún más.