La cucaña

Valeria acababa de salir el vuelo y llegar a Granada cuando caminaba en la ciudad y vio un gran poste blanco en el centro de la plaza. Encima estaba un becerro pequeño de oro.

"¿Qué es eso?" Valeria le preguntó a un trabajador.

"Es un premio por llegar a la cima. El concurso está a punto de comenzar, y es abierto a todos."

A Valeria le gustaba trepar arboles, así que esto no debería ser un gran problema. "Tome esto, por favor," le dijo y le dio su equipaje al trabajador mientras el concurso comenzaba.

"¡Damas y caballeros," dijo otro trabajador, "nuestra primera concursante!"

Fue entonces que Valeria se dio cuenta de que no había nadie más en el poste. No importaba, Valeria siguió adelante y empezó a trepar el poste. Pero pronto se dio cuenta de que lo blanco en el poste no era pintura, ¡era manteca!

Le sintió muy asquerosa en la ropa, y muy resbaladiza. De hecho, el poste no era del todo lo suficientemente ancho para permitirle a Valeria agarrarse hasta el final por los brazos, así que en su primer intento se cayó tras unos segundos. Quería abandonar, pero ya había un audiencia mirándola y riéndose de ella, así que sabía que tenía que continuar.i

Entonces, Valeria se quitó las alpargatas y volvió al poste, usando las piernas y los pies para agarrarse. Durante la subida la camiseta empezó a subirse, y entre eso y las piernas Valeria podía sentir la manteca en todo el cuerpo. ¡Definitivamente necestiaría una ducha después de esto!

A mitad del poste había una banda de madera levantada. Agradecida por el descanso, Valeria se relajó y se desenvolvió las piernas, frotándose la manteca en el cuerpo. Tras un minuto, Valeria reempezó a trepar y pasó la banda, olvidando de las piernas y usando los brazos.

La mitad superior del poste fue hecho de un material más resbaladizo que la manteca. Pero la ropa aún estuvo cubierto en la manteca. Después de 30 segundos, Valeria cayó y la ropa fue hecho subir. En cuanto a la camiseta, no tuvo más remedio que salir de Valeria y llevar el sostén consigo, pero con respecto a los shorts y las bragas, se levantaron y le dieron a Valeria un wedgie.

Finalmente Valeria pudo detener su descenso, aunque ahora estuviera medio desnuda delante de un audiencia que estaba empezando a aplaudir y aclamarla. Valeria había vuelto al lado inferior del poste, así que empezó a trepar otra vez, otra vez olvidando de envolverse las piernas alrededor del poste.

Los shorts se habían cubierto en el material resbaladizo, y mientras Valeria trepaba empezaron caer de su cuerpo. Las bragas al principio quedaron mejor, pero también finalemente empezaron caer. Valeria podía sentir lo último de su dignidad escapando. Finalmente pensó en reenvolverse las piernas, pero ya era demasiado tarde y las bragas y los shorts restringieron las piernas hasta que al final cayeron al suelo y la multitud se volvió loca.

Valeria realmente quería saltar a tierra y recuperar la ropa, pero sabía que si hacía no podría trepar más y perdería el concurso para nada.