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Chapter 5
Hundrime?
El hundimineto, un fracaso
No ha pasado ni una semana, es viernes, el antro esta a reventar y al parecer las palabras de Daniela no estaban vacías. Desde que llego con sus amigas no ha dejado de bailar y beber, mientras te mira con odio, al menos tienen algo en común, tanto tus nervios como su odio son desmedidos.
A medida que la noche avanza Daniela esta cada vez mas en la barra ordenándote bebidas, y tirando algunas a propósito, cada vez que eso pasa volteas a ver a la cámara de seguridad y anotas la putuacion en la cuenta, hasta ahora vas ganando por paliza.
La noche avanza y Daniela esta sola, sus amigas se han ido y ella es ralamente necia, es raro ver a una mujer tan ebria, no se despega de la barra y cada vez que pasas frente a ella te dedica unas palabras, “por qué no hablas o ya se te olvido por completo”, “vamos insúltame otra vez”, tu paciencia esta en un punto limite y después de haber atendido a todos tus clientes descansas tus manos sobre la barra, te inclinas hacia ella y le dices:
– Daniela, ya déjalo, fue el enojo del momento, vete a casa.
– No, no me voy a ir, dijiste frente a todos que era una puta, pero ya se porque lo dijiste, es porque seguramente estas celosos de que nunca tendrías una mujer como yo.
– No Daniela, no fue por eso, realmente…
– Acéptalo, no sabrías como manejar a una mujer como yo y por tu impotencia, hiciste lo que todos los hombre hacen, llamar puta a una mujer fuera de su alcance.
– No Daniela, me gustabas, estaba nervioso, por eso no podía hablar, pero realmente te comportaste de una forma muy desagradable, sí? Ya déjalo en el pasado, vete a casa y déjame trabajar en paz.
Tu cabeza iba tan rápido que solo te diste cuenta de dos cosas, no debiste decir que te gustaba y ella era una gran bebedora, su dicción era muy buena, así que solo estuvo disimulando estar ebria para insultarte sin consecuencias. Ante tu confesión ella bajo el rostro y sonrió, se separo de la barra con su copa y fue hasta la pista de baile y volvió a bailar con la única intención de provocarte celos.
La noche avanzó, Daniela bailo con muchos chicos, unos mas guapos que otros, unos altos, otros chaparros y logro su objetivo, realmente estabas incomodo con la situación, pero en cierto punto ella se alejo de la pista, su pareja de baile la siguió y a el otro hombre, iban hacia los baños y faltaba poco para cerrar, notaste que ella caminaba tambaleándose y podría estar fingiendo, pero podría no estarlo y la culpa de que le sucediera algo grave no te dejaría tranquilo, así que le dijiste a un mesero que atendiera la barra y fuiste detrás de ellos, cuando entraste al baño de mujeres todo estaba tranquilo, por lo que tu corazón se acelero, entonces entraste al baño de hombres y ahí estaba ella forcejeando con los dos hombres.
– Suéltenme!
– No lo creo, los tres sabemos que lo quieres.
– No, suéltenme o gritare!
– HEY! Déjenla en paz. Solo se equivoco de baño.
Los dos hombres voltearon, al verte sabían que no sería fácil, pero que incluso en un mano a mano te ganarían, aun después de unas dificultades, después de todo eran mas altos musculados, pero el uniforme de la barra indicaba tu jerarquía y los antros no son lugares con los que convenga tener problemas, así que la soltaron y se fueron. Después te acercaste a Daniela y dijiste.
– Cuando dijiste que me hundirías, no creí que te referías a terminar en un trío en el baño de hombres, si sabes que yo no los lavo, verdad?
La realidad es que aun estas muy nervioso y tu corazón muy acelerado y el humor es solo para que tu corta relación con Daniela termine de buena manera de una vez por todas y para que tu nerviosismo se controle. Ella solo extiende su mano hasta tu pecho y presiona, después dice:
– Bueno, a juzgar por tu corazón, mas que hundirte te habría provocado un infarto.
– Solo si hubiera dejado que ellos llegaran mas lejos.
– Tal vez habría sido la única oportunidad de que me escucharas disfrutar del sexo.
– Oh, entonces esto es solo uno de tus fetiches, que te vi**** en el baño de un antro.
– No, realmente no lo es y realmente gracias por evitarlo, pero ambos sabemos que tu no podrías hacerme disfrutar.
– Bueno eso solo se comprueba de una manera.
– Si? Entonces comprobémoslo.
– No lo creo, estoy trabajando y tu estas ebria, no quiero una denuncia.
– Si tan bueno eres, mas que una denuncia recibirás otra cosa y en cuanto al trabajo ya casi cierran, o por fin aceptaras que soy mucha mujer para ti?
– En ese caso…
Ambos salieron del baño, los guardias ya estaba vaciando el local, así que solo te dedicaste a limpiar, aunque tratabas de ocultar tu nerviosismo, como habías acabado en una situación así, ella te odiaba y a ti no te agradaba y ambos concluyeron que la mejor manea de solucionar sus conflictos era poner sus egos en un duelo en la cama. Al terminar de limpiar ambos salieron, y ella te siguió, subieron a tu auto y dijiste:
– Y bien, será en tu casa o en un hotel?
En su casa o en un hotel?
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Nunca me digas así
Tú rogaras que te diga así
Una sensual mujer atrae a un hombre amable que le gusta tener las situaciones controladas, en algún punto esa atracción se rompió y se convirtió en un juego de sumisión
Updated on Dec 2, 2023
Created on Nov 23, 2023
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