División

Cerebro se estaba divirtiendo tanto como el resto de sus hombres. Pocas veces tenían la oportunidad de tomar parte en un encargo tan sencillo y a la vez tan divertido. Básicamente les estaban pagando por dar rienda suelta a sus peores instintos. Tenían delante a cuatro magníficos especímenes de mujer humana para disfrutar a su manera.

Todo parecía ir bien, demasiado bien. Donde los demás no veían problemas, el comenzó a ver uno. Mientras proseguía la orgía todos bajaban la guardia. Habían sido tan ansiosos que ni siquiera habían atado a Kate en principio, dándole la oportunidad de escapar. En condiciones normales no tendrían ningún problema en controlar a cuatro prisioneras, mucho menos si solo una de ellas era capaz de defenderse. En ese momento si tenían algunos problemas. Faltaba concentración. Además, cada nueva violación forzaba a uno de los suyos a bajar la guardia, una vez más, hasta recuperarse. Aunque ya no fuese militar, su entrenamiento de soldado le decía que o acababan la misión ya o debía buscar un método para controlar la situación mejor.

Ninguno de sus hombres aceptaría acabar la misión ya. Se divertían demasiado. Aunque era un tipo duro no tenía ninguna intención de provocar a esos tres.

La respuesta evidente fue buscar ese otro método, y también estaba bastante claro. Separarlas. Sin verse las unas a las otras estarían más asustadas y representarían una amenaza menor. Además, no intentarían nada sin saber qué había sido de las demás. Sí, esa era la respuesta