Andrea

Andrea es una chica de 19 años. Graduada del secundario hace poco tiempo ahora se dedica a estudiar en un conservatorio para conseguir una maestría en su instrumento, el violín.

Aquella noche ella se encontraba regresando a casa después de largas horas de practica con el resto de sus compañeros de orquesta.

Vivía con su familia un apartamento, propiedad de estos, en el lugar más importante de la ciudad con todas las comodidades.

Desde chica lo había tenido todo, tanto en lo económico como en lo social. Había ido a la mejor escuela, aprendido un montón de idiomas, estudiado danza clásica. Todos los que la conocían caían rendidos ante ella y hacían lo que comandaba. Era la chica modelo, y ella lo sabía.

En aquel momento se encontraba caminando por medio de un parque observando como las personas se encontraban entrenando incansablemente para tener la figura deseada. Ella suspiró un tanto triste ya que desde hace rato que no podía disfrutar de aquél placer por todas las obligaciones que tenía. Una calza negra que cubría todas sus piernas y una camisa holgada blanca tapaban el ya no tan trabajado cuerpo de la chica. No contaba con una altura privilegiada, pero eso lo compensaba con unos senos un tanto alargados con forma de ciruela, un gran culo en forma de "A" y varios músculos que resaltaban su figura.

Sacó su celular para comentarle a su hermana su ubicación y lo lindo que sería salir a dar unas vueltas juntas en algún momento.

Guardado su teléfono sacó de su estuche unas partituras y un mp3 que contenían la obra para su próxima presentación y se puso a escucharla mientras la complementaba con la lectura gracias a la ayuda de la luz de la luna y los faroles que se encontraban a su alrededor. Este nuevo trabajo, según había leído en internet, formaba parte de una serie de canciones que componían una obra teatral que trataba acerca de una mujer tranquila que conocía a un hombre que la termina llevando al borde de la locura. Cuando leyó eso no pudo causarle más gracia. "En serio existía algo con tanto poder como para doblegar a una mujer?" eran sus pensamientos.

Estaba tan sumida en su partitura y los audios que tenía que no se percató del meteorito pasando cerca suyo. De repente, un fuerte ruido la asustó, había sido el impacto. Vio como un fuerte brillo surgía de entre los árboles a varios metros. Miró alrededor para darse cuenta de que estaba sola.

Con cierta curiosidad se acercó hacia el lugar del impacto para darse cuenta de lo que había pasado. Una roca gigante había impactado contra la Tierra dejando un cráter en el piso. Sin querer pisó en el lugar equivocado y cayó dentro del hueco hasta quedar a un lado de la roca. Acomodó su pelo corto de color marrón oscuro y después se arregló la ropa.

"Ay no." mencionó preocupada mientras revisaba si su violín se encontraba en buen estado. Un suspiro de alivio salió de sus labios cuando se dio cuenta de que todo estaba bien. "Fiuf, que afortunada que soy." de repente vio cómo de uno de los agujeros del meteorito surgía una masa negra. "Qué es eso?" susurró.