Al obrero de la construcción

La razón por la que Toni escogió a su vecino era principalmente por la confianza que le generaba poseer un cuerpo que no era el suyo. Pero, tras ver como actuaba ese obrero de la calle, gritando a quien fuera y sintiéndose el amo del mundo, supo el pecador de verdad que era la confianza, y la quería para él.

Al salir del trabajo, Toni-Enrique paso por la obra que había visto antes. El obrero seguía allí, cargando un saco de arena como si no pesara nada. Toni-Enrique sabia, tras usar el puntero laser con su vecino, que la atracción sexual generada no surgiría en una explosión si no que podía apartar del resto de obreros a su nuevo receptáculo. Así que, desde la acera, uso el laser sobre el rostro del obrero. Este, a los segundos, giro el cuello en su búsqueda. Cuando lo encontró con la mirada, una sonrisa libidinosa

-¡Eh tu!- grito el hombre, mientras el pecador, echándole una mirada, salía por una calle cercana, alejándose del bullicio.

El obrero intercepto a Toni-Enrique en otra obra cercana, cerca de un parque. El obrero parecía incluso enfadado cuando llego a su altura, señalándole con el dedo.

-Tío, te he estado hablando-le decía el obrero-¿Por que te has ido?

La agresividad con la que le trataba redujo la confianza de Toni. ¿Podía haberse equivocado? No funcionaria el laser con un hombre como él?

-Yo... -comenzó a titubear Toni en el cuerpo de Enrique.

-Mira. Te he visto todo el día fijándote en mi. Vamos a solucionar esto aquí y ahora.

Entonces, se lanzo a comerle la boca al pecador. Este, sin saber que hacer, se dejo llevar, pues la autoridad del obrero le había dejado incapaz de tomar sus propias decisiones.

El obrero empezó entonces a desnudarse. La verdad, es que tenia un cuerpo impresionante. Toni supo enseguida que le tocaría a él recibir la descarga de esperma en su cuerpo, así que intento agacharse, pero en vez de eso, el obrero el bajo los pantalones del traje y casi le empujó ente unos maderos de la obra.

-No se por que me pones. ¡Eres un tío, me cago en la vida!- gritaba mientras se sacaba del bolsillo del pantalón en el suelo un condón- Pero de aquí no sales sin que te folle el culo.

Toni intento decir algo. Algo tipo como que le haría una mamada y ya está o que, si al menos iba a follarle, que fuera sin condón para que el esperma estuviera dentro de él y poder realizar la posesión mañana. Pero el obrero no espero a que el pecador pudiera hablar y, agarrándole las piernas, comenzó a follarle rápidamente, como si quisiera acabar lo mas pronto posible.

Toni no podía permitir eso. Tenia que recibir el esperma dentro de el. Cuando parecía que el obrero iba a correrse dentro del condón, el fracasado uso su mejores dotes de actor porno amateur para suplicarle por la leche.

-Como me estás follando-le decía- quiero tu corrida en mi cara. Córrete en mi boca. Te lo suplico. Hazlo.

Sus sucias palabras funcionaron, y el obrero, sacando su polla del culo ya no virginal de Enrique, comenzó a pajearse ante el arrodillado pecador, que con la boca abierta no desperdició una sola gota de esperma.

-Como cuentes algo de esta mierda a alguien te reviento la cabeza-le dijo el obrero mientras se vestía- ¿lo has entendido?

Toni-Enrique, que recogía toda la leche que podía de su barba para metérsela en la boca asintió en silencio.

-Desbloquéame tu móvil-le exigió el obrero.

Tras hacerlo, el hombre tecleo un numero y el móvil de su bolsillo sonó.

-Este es mi número. Espera que yo te llame, no me llames tu. ¿Tienes casa?

Toni-Enrique asintió, aunque no explicitó que vivía con su hijo.

-Cuando te llame me dirás si puedes quedar, y me dirás que si. Entonces iré a tu casa y volveré a follarte. ¿lo has entendido?

El pecador asintió, nervioso. Algo raro le sucedió a su mente, o mas bien, a la parte de Enrique que aún estaba dentro de él. Esa decisión quedaría grabada en su cabeza como si la hubiera escogido su mismo vecino. Poco le importaba a Toni, pues mañana estaría en otro receptáculo.