Al estudiante latino

De los dos estudiantes, el latino le parece a Toni-Rodolfo el más apetecible como nuevo receptáculo. Se le veía un chico listo. Pero además de eso, el estilo de ropa que llevaba, el olor a marihuana que desprendía, su modo de caminar. Era sin lugar a dudas, un chaval interesante. Y eso era lo que buscaba el pecador ahora mismo, una vida interesante que vivir.

-Sr Mirasol-dijo envalentonado el fracasado al estudiante moreno cuando acabó su clase- Hemos de hablar sobre el resultado del último examen.

El chico le miro extrañado y, quizá, algo desafiante.

-¿El del cuatrimestre pasado? Saqué un 7,5.

-Exacto. Y creo que puede sacar algo más. Acuda a mi casa esta tarde y hablaremos de su nota.

Una expresión casi divertida apareció de repente en la cara del latino. ¿De verdad le había insinuado a uno de sus estudiantes acudir a su casa para hablar de sus notas? Que era esto, ¿Una peli porno? Por suerte, Toni-Rodolfo pudo actuar rápido y con un movimiento veloz, aplicar una dosis de laser al muchacho.

La cara de diversión y asco del muchacho cambió al momento. Sus ojos parecían devorar la carne bajo el suéter de franela del profesor.

-Si. Allí estaré- dijo al fin, apuntándose la dirección.

Toni-Rodolfo estaba nervioso, y no sabia muy bien por que. ¿Seria la influencia del profesor universitario lo que afectaba al pecador? No pudo averiguarlo a tiempo, pues enseguida escucho el timbre de su casa.

El latino estaba ansioso por entrar, pero no nervioso. Estaba claro que entre los dos hombres, el que dominaba la situación era el muchacho.

-¿Que tenia que decirme de las notas Profesor Fischer?-dijo insinuante el estudiante, mientras una de sus manos acariciaba el pecho fornido del profesor.

-Si quieres subir la nota...-intentó contesta nervioso el profesor-ya sabes...

Una sonrisa lobuna se dibujó al instante sobre el latino, que lentamente, se quito la camiseta, mostrando su pecho moreno tatuado y sin ningún resto de vello corporal. Luego se acercó al pecador, al que le dio un apasionado pero lento beso, recorriendo su lengua la cavidad bucal del profesor. Tras eso, fue el tiempo de desvestirlo. Primero el suéter, luego la camisa. Después los pantalones.

-Que rico estas papi-decía mientras su mano acariciaba la piel fría de Toni-Rodolfo-Que bien nos lo vamos a pasar.

Su voz cálida y sensual, y sus caricias, fueron suficientes para empalmar al pecador. Cuando el joven fue bajando lentamente el slip blanco y liberando a la polla del profesor, esta ya estaba dura y preparada. Mordiéndose el labio, el latino empezó a lamer y luego, comer el rabo que tenia ante él.

Toni-Rodolfo pensaba que esta trasferencia seria fácil. Acabaría corriéndose sobre la boca del estudiante y al día siguiente aparecería en su cuerpo. Pero tras varios minutos de felación, el latino se levantó y, con las manos firmes en al cintura del profesor, llevó a este a uno de los sofás, donde lo tumbó con delicadeza pero con convicción. Luego comenzó a comerle el culo. Toni-Rodolfo era lo suficientemente inteligente para saber lo que venia después.

La polla del latino le folló el culo con verdadera maestría. Con cada golpe de cadera, la polla morena le rozaba la próstata al pecador, causándole oleadas de placer.

-Que culo mas rico papi-le decía el estudiante mientras le perforaba mas y mas.

-Ahora es tu turno de follarme papi-dijo de repente el latino, sacando su polla del culo del profesor. El pecador que ya esperaba una corrida en su culo, no lo dudo, y agarrando al muchacho en volandas, lo llevo a su habitación, donde en la cama colocó su polla en el agujero, apretó y se la introdujo entera en tres golpes. El pecador no tuvo tanto aguante como el latino, y antes de 6 minutos ya se estaba corriendo dentro del muchacho. Este comenzó en ese momento a pajearse, corriéndose sobre su moreno y lampiño cuerpo.

-Te subiré al 8,5- le dijo en broma el pecador, mientras abrazaba desnudo a su amante. Y luego pensó en como seria follarse al resto de alumnos. de comerse sus pollas jóvenes. De desvirgar sus culos y llenarlos de leche. Esa idea se forjó a fuego en el cerebro del profesor y quedaría allí incluso tras el abandono de Toni de su cuerpo. El profesor, que anteriormente estaba tan poco interesado en el sexo, puede que empezara a darle importancia, siempre que sea con sus jóvenes alumnos.