A su padre

Seleccionado el objetivo para el nuevo salto de cuerpo, lo único que había que hacer era escoger un momento a solas para realizar la trasferencia. Por suerte, Toni-Manu sabia los horarios de su familia, así que se preparó para el momento en que su padre regresara de correr y su madre se marchara al gimnasio. Su hermano estaba, como siempre, en la biblioteca, así que, Cuando el padre del joven entró en casa, uso enseguida el laser sobre el. Todo habría salido, bien, se habría follado a su padre en ese momento si no hubiera venido acompañado de un compañero de su trabajo.

Toni-Manu sabia que debían escódense. Si Su padre y el follaban delante de ese hombre, podía perder su trabajo, y eso era una de las cosas que le atraían de ese receptáculo. El joven indeciso saludo al invitado y indico a su padre que se marchaba a ducharse. Entro en el baño del piso superior, se metió en la ducha y espero. Al poco tiempo escucho el sonido de unos golpes en la puerta.

-Esta abierto-dijo, viendo que el problema estaba solventado.

Su padre, no pudiendo evitar las pulsiones sexuales del laser, apareció en el baño. Parecía que quería decir algo, poner alguna excusa de por que había entrado. Sin embargo, se quedo quieto, mientras miraba fijamente al cuerpo desnudo y mojado del pecador.

Toni-Manu sabia que tenia que hacer el primer movimiento, así que, saliendo de la duche empapado y lujurioso, se acerco al lado de su padre. Le miro fijamente mientras le bajaba la cremallera del pantalón. Cuando hubo liberado la polla de su padre, que era mas grande de lo que esperaba, se puso a cuatro patas y comenzó con la felación.

-Joder hijo esto...-intentaba decir su padre, incapaz de poder encadenar frases complejas por el placer- esto no esta bien.

El pecador no contesto, era absurdo. Ese hombre se correría en su boca y el poseería su cuerpo y su vida. No importaba si para eso tendría que crear una relación incestuosa y follarse a su hijo de nuevo. Lo haría, eso si, con cuidado. No debía destruir, dentro de lo que cabe, la dinámica familiar que tanto envidiaba.

-De repente, el padre alzó a su hijo del suelo y comenzó a besarle apasionadamente. Tras unos minutos de largos besos con lengua, le dijo:

-Quiero follarte el culo hijo. Déjame hacerlo.

El pecador asintió. No le importaba como se realizaba la trasferencia mientras esta se realizara. Puso una mueca al coger su padre su brazo y llevarlo a la habitación de al lado, pues eso le exponía a la posibilidad de que el invitado, que aun debía estar en el salón de la casa, pudiera encontrarles. Todas sus preocupaciones pasaron a tener escasa importancia cuando su padre, levantándole las piernas, comenzara a comerle el culo. La sensación de esa lengua en su ano excito al joven, que dejo de pensar en el hombre de abajo y mas en el hombre que, además de haberlo criado, ahora colocaba su polla en la entrada de su culo y le abría el trasero. Quizá se dejo llevar, y sus gemidos fueron demasiado altos, pero de verdad su padre le estaba follando genial. Casi se lamentó al sentir que este le rellenaba el ano con su esperma y por lo tanto, finalizaba la trasferencia.

-¿Que coño?- se escucho en el umbral de la puerta, que, por supuesto, su padre no había cerrado. Era su compañero de trabajo- ¿Te estas follando a tu propio hijo?

Mierda, mierda, pensó el pecador. Si esto salía a la luz, seria una fama horrible en la empresa. Su madre se enteraría y destrozaría a su familia. el hombre feliz y pletórico en su vida perfecta seria destruido. Veloz, Toni-Manu uso el laser en el hombre estupefacto. Su rictus de sorpresa y horror cambio rápidamente al de interés y deseo. El pecador suspiró. Estaba seguro que ese hombre no contaría nada de lo sucedido si era participe de los hechos. O en parte, pues no podía tocar ni una gota de su esperma o la trasferencia podría salir errónea.

-Papa, creo que tu compañero quiere probar lo bien que me has follado a mi-dijo el pecador mientras intentaba marcharse de la habitación- muéstraselo y mañana seguiremos otra vez.

-Pero yo te quiero follar a ti- dijo el invitado, mientras se desvestía.

-Primero que te folle mi padre. Te prometo que a partir de mañana quedamos para que me folles las veces que quieras.

El pecador se escabulló por fin, mientras la polla de su padre se introducía en el, seguramente, virginal ano de su compañero. Toni-Manu sabia que ese compromiso se realizaría, y que al joven le follarían a partir de este momento, tanto su padre como ese otro maduro. No era importante. Mañana estaría dentro de su adorado padre de familia, y de su vida perfecta.