A su padrastro

Estaba claro que la vida desahogada y pasota de Luciano venia, principalmente, de su padre y de su dinero. Por lo tanto, ¿por que no quedarse con la vida de este y saltarse los intermediarios? El pecador tomó su decisión. Esa misma tarde, se follaria al padrastro de Luciano y realizaría con el la trasferencia.

El porrero tuvo suerte. Su madre se había ido con unas amigas y el pesado de su hermanastro estaba en el cine con su novia. Así que solo estarían su padrastro y el. Cuando este llego del trabajo, con cara seria y malhumorada, como siempre, apenas le dirigió una mirada. La relación entre ambos nunca había sido buena. Para Luciano, criado toda la vida por su madre, nunca había querido una figura paterna. Nunca lo había necesitado. Para José Luis, su padrastro, que nunca había querido tener hijos, le incordiaba tener a otro post-adolescente por su casa. Si apenas soportaba a su propio hijo, y era de su sangre, ¿Cómo iba a tener buena relación con el hijo de otra persona, aunque fuera el de su pareja?

Primero, el pecador le señalo con su laser mientras el padrastro sacaba el agua fría de la nevera. Luego, con su voz mas sensual, le dijo:

-Hola José Luis. ¿Qué tal el trabajo?

Al principio, el maduro iba a contestarle algo malsonante, pero el poder del laser le hizo mas receptivo al muchacho. Ese estúpido y vago ahora parecía mas atrayente. Su polla comenzó a vibrar al ver su piel morena, su sonrisa de suficiencia, su perfume a marihuana. Todo eso unido, que antes odiaba, ahora le excitaba.

-Algo tenso. Demasiadas opiniones encontradas. ¿y tu? ¿Qué tal va la universidad?

-Muy bien. La verdad nunca te he agradecido que pagaras mi matricula-le dijo mientras se sentaba a su lado en el sofá- Y la verdad es que estoy muy agradecido.

El grandullón de su padrastro trago saliva. El olor a sudor y droga estaba mareándolo. Se inclino un poco en el sofá para evitar que Toni-Luciano no viera su erección, pero era ya tarde.

-Sabes, podía agradecerte lo que haces por mi de una manera especial, si tu quieres.

Los dos se quedaron mirando. El pecador había planeado la trasferencia como un acto de conexión entre los dos familiares. Por eso, Toni-Luciano acerco su rostro al de José Luis. Sus labios casi se tocaron. Podían notar sus alientos.

Entonces, el porrero recibió una bofetada. No fue fuerte ni le causó daño, pero si le sorprendió. Luego, inmediatamente, el padrastro agarro del cuello al muchacho y le acercó a milímetros de él. En sus ojos se podía ver ira, pero también deseo.

-Eres tan puta como tu madre- dijo con voz grave José Luis- Con vuestras palabras dulces y ojos lastimeros. Caí en la trampa de tu madre. Si piensas que voy a caer también en la tuya estás muy equivocado. No será en tus términos, si no en los míos.

Luego le besó. Pero no fue un beso dulce. Fue apasionado, violento, como si le faltara aire y este estuviera dentro de la garganta de su hijastro. Su lengua quería introducirse en su esófago. Sus dientes devorar sus labios. Fue intenso y corto. Luego lo alzó en volandas, pues José Luis era mucho mas grande que Luciano, y lo llevo encima de una de las mesas del comedor. Después se fue desvistiendo rápidamente, como si la misma ropa le quemara. Su cuerpo, lleno de vello rojizo, fuerte y amenazante, se cernió sobre el muchacho, al que le quito la camiseta, destrozándosela de varios tirones. Luego le acercó la polla, que era gorda y grande, y que señalaba al latino como su objetivo. El pecador estaba boca arriba en la mesa, incapaz de moverse por temor a que José Luis se mostrará mas agresivo. Cuando la polla del padrastro estuvo frente a su rostro, Toni-Luciano solo pudo abrir la boca y recibir esa herramienta en su garganta. Al momento José-Luis comenzó a mover la cadera, follandose la boca del porrero como si fuera el coño de su madre. El pecador reprimió sus arcadas lo mejor que pudo, pero el hombretón no cejo ni en un momento de intentar llegar con su pene al interior de las entrañas de su hijastro.

Cuando el padrastro se canso de follarse la boca de Toni-Luciano, le agarró de nuevo entre sus brazos, como si fuera un muñeco y se fueron a su habitación, allí, como si se tratara de una prenda de ropa, le arrojó a la cama y le desvistió de dos tirones.

-Voy a follarte como me folla a la puta de tu madre. Solo valéis para eso, para ser mis putas.

El pecador se quedo de piedra, observando como un hombre que pesaba casi el triple que él le agarraba las piernas, se las ponía entre la cabeza y acercaba su enorme herramienta a su entrada trasera. Si, le trataba como una puta y quizá lo fuera. Quizá mereciera ser follado como tal. En esa posición, la polla entró sin problemas, ensanchando el ano de Toni-Luciano como si fuera una barrenadora. El porrero pensaba que le iba a destrozar. En cambio tras liberar el aire de sus pulmones, comenzó a gemir, y descubrió que su polla estaba dura, excitada.

-Mira que bien te cabe mi polla, puta-Le insultó José Luis, para, a continuación, escupirle en la cara- Y estas empalmado. Eres una puta. Confiésalo.

El pecador abrió mas la boca para gemir. Tenia que hacerlo, la polla le estaba golpeando la próstata y...

-¡Comiénzalo!-gritó de nuevo el padrastro mientras le daba tres embestidas fuertes.

-Soy una puta-contestó al fin- soy tu puta.

Esa afirmación se convirtió al momento en verdad. ¿Cómo no ser la puta de ese dios? Seria lo que el quisiera. Lo que el necesitara. A la parte de Toni poco le importó que sucedería en la vida de Luciano cuando él se marchase. Al día siguiente Estaría en la posición dominante de la relación. viviría la vida de ese dios.

Pero para ello debía asegurarse la trasferencia, por lo que se aseguró que su amante lo entendiera.

-Dame tu leche papi- dijo entre jadeos Toni-Luciano- La necesito dentro de mi. Dámela.

El enorme padrastro se detuvo de inmediato, dejando de moverse. Incluso, se sacó la polla del culo del muchacho, que hizo un sonoro "plof"

-¿Me estás exigiendo algo, puta?- le replicó José Luis-Aquí no tienes nada que demandarme.

El pecador miró aterrado al padrastro. Necesitaba ese esperma para la trasferencia. ¡Tenia que ser esa persona!

-Por favor-suplicó Toni-Luciano- hare lo que quiera papito. Ayudare en casa. Sacaré mejores notas. Traeré a algunos amigos para que te los folles. Otros vagos como yo a los que enseñarles a portarse bien.

José Luis pareció pensárselo un momento para, de improviso, coger de nuevo del cuello al muchacho y alzarlo hasta su rostro. Luego volvió a besarle apasionadamente.

-Acepto, pero tendrás que ganarte mi leche.

El pecador se lanzó hacia la polla y comenzó a mamársela, pero el hombretón no iba a ponérselo fácil. Así que, agarrando bien de la nuca del latino, le obligó a tragársela entera. Apenas podía respirar, pero Toni-Luciano siguió chupando, moviendo la lengua. Por fin, notó como José Luis convulsionaba y su esperma se vertió, furioso como su dueño, dentro del estomago del muchacho. Entonces el padrastro dejó de aplicar fuerza y pudo Toni-Luciano respirar. Luego sonrió, la trasferencia se había realizado.

No volvieron a hablar en todo el resto del día. Toni-Luciano, expectante de despertarse en el nuevo cuerpo, se acostó pronto, para sorpresa de su madre, y tuvo unos bonitos sueños.