A su hermano

Mientras bebía el vaso de leche, Toni-Adrián decidía quien seria su próximo receptáculo. Al final, entre su padre y su hermano, decidió su hermano. Menos estresado con los estudios, pues ya había acabado la carrera, y mas maduro, pero sin tener mas de cuarenta años. Estaba decidido.

Por desgracia, el pecador no tuvo ninguna oportunidad de quedarse a solas con el chaval. O este había salido o sus padres siempre estaban en casa. Cansado, fue a buscarlo a donde los recuerdos de Adrián le indicaban que solía estar peor no lo encontró. Sin darse cuenta, ya era de noche cuando regreso a su casa. Cuando preguntó por su hermano, sus padres le dijeron que ya estaba durmiendo. Solo tenia una opción, por lo que subió las escaleras en dirección al cuarto de su hermano.

Entró en silencio y lo vio durmiendo solo en ropa interior. Su pecho subía con cada respiración, tranquilo. Toni-Adrián no sabia si funcionaria con un cuerpo dormido. Aun así, usó el laser sobre el joven. Al momento, este comenzó a moverse, intranquilo, mientras susurrabas una palabras ininteligibles. Tras retirar con cuidado la sabana que le tapaba, el pecador pudo ver como había una tienda de campaña en la entre pierna de su hermano.

Ya no había vuelta atrás. Bajándole del todo los calzoncillos, Toni-Adrián cogió con timidez la polla erecta de su hermano y comenzó a tocarla. Estaba caliente y húmeda a la vez. Entonces, comenzó a masturbarlo.

Tras unos minutos de paja, Toni-Adrián empezó a sentir la polla de su hermano algo tirante y seca. Este seguía durmiendo, pero seguramente estaba teniendo el sueño erótico de su vida. El pecador acercó su cara a la polla y con algo de miedo se la introdujo en la boca. Su hermano no despertó. Solo emitió un ligero gemido. Eso envalentonó al estudiante, que se introdujo mas y mas polla en la boca.

-¿Que haces Adrián?-dijo una voz somnolienta en la oscuridad. Manuel había despertado.

El pecador paró de repente y empezó a alejarse, asustado. La parte de Adrián de los dos deseaba huir, avergonzado.

-No pares-dijo de improviso Manuel-Sigue por favor.

EL pecador volvió de nuevo a la cama y retorno con la felación. Su hermano acompaño cada movimiento con sus propios brazos, e incluso con sus caderas, incluso follándole la garganta a Toni-Adrián en algunas ocasiones.

Luego, con un rápido movimiento, coloco boca abajo a su hermano pequeño y comenzó a comerle el culo. Su lengua se movía rápida y voraz, mientras Toni-Adrián se deshacía en placer. Tan de improviso como comenzó se detuvo, colocándose de lado de su hermano y, mientras agarraba una pierna para dejar expuesto el agujero del estudiante, acercaba su pene a su entrada deseada.

-Quiero follarte Adrián-le dijo- ¿Puedo?

El pecador asintió y enseguida notó como una polla entraba palmo a palmo en su ano. Cuando su culo acomodó bien el rabo de Manuel, este empezó a follarlo mas rápido hasta que la polla se movía por ese agujero como si fuera una llave en su cerradura. La polla del estudiante estaba también dura, pues con cada embestida notaba como si le inundara una ola de placer que no podía contenerse. Al pasar casi diez minutos, el hermano mayor comunicó que iba a correrse, y este le pidió que fuera dentro de él. Manuel, abrazando a su hermano con fuerza dio los últimos movimientos de cadera mientras rellenaba al joven Toni-Adrián con su esperma.

Los dos siguieron abrazados e incluso con la polla aun dentro. Su hermano le beso en los labios, y Toni-Adrián se descubrió devolviéndole con pasión el beso. Una cosa llevo a la otra y cuando se dio cuenta, estaba de nuevo chupándole la polla. De ahí a follar de nuevo. Los dos hermanos se pasaron toda la noche follando. El pecador podía estar seguro de que la trasferencia seria un éxito, pues nunca tuvo tanto esperma dentro de su cuerpo.

Por fin cayeron los dos jóvenes amantes desfallecidos en la cama. El hermano mayor abrazo al menor cariñosamente. El pecador logró desembarazarse para ir a su cuarto a poder descansar. Solo esperó a que dormir unas dos horas fuera suficiente para poder despertar en el cuerpo nuevo.