A su hermano Ibai

Tras casi dos minutos pensando quien seria la opción mas segura, en la que sus familiares se ponían cada vez mas nerviosos, Asier tomó por fin una decisión.

-Ibai-dijo-Que en.. entre solo Ibai.

Lentamente quitó el cerrojo de la puerta y la abrió. Ante el umbral estaba su hermano mayor. Mas alto que su padre. De hecho, una versión de Jon pero mas joven. Ni su padre ni su otro hermano discutieron, ya hacia tiempo que el trono del rey de la casa ya había pasado a Ibai.

Con una gran sonrisa en el rostro, mientras sus ojos abiertos recorrían el cuerpo de Asier, el hermano mayor entró en la habitación, cerro la puerta tras de si y se sentó sobre una silla. Su cuerpo musculoso, pero no definido, y cubierto por el fino vello rubio que le caracterizaba. No dijo nada, solo siguió masturbándose mientras miraba fijamente a Asier. La extraña escena continuó hasta que este se corrió sobre su pecho.

"¿Es posible que solo quisiera eso?-pensó esperanzado Asier, que seguía inerte, contemplando a su hermano.

-siempre he intentado cuidarte-dijo de repente Ibai, mientras se levantaba y se acercaba a su hermano- Es el deber de todo hermano mayor, y Papa siempre fue muy duro contigo.

La ira sacó de ensimismamiento a Asier.

-¡Cu.. cu.. cuidarme!-le dijo, rabioso- Lavaba tu ropa. Coci.. cocinaba tu comida. Era tu sirviente per.. perrr... perrr... personal.

Ibai pareció dolido.

-Son cosas de hermanos. Siempre te vi débil. Quería hacerte mas fuerte, más independiente. Hay cosas que debes aprender.

Colocándole una mano sobre la cabeza, empujo a Asier hasta ponerlo de rodillas, a la altura de su polla, larga y rodeada de vello claro. La orden era simple. El pecador, aun en shock por la conversación, y por la escena, claro esta, abrió la boca como si fuera un robot. Fue suficiente para que Ibai empezara a follársela, acompañando los movimientos de su cadera empujando la nuca de su hermano pequeño para que toda la polla entrara dentro de la cavidad bucal.

-Que bien lo haces Asier-dijo Ibai- Tuvimos que hacer esto hace ya mucho tiempo.

Luego, empezó a desnudarlo poco a poco, mientras sus labios se rozaban. La lengua de Ibai, húmeda y caliente, buscan recorría las comisuras, buscando el calor del interior de Asier. Cuando ya estuvo el pecador desnudo, le coloco con ternura pero con autoridad a cuatro patas sobre la cama. La polla del hermano mayor tanteo el agujero, virgen del chico, y con cuidado empezó a introducirse dentro de el. Poco a poco, pero profundamente. Asier no grito, no dijo nada. volvía a ser el esclavo sumiso de su hermano, siempre presto a sus necesidades

-Eres increíble-le decía Ibai mientras penetraba a su hermano- Deja esa residencia y venta a casa conmigo y con María. Tenemos un cuarto libre hasta que nazca el bebe. Podríamos esto siempre que quisiéramos.

Un golpe en la puerta, seguido de una suplica de su padre, no consiguió interrumpir la follada.

-No te preocupes por ellos-le dijo Ibai-Yo te protegeré. Dormiremos aquí los dos y estaremos toda la noche follando, como si estuviéramos casados. ¿Quieres casarte conmigo Asier?

La polla de Ibai le golpeaba la próstata al pecador. Este empezó a gemir, incapaz de resistir el placer que le producía. continuaron follando hasta que el rubio abrazo fuerte a Asier, le mordisqueo el cuello mientras eyaculaba en su interior.

Luego Ibai se derrumbo encima de su hermano, mientras su polla, aun dura, continuaba dentro del culo de su hermano. Asier, excitado por el sexo y envalentonado por lo escuchado, empujó de repente a su hermano, que se quedo mirándolo, extrañado.

-Hablas de amor, pero esto no es amor-le dijo, furioso, y sorprendentemente, sin tartamudear- Has hecho lo que has querido conmigo toda la vida, sin pensar si yo deseaba o no hacerlo. Como esta noche.

-Eso no es verdad-le contesto su hermano, pero claramente con dudas-Yo solo quería...

-Piensas que sabes lo que la gente necesita pero no es cierto. Por ejemplo, tu te has corrido, pero yo sigo así- y se señalo su polla.

Ibai, como si tuviera un resorte, se lanzó hacia la polla de su hermano y comenzó a comérsela. Se la introducía en la boca, lamia su glande con su lengua, le chupaba los huevos. Siempre que podía, lanzaba una mirada suplicante hacia Asier, como buscando su perdón.

-Ha llegado el momento que la gente te diga a ti lo que es mejor-le dijo Asier a su hermano- Ponte boca arriba en la cama y enséñame tu agujero, que voy a desvirgarte el culo.

Ibai asintió rápido y, sin mas preámbulos, Asier empezó a penetrar el culo de su hermano mayor. Notó una resistencia al principio, pero poco a poco todas las entrañas de su hermano le pertenecieron. Le folló con rabia, le dijo que ahora era él su puta e incluso le escupió. Ibai no paró de gemir y asentir a cada uno de sus insultos. Mientras estaba corriéndose dentro de su hermano, se descubrió que estaba llorando. Jamás se había sentido tan libre de miedos. Tan poderoso.

-Abre la puerta si ya has acabado con Ibai-exigió Izan, golpeando la puerta.

Sacando la polla del agujero de su hermano, y dejándolo en la cama, mientras recuperaba el aliento, Asier supo que no volvería a su vida anterior. Se acabo tener miedo, ni de las mujeres ni de su familia. Había llegado el momento de ocupar su nuevo lugar.