A los estudiantes maleducados

Aunque Roberto quisiera centrarse en otro hombres de la playa, esas miradas socarronas de los estudiantes le atraían como unas sirenas. Los jóvenes se burlaban por ese extraño hombre con gafas que no paraba de observarlos fijamente y para Roberto, su caras burlonas se contraponían con sus cuerpos delgados y sus pollas duras y largas.

Entre todos los estudiantes, había uno en particular que parecía ser su jefecillo. Era un joven rubio de pelo rizado y mirada oscura que no paraba de dirigir los insultos de sus amigos hacia Roberto. Su piel bronceada y su cara angelical escondían claramente la actitud de un abusón. Eso si, Roberto tuvo que reconocer que la polla del chico, sin nada de pelo a su alrededor, daba ganas de metérsela en la boca.

Por el contrario, en el grupo pero algo alejado tanto físicamente como emocionalmente de las bromas había un chico latino, tan guapo que debería ser modelo. Era de pequeño tamaño, y quizá por eso parecía la mascota del grupo, no queriendo desentonar para no sentirse excluido. Eso si, su cuerpo parecía tallado en mármol. Se le notaban todos los músculos del cuerpo de lo fibrado que estaba y su polla, aunque no desentonaba con el tamaño del chico, era sin lugar a dudas, preciosa.

Un nuevo chiste sobre el aspecto femenino de Roberto harto por fin al pecador. Iba a jugar, aunque fuera solo mediante una ilusión, con esos imbéciles. El primero al que Roberto quería ver "castigado" y a su merced era el cabecilla rubio.

"¿ Acabas de decirme que soy maricón?-pensó Roberto- Eres un hipócrita, si lo que mas te gusta es meterte un consolador por el culo. Si lo estas haciendo ahora mismo"

El insolente chico, que hace unos instantes estaba de pie junto a las rocas del espigón, riéndose del pecador, apareció, como teletransportado, a un lado de la arena, y con las piernas abiertas sobre una toalla, se metía por el culo un dildo de color rosa mientras su polla dura le golpeaba el estomago.

-Como me gusta joder-decía ante sus amigos, que por pensamiento de Roberto le señalaban y se reían ahora de él.

"Ese consolador es demasiado pequeño para una puta como tú. Mejor metete uno de tamaño polla de caballo"

El dildo aumento de grosor y longitud y cambio de color a uno mas oscuro. Aun así, la polla de goma entraba y salía del culo del rubio mientras este, con los ojos desencajados por el placer y por la vergüenza, seguía metiéndoselo una vez y otra.

Entonces Roberto se centró en los seguidores del rubio. Los que ahora se reían de él antes le seguían las bromas e, incluso, le animaban. También debían aprender la lección.

"Al que veis follándose el culo con un consolador gigante era vuestro líder de fechorías hace unos momentos. Demostradle que aun le adoráis comiéndole la polla mientras el sigue abriéndose el culo"

Haciendo una fila, los tres amigos empezaron a comerse la polla del rubio. Se la metían hasta el fondo de la garganta mientras el jefe del grupo, gimiendo por el calor de la lengua de sus secuaces, seguía metiéndose una y otra vez el consolador. Al llegar al segundo de sus seguidores, un chico de pelo moreno y labios carnosos, el estudiante rubio no pudo aguantar mas y se corrió abundantemente sobre la boca de su amigo. Eso no detuvo la mamada del tercero, que se lanzo a seguir chupando esa polla que tanto parecía gustarles.

Todo ese espectáculo lo vivió Roberto casi en primera fila, eso si, con compañía. No se había olvidado del guapísimo latino y dado que su polla estaba durísima por ver a los jovencitos hacerse unas mamadas, pensó que el también podría recibir una. El latino le bajo el bañador y, sin parar de mirarle a la cara, se introdujo su polla lo mas profundo que pudo para, después, juguetear con su lengua en el glande de Roberto. El pecador casi dio un salto de improviso. La sensación de la ilusión era tan real que notaba como el aliento del latino acariciaba su piel, como las rugosidades de su lengua pasaban por su glande y el olor del chico.

"joder, esto es brutal" pensó.

"Casi me había olvidado de vosotros"-pensó de nuevo Roberto al ver que ahora los tres secuaces del rubio compartían el rabo de su jefecillo-" Ha llegado el momento de aprovecharse de ese culo tan abierto. Venga, a follárselo por turnos"

Apoyándose sobre una de las rocas del espigón, el rubio abrió sus piernas y dijo:

-Tíos folladme-suplicaba- Folladme y preñadme. Soy la mas grande de todas las putas. ¡Destrozadme el culo!

El primero en penetrar ese culito tan abierto por el consolador fue el moreno de labios carnosos. Su polla entro con facilidad, gracias al dildo de antes, por lo que pudo colocarse en posición, agarrar impulso y comenzar a bombear para meterse toda la polla con fuerza dentro de su cabecilla.

Tras unos minutos se detuvo y, bramando como un loco, se corrió dentro del rubio. Al sacar la polla para que un nuevo amigo entrara en el interior de estudiante, del culo abierto de este rezumaba la leche de su anterior amante.

"Súbete tu a mi polla"-le dijo el pecador al latino, que seguía interesado en su rabo. El estudiante moreno le guiñó el ojo y colocándose sobre el fue poco a poco bajando hasta que la entrada de su culo choco contra el glande. Entonces se detuvo.

-Es mi primera vez. Soy virgen.

"Esta ilusión es la leche"-pensaba Roberto.

-No te preocupes-dijo en voz alta, sin pensar de que alguien podía escucharlo- Siempre recordarás este día.

Y cogiéndole de la estrecha cintura, obligo al latino a ensartarse su polla hasta los huevos. El chico grito de la impresión, pero luego empezó el mismo a subir y a bajar. Si con la mamada Roberto se sintió en el paraíso, ahora mismo podía estar perfectamente muerto. La estrechez del culo virginal del muchacho le abrazaba la polla de una manera que sentía que se iba a correr enseguida.

"Ojala pudiera verme desde fuera como este chaval se monta sobre mi polla"

Hasta eso le regalo sus gafas nuevas. Ahora sus ojos le veían a él fuera de su cuerpo, como si fuera un espectador de su propia follada. Ante él, el hermoso y perfecto latino daba botes sobre su polla. Envalentonado por verse a si mismo, cogió de nuevo por la cintura al estudiante y le penetro el culo lo más rápido que pudo.

Roberto sabia que el final de esta orgia debía de ser apoteósico. Con su mente, dirigió al grupo de estudiantes para que, poniendo bajo sus pies a su cabecilla rubio, se corrieran copiosamente sobre su cara y su cuerpo. Poco importaba que algunos ya hubieran rellenado el culo del mismo chaval hace unos minutos. Para la escena creada con la mente de Roberto, todo era posible, como que esperma y mas esperma saliera de las pollas de los chavales como si fuera casi una manguera, dejando al cabecilla del grupo pegajoso y exhausto.

Roberto tampoco se quedo quieto. Quitándose de encima al latino como si fuera un muñeco, le sentó en el suelo y casi sin poder llegar, se corrió sobre su cara, dejándole todo su bello rostro salpicado con su blanco esperma. Luego, usando uno de sus dedos, recupero todo lo que pudo para introducírselo, poco a poco, entre sus labios.

Un golpe seco saco de su ensimismamiento a Roberto. Al quitarse las gafas, vio que los estudiantes estaban al lado suyo y que el rubio, líder del grupo en sus fechorías, le había dado una capirotazo.

-Vete a pajearte a tu casa, salido- le dijo, y el grupo se marcho entre risas.

Roberto tardó unos minutos en volver en si. Había sido una experiencia increíble, aunque si hubiera querido hacerle caso al estudiante rubio no hubiera podido, pues su bañador estaba lleno de su propia esperma. Aun así, no se arrepentía de lo que había vivido. Podía sacar tanto de provecho de sus nuevas gafas...