Álvaro merodea por el vestuario

Solo en el enorme vestuario masculino, Álvaro comenzó a desnudarse para ponerse la ropa de deporte. Como era su costumbre, quizás inconscientemente por su fetiche secreto, su musculoso cuerpo de casi metro noventa quedó totalmente desnudo. Y entonces, sentado solo en el vestuario, la idea de pasearse por el lugar tomó forma en su mente. Y, con una sonrisa en sus labios, se levantó del banco de madera y comenzó a andar por los corredores formados por las taquillas del resto de usuarios, recorriendo pasillos que nunca había visto (aunque eran exactamente iguales unos a otros) y pequeños cubículos reservados para los usuarios Premier del, por otra parte, ya bastante lujoso, gimnasio.

Mientras paseaba completamente desnudo por el suelo de goma, los únicos sonidos que llegaban hasta él era el lejano rumor de las voces de la monitora de aerobic (Verónica, creía Álvaro que se llamaba la muchacha pelirroja), "torturando" con sus "brutales" series de ejercicios a las mamás que, después de dejar a sus hijos en la escuela, acudían al gimnasio a intentar ponerse en forma. Aunque, entre todas ellas, siempre había un par de MILF´s que no necesitaban ni por asomo practicar ni aerobic ni pilates para tener un cuerpazo deseable, incluso para jóvenes con la mitad o mas de su edad.

Durante varios minutos de puro placer, Álvaro solo sintió en su cuerpo la leve caricia de la ventilación pero, de repente, le pareció oir como la puerta del vestuario se cerraba. "¿Había pasado alguien al vestuario?".-Pensó Álvaro sobresaltado, dándose cuenta que estaba lejos de su taquillero...y sin tener muy claro siquiera donde estaba. ¿Que explicación podría dar al tipo le viera totalmente desnudo merodeando por el vestuario? ¿Que podrían pensar de él?...."Porque, ¿sería un hombre, verdad?. Si Sara, la recepcionista, tuviera la necesidad de pasar al vestuario masculino...daría una voz...¿Cierto?".-Esa idea, la de encontrarse cara a cara con Sara y sus enormes pechos le aterrorizaba mas que encontrarse desnudo con otro hombre...

Inmóvil, con su corazón latiendo fuera de control, agudizó su oído, intentando decidir si realmente había alguien moviéndose por el suelo de goma...y por donde. Nervioso, no consiguió mas que oír más voces de la "Dominatrix" Verónica y el leve tintineo del chocar de discos procedente de la sala de pesas.

"Mierda...Mierda....".-Susurró, comenzando a moverse cautelosamente por el lugar, intentando volver a su taquilla sin exponerse a quien quiere que estuviese, en teoría, con él dentro del vestuario. -"¡Joder! ¡Parezco el maldito Solid Snake! ¡Solo que él va vestido y armado!".-Pensó Álvaro, recordando al personaje de un videojuego al que había jugado en su niñez.

Álvaro se dio cuenta que ya estaba cerca de su taquilla. Un giro mas y habría llegado. Además, no había oído el ruido de otra taquilla al abrirse, por lo que era prácticamente imposible que otro usuario estuviera haciendo uso del vestuario. Mas tranquilo, también descartó la idea de que la recepcionista y sus "gemelas" pudieran estar acechándole.-"Tienes una mente calenturienta, Álvaro...".-Se reprendió mentalmente, abandonando su cautela para dirigirse, con paso seguro de vuelta a su taquilla....