El vecino caliente de enfrente

Después de esperar unas horas hasta que pase algo escucho el motor de una atadora de césped que se está moviendo.

Me emociono por qué me levanto y me asomo a la ventana de enfrente, y veo a mi vecino Steve el cual está cortando el césped que la verdad si había descuidado bastante.

Steve se había mudado la hace un mes al vecindario. Era un hombre bastante alto todo bien bastante atlético pero no como antes, aunque aún si tenía un poco de músculo, tenía los ojos de color azul y un pelo desordenado color rubio, también contaba con una barba de 3 días.

Continúe viendo al hombre embobado por 15 minutos hasta que me di cuenta que se me estaba saliendo la baba de lo caliente que estaba por ese semental.

Ojalá pudiera tenerlo...

¡Un momento si puedo!

¡Puedo follar a cualquier hombre!

Con eso salí disparando hacia mi cuarto por mi cosas.

Tome una mochila y la llene de lubricante, kleenex, 2 botella de agua, y una vieja manta.

También tome mi celular y de mi escritorio.

Sin más baje las escaleras y salí de la casa.