Oliver.

Ayer, Oliver y yo acordamos vernos en el puente. Este pintoresco pueblecito está rodeado por un denso bosque con un río que atraviesa el centro, dividiéndolo en dos partes. Esta aldea llamada [Merton] está situado en la región suroeste del país, realmente lejos de la capital. Me enteré de que el pueblo se construyó hace muchos años para alojar a los obreros y a sus familias que obraban en la mina cercana. Sin embargo, por alguna razón que todavía desconozco, la mina acabó cerrando. Esto provocó un éxodo masivo de personas que abandonaron el pueblo, dejando sólo un puñado de residentes atrás.

Vivir en un poblado puede tener su encanto, pero también conlleva sus propios retos. Ahora viven aquí menos de 100 personas, lo que puede convertirlo en un lugar bastante aislado y solitario. Además, la distancia entre el pueblo y la capital solo aumenta las dificultades de vivir aquí. Lo bueno es que aquí la gente se conoce por su nombre y siempre está dispuesta ayudarte. Algo que, según mi madre, no ocurre en las grandes ciudades. Y, sobre todo, a pesar de su desaparecida población, la belleza natural de la zona puede ser impresionante, con frondosos bosques verdes que dan hogar a una gran variedad de vida salvaje, colinas onduladas y despejados cielos azules. Y posiblemente mi lugar favorito sea una pequeña cascada, no muy lejos del pueblo, donde es posible refrescarse del agobiante calor de esta temporada.

A pesar de todo lo dicho, los de mi edad sueñan con dejar el pueblo e ir a la capital para ser aventureros. Y no les culpo. La idea de explorar nuevas tierras y enfrentarse a retos apasionantes es, sin duda, tentadora. Muchos de nosotros hemos soñado con ser un aventurero prestigioso, un héroe que pertenece a un gremio de renombre. La idea de poder explorar tierras inexploradas, descubrir tesoros ocultos y enfrentarse a peligrosos desafíos puede ser muy estimulante. Y no olvidemos la fama y el reconocimiento que conlleva: tener tu nombre en boca de todos. Pero no se trata sólo de la gloria. Las recompensas económicas que conlleva ser un aventurero de éxito también son un gran estimulante. Imagínese poder ganar suficiente dinero para comprar todo lo que uno desee. Por supuesto, alcanzar este sueño requiere trabajo duro, dedicación y muchos riesgos. Esa es precisamente una de las razones por las que voy a ver a Oliver.

¡Necesitamos entrenar!

Seguí caminando hasta llegar al puente que unía ambas mitades del pueblo. A lo lejos, pude ver a Oliver sentado y mirando el río que pasa bajo el puente.

Oliver es mayor que yo por medio año. Es más alto que yo y algo gordito. Oliver es muy amigable y algo inocente, por lo que a veces la gente se aprovecha de él.

'Oliver, hola, siento llegar tarde''.

"Hola, Darx, no te preocupes, estoy acostumbrado a esperarte. ¿te has pasado toda la noche leyendo libros?” Oliver se ríe mientras busca algo en su mochila.

“Perdona…”

Oliver, igual que Amelia, es mi amigo de la infancia. Jugábamos desde pequeños y ahora entrenamos juntos en nuestro tiempo libre con el propósito de ser aventureros en el futuro. A diferencia de Amelia y de mí, la casa de Oliver está a la derecha del puente, donde vive la mayoría, por lo que es la parte más poblada del pueblo. Vive en una pequeña posada que sirve de restaurante para los pocos visitantes que tiene este sitio.

''Toma esto, Darx. Pruébalo y dime que piensas''. Dijo Oliver mientras me daba un sanguche.

Un manjar para alguien tan hambriento como yo, que sólo comía pan duro.

"¡Sabe increíble! Dije después de darle un mordisco al sanguche.

¿¡De verdad!? Estaba haciendo algunas combinaciones que me interesaban. También he creado una sopa nueva. Puedo darte un poco si quieres cuando volvamos''. Dijo Oliver animado.

''Me encantaría, y seguro que Amelia también querrá un poco de sopa'', le contesto, sin dejar de comer el delicioso emparedado.

"¡Claro!

La pasión de Oliver por la cocina ha surgido de su contribución en la posada de su familia. Como ayudante de cocina, ha tenido la oportunidad de experimentar con diferentes ingredientes y técnicas culinarias, e incluso ha creado algunas recetas únicas. Amelia y yo solemos ser sus conejillos de indias, probando con entusiasmo sus últimas creaciones culinarias. Lo más impresionante es que algunas de las recetas de Oliver han llegado a formar parte del menú de la posada de su madre. Prueba de su talento y creatividad en la cocina.

“Por cierto, Oliver, ¿dónde está Amelia? Paré por su casa, pero su madre me dijo que ya se había ido''. Dije.

“Hablé con ella un momento en la mañana. Iba al bosque a recoger plantas para sus opciones. Seguro que sigue ahí'.

“Ya veo. Vamos a ayudarla, entonces''. Respondo.

El camino hacia el bosque no es muy largo. Los árboles rodean todo el pueblo, pero la mayoría suele utilizar el camino que lleva a la mina para entrar en el bosque. Nosotros también lo usamos, ya que sólo hay monstruos de nivel bajo, como slimes o ratas gigantes, que incluso nosotros derrotaríamos.

''Por cierto, Darx, también vi a tu madre esta mañana. Alguien vio goblins cerca de la aldea, y ella, Jax y Alice se dirigieron a exterminarlos antes de que se acercaran más''. Dijo Oliver mientras caminábamos.

Eso explica por qué mi madre no me despertó esta mañana.

''Entiendo... Lo más probable es que hoy llegue tarde a casa''. le contesto.

Siempre ha sido un misterio para mí por qué mi madre, que una vez fue aventurera en unos de los gremios más famosos, decidió dejar atrás su emocionante vida y criarme en este pequeño pueblo donde nació. Por lo poco que sé, la muerte de mi padre jugó un papel importante en la decisión. Pero al final, quién sabe... A mi madre nunca le gustó mucho hablar de la muerte de mi padre, así que prefiero no preguntar.

''Estamos cerca. También le he traído un emparedado Amelia, por si tiene hambre''. Dijo Oliver.

“Estoy seguro de que se alegrará'', contesto.