No, es demasiado

“No, creo que es suficiente por hoy. Además, estoy segura de que funciona” – contestó la profesora.

Juan empezó a vestirse. Por fin había acabado todo. después de la clase, sus compañeros le hacían comentarios de todo tipo, desde insultantes: “es lo más patético que he visto nunca”, “¿Qué se siente al no tener pito?” a comentarios de ánimo e incluso admiración: “No tienes casi pito, pero que huevos tienes”, “Pito chico, eres un crack”.

La tarde de Juan transcurrió de manera bastante normal teniendo en cuenta lo que había pasado. Juan era consciente de que a partir de ahora su nuevo nombre iba a ser pito chico y sabía que era mejor tomárselo con humor.

Cuando estaba saliendo de la escuela, oyó una voz que lo llamaba. Era Claudia:

“Juan, espera” – dijo Claudia. Juan esperó a que Claudia llegase junto a él.

“Me dio mucha pena que la profesora cortase la clase. A mi me hubiera gustado ver como funcionaba tu chiquito” – dijo Claudia – “Mis papás no están ahora en casa. Si quieres, puedes venir conmigo y me lo enseñas”.

Juan no se lo podía creer. Claudia lo estaba invitando a su casa. No sabía si pasaría algo con ella, pero quería intentarlo, así que aceptó y la acompañó a su casa.

Cuando llegaron a casa de Claudia, Claudia le dijo a juan que sus papás y su hermano iban a tardar a llegar así que podían quedarse en la sala que iban a estar más cómodos. Claudia le pidió a Juan que se desnudara.

“No me puedo creer que lo tengas tan chico. En la playa veo niños que lo tienen más grande” - dijo Claudia. Los comentarios hicieron que a Juan se le pusiera dura otra vez.

“Que rápido te crece” – dijo Claudia entusiasmada.

En ese momento, se oyó la puerta principal y Juan vio como entraba un hombre de unos 40 años, bastante alto y fuerte.

“Hola papá, que pronto llegas hoy” – dijo Claudia con entusiasmo.

El padre de Claudia se quedó muy sorprendido ante lo que estaba viendo.

“Este es mi amigo Juan. Hoy en clase de biología estuvimos estudiando el aparato reproductor masculino y la profesora nos dijo que el de Juan era extremadamente pequeño y quería comprobar como funciona, así que le pedí a Juan que se pajease para verlo” – dijo Claudia, como si fuera lo más normal del mundo.

El padre de Claudia miró a Juan detenidamente y, por unos momentos, Juan pensó que le iba a gritar o a echar de casa pero sin embargo dijo:

“Hola Juan, soy Luis, el papá de Claudia. Gracias por ayudarla. Debe ser difícil estar delante de una chica con un pito tan chico”.

“Encantado” – dijo Juan, casi balbuceando.

“¿Tu la tienes más grande, papá?”- preguntó Claudia.

Luis se echó a reir. “Como ya eres mayor, te la voy a enseñar”. Luis se bajó los pantalones y enseñó un pito de unos 10 u 11 cms en estado de reposo.

“Papá, es enorme, es más grande en reposo que la de Juan erecta” – comentó Claudia.

“No, es enorme, es normal. Lo que pasa es que la de Juan es extremadamente pequeña”- explicó Luis mientras se vestía de nuevo – “Juan, no te preocupes, hay más hombres así. Encontrarás la forma de usarla”. “Por cierto, si le ibas a hacer un show privado a Claudia por que no esperas a que venga mi mujer y mi otro hijo y nos haces el show a todos. Por supuesto, te invitamos a cenar” – Propuso Luis.

“Buena idea papá. Juan, por favor, quédate y haznos el show” – Pidió Claudia.

“vale” – dijo Juan tímidamente.

Juan se vistió de nuevo y esperó a que llegaran la mamá de Claudia, Julia, y su hermano mayor, Rafa, de 20 años. Luis y Claudia le explicaron a Julia y Rafa quien era Juan y porque estaba allí.

Al cabo de un rato le pidieron a Juan que podía comenzar con el show. Juan se quitó la ropa hasta que se quedó totalmente desnudo delante de toda la familia.

“Es la cosita más pequeña que he visto nunca. Rafa la tenía más grande de bebé” – dijo Julia.

“¿Qué coño puedes hacer con eso?, ¿puedes incluso mear?” – preguntó Rafa.

“Y además tiene fimosis” – dijo Luis – “pobre Juan lo tiene todo…menos un pito”. Todos se rieron.

Con tanta humillación a Juan se le fue poniendo tiesa.

“Le está creciendo” – dijo Julia.

“No le crece mucho, ya verás” – contestó Luis.

Efectivamente Juan ya estaba erecto al máximo.

¿Cuánto te mide, tío?” – preguntó Rafa.

“No contestes, Juan, mejor vamos a medírsela que es más divertido” – dijo Julia

Julia cogió una regla y la puso junto al miembro erecto de Juan: “8 cms, casi un micropene” – dijo Julia.

Toda la familia se rio. “¿puedes eyacular con eso?”- preguntó Rafa.

“Si” – dijo Juan tímidamente y empezó a pajearse con dos dedos.

“Nunca había visto a nadie pajearse así, solo con dos dedos” – dijo Rafa.

“Es tan chiquito que es la única forma que tengo” – contestó Juan

“Si quieres te dejo mis pinzas de depilar” – dijo julia bromeando. Todos se rieron y Juan sonrió. A pesar de la situación se encontraba cómodo.

A los pocos segundo Juan avisó que iba a correrse y se puso junto a una toalla para no manchar mucho. Juan estalló soltando una gran cantidad de semen. Fue el mejor orgasmo que tuvo nunca.

“Wow, Que rápido y menuda cantidad de semen. Yo nunca me he corrido tanto” – dijo Rafa con admiración.

“Si, yo creo que tampoco. Juan no tiene pito casi, pero tiene unos huevazos” – alabó Luis.

Claudia aplaudía emocionada: “si funciona”.

La familia se acercó a Juan para agradecerle el show y pedirle que se vistiera. Cuando Juan se limpió y vistió se fueron a cenar. Bromearon mucho con Juan y su pequeño amigo, pero se notaba que les había caído bien. Rafa quería que fuera un día al vestuario de su equipo de futbol. Decía que tenía un compañero en el equipo que también la tenía muy pequeñita y quería que Juan y el se la compararan.

Cuando acabaron de cenar, la familia se despidió de él y claudia le acompañó a la puerta.

“¿Quieres ir conmigo al cine el viernes?” – preguntó Claudia.

“Claro” – contestó Juan

Juan había pasado el día más humillante de su vida pero al final había conseguido una cita con Claudia.